La Fraternidad, el sindicato que agrupa a conductores de trenes, había anunciado un paro nacional de 24 horas para este jueves en reclamo por “mejores y mayores aumentos salariales”. Sin embargo, el gremio acató la conciliación obligatoria dictada esta mañana por el Ministerio de Trabajo, por lo que el servicio de ferrocarriles funcionará con normalidad.
“La Fraternidad informa a la opinión pública que acata la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo en el día de la fecha y proseguirá discutiendo en ese marco con las empresas, el ajuste salarial que recomponga los salarios deteriorados por la inflación”, precisó el comunicado difundido por el sindicato.
Por su parte, esta mañana el Ministerio de Trabajo dispuso “dar por iniciado un periodo de conciliación obligatoria por el término de quince (15) días, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 11° de la normativa preindicada”.
En otro de sus artículos, la cartera estableció “intimar a la asociación sindical mencionada y, por su intermedio, a los trabajadores por ella representados, a dejar sin efecto, durante el periodo indicado en el artículo anterior, toda medida de acción directa que estuviesen implementando y/o tuvieran previsto implementar, prestando servicios de manera normal y habitual”.
Previo a la intervención del ministerio de Trabajo, el sindicato de conductores de trenes había informado “un paro de actividades de 24 horas a partir del jueves 14 a las 00.00”.
El secretario general, Omar Maturano, había detallado que se imponía “un inmediato aumento de los haberes ante la pérdida del poder adquisitivo salarial por el elevado proceso inflacionario”.
El dirigente sindical e integrante del consejo directivo de la CGT enfatizó en ese sentido que tras varias reuniones con las autoridades, “el 5% de mejora acordada para este mes, el otro 5% para noviembre próximo y lo reconocido durante el año 2021 es insuficiente ante la pérdida salarial”.
En el texto, el sindicalista había asegurado anoche que en las reuniones mantenidas para resolver el problema salarial de los trabajadores de la actividad se persistía “en ofrecer mejoras insuficientes, por lo que el gremio convocó a un paro de 24 horas para este jueves”.
Con la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, se repite el antecedente de diciembre pasado, cuando el sindicato de La Fraternidad supo acatar esta medida similar tomada por la cartera.
Los reclamos de sindicatos y organizaciones sociales por el contexto económico son una constante en el último tiempo en la Ciudad de Buenos Aires, pero también en distintos puntos del país. Esta semana, al igual que las anteriores, se anunciaron nuevas movilizaciones.
El reclamo por trabajo genuino y la entrega de más alimentos a los comedores también se hizo sentir con fuerza este miércoles. El Frente Piquetero, liderado por el Polo Obrero, amenaza con cortar los accesos a la Ciudad de Buenos Aires. La medida, inédita al menos en el último año, marca la profundización de las medidas de fuerza implementadas por los movimientos sociales más duros y pondrá a prueba la política del ministro de Seguridad Aníbal Fernández, ante los cortes totales en vías de tránsito de jurisdicción federal.
La primera señal sobre la posición que podría tomar el funcionario que reemplazó a Sabina Frederic, ocurrió el pasado 24 de septiembre. Ese día, el ex jefe de Gabinete se expresó en términos muy duros cuando un grupo de ex trabajadores ferroviarios intentó cortar las vías de la Línea Roca a la altura de la estación Kosteki y Santillán, ex Avellaneda.
Hasta ahora El Polo Obrero y las 40 organizaciones que forman parte del Frente Piquetero realizaron varias movilizaciones hacia el ministerio de Desarrollo Social en reclamo de una serie de medidas a las que, según Eduardo Belliboni, cabeza visible del PO, el ministro Juan Zabaleta no brindó respuestas. Entre ellas la creación de un millón de puestos de trabajo a través de un plan de obras públicas y la contratación de cooperativas y PyMES barriales.
Las marchas fueron masivas y contundentes, pero no cortaban los accesos. Generaban caos vehicular, sobre todo en la zona del Obelisco, en el Puente Pueyrredón, o en los alrededores del histórico edificio del ex ministerio de Obras Públicas.
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