“Fue el primer acto de unidad después de la crisis del Frente de Todos y el de mayor masividad desde el 2019. Fue un éxito. Va a revitalizar la campaña electoral para dar vuelta las elecciones PASO y ganar las legislativas del 14 de noviembre”. Ese es el análisis que realizaron los impulsores del encuentro organizado por los movimientos sociales alineados con la Casa Rosada y que tuvo como orador principal a Alberto Fernández. La presencia de los casi 40.000 militantes que lo vivaron fue una muestra más del respaldo irrestricto de los Movimientos Evita y Somos Barrios de Pie, entre otros, al Presidente.
Pese a la lectura optimista, el jueves por la noche se conoció una noticia que empañó el acto: la Justicia porteña allanó y clausuró la cancha de Nueva Chicago. La fiscal Celsa Ramírez, a cargo de la fiscalía especializada en eventos masivos del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (MPF), intervino de oficio para investigar si se violó el aforo del lugar.
Por el escenario pasaron los principales candidatos a diputados nacionales, como Victoria Tolosa Paz, los principales referentes de esas organizaciones sociales como Emilio Pérsico, Fernando “Chino” Navarro y Daniel Menéndez; y jefes comunales como la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, la primera dirigente del Evita en ganar una alcaldía y pareja de Esteban “Gringo” Castro, el secretario general de la poderosa Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
Su presencia y palabras no fueron menores. La dirigente del Evita ganó en su distrito las elecciones PASO a diferencia los intendentes camporistas como Mauro García, de General Rodríguez; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; el de Mercedes, Juan Ignacio Ustarroz, hermano de crianza del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, o el de Pehuajó, el kirchnerista con ingreso irrestricto al Instituto Patria, Pablo Zurro.
“Es un orgullo compartir este escenario con Alberto Fernández, Wado (de Pedro), Máximo Kirchner, y con todos mis hermanos, militantes y dirigentes de organizaciones populares que lucharon en la pandemia”, dijo la dirigente frente a la multitud que también la ovacionó.
Desde el estrado Mariel Fernández pidió lo que desde hace dos semanas realizan los movimientos sociales visitando casa por casa en el conurbano: “Necesitamos que el 14 de noviembre vayan a votar para apoyar” al Frente de Todos.
El espaldarazo que ayer recibió Alberto Fernández en el estadio de Nueva Chicago fue una bocanada de aire fresco en medio del clima de las tensiones que se vivieron en el frente gobernante después de la derrota electoral del pasado 12 de septiembre, y de la carta de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner solicitando cambios en el gabinete y el rumbo económico del Gobierno.
La masiva movilización comenzó en el conurbano profundo, La Matanza, Ituzaingó, Merlo, Moreno, Florencio Varela, José C Paz, Berazategui, Avellaneda, y terminó en las inmediaciones de la cancha de fútbol ubicada en el barrio porteño de Mataderos.
El acto tuvo sus idas y vueltas las semanas previas. Iba a ser en el estadio de Ferrocarril Oeste, el sábado pasado, pero el derrumbe de una tribuna en construcción obligó a una mudanza de día y locación. La convocatoria inició como un plenario de las organizaciones sociales bajo la consigna “Por la Unidad y la Victoria”, de cara a las próximas elecciones y con Alberto Fernández como principal orador; pero terminó en un acto político partidario mucho más amplio, con indiscutibles muestras de cohesión de fuerzas internas que conforman el Frente de Todos.
Además de las organizaciones sociales convocantes, entre las que asimismo se destaca la Corriente Clasista y Combativa (CCC), cuyo líder es el diputado maoísta Juan Carlos Alderete, estuvieron presentes el Frente Renovador de Sergio Massa, La Cámpora, sindicalistas como el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez o Hugo “Cachorro” Godoy de ATE; ministros como el de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; la directora ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, y hasta el piquetero y dirigente de Miles, Luis D’Elia.
Aunque el jefe de Estado le había dicho a Pérsico que él cerraría el acto, hasta veinticuatro horas antes de la convocatoria, funcionarios de la Casa Rosada hacían circular la versión de que esto no era así.
Como sea, Fernández asistió, y a su vez lo hicieron los principales dirigentes de las fuerzas que integran el Frente de Todos. La presencia del jefe de la bancada oficialista en la Cámara Baja, fue celebrada no solo por Fernández, sino por Fernando “Chino” Navarro, el articulador entre los distintos espacios de poder y pujas internas.
