Desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), conformada por agrupaciones allegadas a la Casa Rosada, hasta el Polo Obrero y las fracciones más duras de izquierda, los movimientos sociales reclaman por la reactivación económica y que esta devenga en la generación de empleos genuinos. Entienden que ese círculo virtuoso será el motor para ir reemplazando los planes por empleos.
Sin embargo, muestran dudas -o directamente rechazan- la iniciativa del gobierno nacional que tiene como objetivo “transformar, de manera gradual y con un criterio federal, los planes, programas sociales y prestaciones de la seguridad social en empleo formal, y llevar alivio económico para MiPymes”.
Los cuestionamientos y dudas de la tropa propia
“Para mí la ley básicamente es para generar deducciones impositivas a quién contrata a un persona con un plan social, tipo empalme, más capacitación y formación más acompañamiento. Es del estilo de lo que hicieron en la construcción. Genera instrumentos, ayuda, pero el cambio más profundo hay que generarlo a partir de fortalecer la economía popular y el cuentapropismo, que es lo realmente masivo”, opinó ante la consulta de Infobae el coordinador nacional de Somos Barrios de Pie, Daniel Menéndez.
Sus palabras no pasarán desapercibidas, es el único representante de los movimientos sociales en la boleta de candidatos a diputados nacionales de Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires y subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo local, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Juan Zabaleta.
Barrios de Pie y el Movimiento Evita fueron las principales organizaciones que, junto a otras, posibilitaron el masivo acto del jueves pasado en la cancha de Nueva Chicago en la que habló Alberto Fernández. Fue la concentración militante más importante desde el cierre de campaña de 2019.
“El proyecto presupone que hay posibilidades de transformar en empleo todo el trabajo que se realiza en la Argentina, y eso es imposible”, reflexionó Dina Sánchez, la secretaria general adjunta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular. Y desarrolla: “La teoría del derrame, la idea de que la reactivación económica va a permitir pleno empleo es absurda y desconoce las transformaciones que se vienen dando en el mundo del trabajo. El problema del proyecto no está en que se dé incentivos para que se registre más empleo formal y que incluso algunos trabajadores, que hoy son parte del Potenciar Trabajo pasen a trabajar en una empresa o una Pyme. El problema es pensar que esa es la solución al problema laboral en Argentina”.
Por esta razón, sostiene la dirigente social que “necesitamos políticas pensadas de manera integral” y agrega: “La Argentina debe fortalecer la economía popular, avanzar en el registro de empleo hoy informal como sucedió con el anuncio sobre trabajadores domésticas, garantizar el cuidado, capacitación y trabajo para los y las jóvenes. Todo eso no se resuelve con un programa sino con una política integral”, propone.
El proyecto de ley, que ya ingresó al Congreso, establece facilidades como el mantenimiento de los planes sociales por 12 meses como complemento del salario y el acceso a obra social y ART. Los trabajadores deberán capacitarse y completar cursos de formación para acceder. También podrán participar empleados de cooperativas municipales y de organizaciones sociales.
“Un Puente al Empleo” se centra en dos beneficios principales. Por un lado, propone la reducción de hasta el cien por cien de las contribuciones patronales para las nuevas relaciones laborales por hasta 24 meses por cada empleado, considerando como tope máximo la suma equivalente a dos salarios mínimos por cada uno y con una nómina tope incremental de 5 a 20 empleados.
Desde el Movimiento Evita, el más cercano a Alberto Fernández y también integrante de la UTEP, prefirieron no opinar sobre el proyecto. Aunque en estricto off the record reconocieron sus dudas. Sin embargo, ven con buenos ojos “que haya un proyecto de ley que permita discutir el tema del trabajo” y valoran que “sea un proyecto abierto, no cerrado y que hay muy buena predisposición a discutir, a aceptar críticas y posibles modificaciones y aportes”.
El diputado Juan Carlos Alderete, integrante de la bancada oficialista, y coordinador de la Corriente Clasista y Combativa, también se mostró sorprendido con la iniciativa parlamentaria del Gobierno. “Me parece que se debería consultar a las distintas organizaciones que vienen trabajando desde hace muchos años. La opinión de cada uno creo que no se tiene en cuenta”, dijo, y aseguró, al igual que los dirigentes del Movimiento Evita, que desconoce el proyecto.
“Hace años que los movimientos sociales luchamos por ‘trabajo’. No sólo lo peleamos, tratamos de llevarlo adelante, e incluso hasta presentamos proyectos en el Congreso: La ley de Tierra, Techo y Trabajo no es más que un plan para convertir los planes sociales en empleo formal y registrado, y al mismo tiempo avanzar en dar respuesta a uno de los temas más graves de nuestro país, el problema habitacional”, sostuvo.
Uno de los dirigentes de la CCC, Fredy Mariño, integrante de la Mesa Nacional de los trabajadores Desocupados y Precarizados expresó frente al Presidente: “Nuestra agenda es la generación de puestos de trabajo a través de la aprobación de la ley de Tierra, Techo y Trabajo, que también impulsa el papa Francisco”.
El ministro Zabaleta, presente en el acto del jueves, anunció apenas asumió que iba a “empalmar” los planes sociales, como el Potenciar Trabajo, con trabajo genuino. Sobre ese punto, Alderete fue tajante: “El programa Potenciar Trabajo no llega al 0,01% del presupuesto nacional. ¿Ese es el problema de la Argentina? Seamos serios”, opinó.
Luego, recordó: “Decía hace no mucho mi compañero Juan Grabois (del MTE) que el rubro Sustentabilidad del Mercado Eléctrico tiene treinta veces más presupuesto que el programa de los planes sociales. No vemos la lupa de muchos sobre esa plata. Claro, porque esa plata va para subsidiar luz barata para Techint, Siderar o Loma Negra que después nos venden lo que produce a precio dólar en el mercado interno. O para Cargill y los monopolios exportadores que se llevan las riquezas. Ahí está la plata de los subsidios, no en los planes sociales”.
