El ex presidente Mauricio Macri, finalmente, declarará en el juzgado de Dolores en el marco de la causa que investiga si espió a familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan. “Llega el 19 y se presenta el 20″, aseguró hoy Hernán Lombardi, uno de sus principales colaboradores, en declaraciones a CNN radio.
El juez subrogante de Dolores Martín Bava había resuelto volver a citar al ex mandatario, que se encuentra en Estados Unidos, a prestar declaración indagatoria el próximo 20 de octubre luego de la fallida citación del pasado jueves. La semana pasada, además, Macri anunció que dará clases en Estados Unidos, por lo que la fecha de regreso al país era una incógnita.
“Hay que ser objetivo, ¿vos conocés a un juez que le prohíba salir del país a alguien que no es ni culpable y se lo cita indagatoria, y que además le prohíbe salir del país a alguien que es de público conocimiento que se encuentra afuera del país? También dice que no encontraba la dirección de la casa, habría que mandar la guía para se ubique o que mire el google maps. A nivel concreto, llega el 19 y se presenta el 20 para la fecha que está citado”, ratificó Lombardi.
Con relación a la primera citación, el ex presidente recién pudo notificarse en la tarde del miércoles. Fue a través de una cédula que recibió Juliana Awada y, vía la custodia, a través de Darío Nieto, su secretario privado y candidato a legislador porteño, según dejó registrado el juez Bava en el expediente.
Sobre su actividad académica en el exterior, Macri informó que aceptó la propuesta de “The Adam Smith Center for Economic Freedom” (Florida International University) para participar de una cátedra en su carácter de ex Presidente. En Estados Unidos estará gran parte del primer semestre de 2022, particularmente en el Estado de La Florida. Este anuncio fue criticado tanto por la vicepresidenta Cristina Kirchner como por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
La invitación estuvo a cargo a de Carlos Díaz-Rosillo, ex asesor de Donald Trump: “Su experiencia como presidente de la Argentina y su liderazgo en la implementación de políticas de libre mercado ofrecen la combinación perfecta del tipo de líder que buscamos que participen en esta beca”, argumentó en una carta.
El propio ex presidente se refirió a la convocatoria en sus redes sociales: “Será un honor unirme en 2022 al Adam Smith Center para interactuar y ser un mentor para futuros líderes en el ámbito de diseño de políticas públicas, con la mirada especialmente puesta en el progreso de América Latina”.
Instalado en Estados Unidos, en los últimos días Macri compartió una comida con su ex ministro de Economía, Nicolás Dujovne, cuyas imágenes se viralizaron en redes sociales. Antes había presentado su libro, “Primer Tiempo”. En ese país se enteró que la Justicia de Dolores lo había citado a declaración indagatoria. Fue a través de una alerta de Infobae que ingresó en su teléfono celular.
El juez Bava -que subroga el juzgado que comandó Alejo Ramos Padilla- firmó la primera citación a indagatoria para Macri en su rol de ex jefe de Estado. Busca determinar si desde el gobierno se buscó controlar los movimientos de los familiares de las víctimas a través de la Agencia Federal de Inteligencia entre fines de 2017 y diciembre de 2018. La denuncia había sido motorizada por la interventora Cristina Caamaño.
En la misma resolución en la que fue llamado a indagatoria Macri, fueron procesados los ex directivos de la AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, junto a un grupo de autoridades y espías de la AFI. “Los cargos más altos de la Agencia Federal de Inteligencia –en el período investigado- fueron quienes llevaron adelante la planificación, la organización y la distribución de la información ilegalmente producida por la Delegación de Mar del Plata; la cual llegó a lo más alto del Poder Ejecutivo Nacional”, señaló en aquella resolución.
A Macri se le imputan seis hechos, en donde se reportan fotos, búsquedas en redes sociales, seguimientos, infiltraciones en marchas y testimonios. A criterio de Bava, esas diligencias no guardaban relación con la seguridad del presidente sino que se trataban de tareas de “inteligencia ilegal” que buscaban controlar las protesta e influir en la opinión pública frente a los planteos que hacían los familiares de los tripulantes del Ara San Juan buscando respuestas y ayuda para encontrar a sus seres queridos.
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