Desde la mesa directiva de la UTEP, representada por Dina Sánchez, van en el mismo sentido. “Este es un error grave presidente Alberto Fernández. Si a esta altura tenemos que explicar la diferencia entre trabajo y empleo estamos peor de lo que pensábamos. Lo digo con la expectativa de que logremos avanzar en aquello que nos propuso como UTEP hace no tanto en Casa Rosada”.
-¿Por qué sostiene eso?
-El Presidente dijo que el objetivo es recuperar el trabajo y no sostener el plan social, que hay que recuperar “la cultura de trabajar”. Ahora yo le pregunto al Presidente: ¿Usted cree que quien junta cartones nueve horas por día no trabaja? Los trabajadores y trabajadoras que cobran un plan, en realidad un salario social complementario, trabajan y mucho, responde la número dos de la poderosa organización cuyo secretario general es Esteban “Gringo” Castro.
“Subsidio a la UOCRA”
Desde los movimientos sociales o grupos piqueteros más duros, enfrentados al gobierno nacional y que protagonizaron en las últimas semanas una maratón de cortes de calles y accesos a la Ciudad de Buenos Aires, la crítica al proyecto de ley impulsada por la administración Fernández es más dura aún.
Eduardo Belliboni, el principal referente del Polo Obrero le dijo a Infobae que el Frente Piquetero está de acuerdo en transformar los planes sociales en trabajo, pero, entiende que “eso lo va a hacer la economía, el desarrollo económico y no una ley que subsidia al gremio de la UOCRA conducido por Gerardo Martínez, un dirigente de la burocracia sindical vinculados a las patotas, a los barra bravas y a la violencia que se ejerce contra los trabajadores. Además, es un subsidio a las patronales”.
-¿Por qué dice eso?
-El proyecto de ley prevé dos tipos de subsidios. Uno para la capacitación, que va a hacer la UOCRA; y otro a las patronales, que si toman a alguien lo van a hacer sobre la base de un subsidio que lo pagan todos los contribuyentes. Es decir que el pueblo subsidia a las empresas que supuestamente van a construir algo.
Belliboni entiende que el “fondo del problema sigue siendo la falta de inversión del Estado en obras públicas y planes de viviendas”.
-Después de la ultima marcha que realizó el Frente Piquetero al Ministerio de Desarrollo Social, el ministro Zabaleta los recibió y ustedes le presentaron un programa para para la creación de un millón de puestos de trabajo: ¿tuvieron alguna respuesta?
-No. No nos llamaron más. Nuestro programa contemplaba las obras públicas, a través de cooperativas, PyMES, etc., en los casi cinco mil barrios populares a los que les falta de todo, desde agua potable, cloacas, a iluminación y asfalto. Eso crearía un millón puestos de trabajo genuino con inversión pública que además genera trabajo privado a través de la industria de la construcción y que abarca desde acero hasta madera, ladrillos, cal, cemento.
El dirigente del Polo Obrero entiende que la presencia del sindicalista Gerardo Martínez en el acto de Nueva Chicago tiene que ver con el programa “A Construir” que “implica un convenio de capacitación para beneficiarios de programas sociales, bajo el supuesto compromiso de ingreso a la obra pública en un cuadro de ajuste: decenas de miles de los destinatarios ya son albañiles desocupados, ¿me pueden explicar por qué hay que capacitar a los albañiles, yeseros, carpinteros, maestros mayores de obra, electricistas, encofradores y tantos otros rubros que se quedaron sin trabajo el año pasado, o el otro, y que conocen el oficio mejor que los burócratas sindicales?”, se pregunta.
Según Belliboni es “porque este es un subsidio millonario para la fundación de la UOCRA para que eduque a los trabajadores en los oficios de la construcción, algo absurdo porque hay cientos de miles de trabajadores que conocen perfectamente el oficio”.
“Maquillar los propios fracasos”
Silvia Saravia, la coordinadora nacional del Movimiento Barrios de Pie, una organización muy crítica al Frente de Todos y distanciada de Daniel Menéndez, opinó que: “Acá el primer problema que no aborda el gobierno de Alberto Fernández es el de la desocupación. Utilizan anuncios para maquillar sus propios fracasos y el resultado de las PASO. Es un fracaso que no solo viene de este gobierno, sino que existe hace más de 10 años. En lugar de generar y pensar programas y planes de desarrollo productivo para las economías regionales y PyMES, se los llenó de impuestos, jamás se les dio créditos accesibles, y menos se pensó en una protección a un sector que genera tanto trabajo”, opina la dirigente social e insiste en que el anunciado proyecto de transformar planes sociales en trabajo “es un anuncio cien por cien electoralista por el resultado que tuvieron a nivel nacional en las elecciones”.
La militante popular, que además coordina cientos de comedores y merenderos a través del Movimiento Barrios de Pie, sostiene: “Poner el eje en que los planes sociales se conviertan en trabajo es vivir una película de ficción. El gran problema para resolver es regularizar a las más de ocho millones de familias que tienen un trabajo totalmente en negro, que hacen alguna changa, o en el peor de los casos ninguna de las dos opciones”.
Segovia, al igual que Belliboni, entiende que “el anunciado proyecto de ley no existiría si el oficialismo no se viera obligado a revertir las elecciones en noviembre” y entiende que la pretendida baja en los planes sociales “tiene que ver con seguir dándole señales al Fondo Monetario Internacional de que van a darle continuidad al ajuste, que van a priorizar que les cierren los números y sus cuentas”.
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