Después de la explosiva misiva de la vicepresidenta, la relación entre el Movimiento Evita, Máximo Kirchner y La Cámpora se volvió a tensar. Pérsico, Navarro y Menéndez, llamaron a una marcha a Plaza de Mayo para “apoyar a Alberto”, pero este mismo le pidió a Pérsico que lo “baje”. El diputado Kirchner había hecho notar que la movilización podía interpretarse como un acto contra la ex mandataria.
Al tomar el micrófono el hijo del ex presidente Néstor Kirchner sostuvo que “necesitamos que las y los argentinos se involucren” y agregó: “Sin el pueblo no podemos cambiar el destino. Sólo el pueblo va a salvar al pueblo”.
Pérsico y Navarro celebraron con aplausos sus palabras. A su turno el primero, con tono autocrítico dijo: “Hay que hacer las cosas diferentes. El crecimiento desde arriba es bueno, pero para que les llegue a todos y todas hay que crecer desde abajo”. En otro tramo de su vitoreado discurso el secretario de Economía Social propuso “llenar la política de pobres”; cuestionó la “alternancia” en la democracia en Argentina y consideró que debe haber 20 años de un gobierno perteneciente al “movimiento popular”.
Cristina de Kirchner aún hoy esta ofuscada con Pérsico. No olvida que, en las elecciones de 2017, el Movimiento Evita militó y apoyó la campaña a senador nacional por la provincia de Buenos Aires de Florencio Randazzo. En esa compulsa la ex mandataria perdió frente a Esteban Bullrich. La derrota fue ajustada. Aún hoy cree que los cinco puntos que obtuvo su ex ministro de Trasporte podrían haber cambiado su suerte en las urnas si este no se hubiese presentado.
Pérsico evade responder cuando se le pregunta por su actual relación con Cristina Fernández. Prefiere recordar que él conoció a Alberto Fernández cuando este era el jefe de campaña de Randazzo.
Por esta razón una de las frases elegidas en su discurso pareció un guiño a la presidenta del Senado: “Cristina dijo una vez una frase que a mí me enamoró mucho, que era que tenemos que tener un gobierno que se parezca a nuestro pueblo. ¿Saben de qué color es la tez de nuestro pueblo? Del color del Río Paraná. La tez de nuestro pueblo es del color del Río Paraná. Tenemos que llenar la política de pobres para construir el bien común”, apuntó, y Máximo Kirchner asintió desde su silla en el escenario.
“Fue un acto importante que muestra la unidad del Frente de Todos. Marca una nueva etapa de campaña en la que habrá mayor contacto con la gente. Con el entusiasmo de la militancia. Con una necesidad de dar vuelta un resultado adverso”, evaluó ante Infobae, Menéndez, candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, y aseguró que: “Vamos a entregar todo y un poco más, como lo hicimos durante la pandemia. Vamos a enfocar el horizonte en un camino de victoria para el 14 de noviembre y para eso necesitamos tener a nuestras fuerzas movilizadas, en la calle y en diálogo en el territorio para dar vuelta este proceso electoral que es importante para poner en marcha con mayor celeridad las políticas de gobierno que mejoren la situación de la gente”.
Antes, el coordinador nacional de Barrios de Pie precisó frente al Presidente: “La militancia popular quiere trabajadores incluidos en el mercado formal. Juntos como pueblo y militantes populares vamos a ir casa por casa planteando que tenemos un futuro”.
Desde hace dos fines de semana, los dirigentes y militantes de Somos Barrios de Pie recorren los 1.500 barrios populares del conurbano seleccionados para tomar contacto con casi un millón de vecinos y hacerles llegar el mensaje del Frente de Todos.
Fernando Navarro fue quizás el que mejor transmitió a los presentes el mensaje de unidad y la necesidad de llegar a los comicios sin fracturas internas, como venía ocurriendo desde la derrota. “Hoy todos y todas somos candidatos y vamos a ir barrio por barrio para convocar a votar y reconstruir a la Patria”, afirmó.
Alberto Fernández lo abrazo y felicitó al bajar del estrado. Ayer el mandatario comprobó una vez más la fuerza de convocatoria de los movimientos populares y el despliegue territorial que poseen. Confía en ellos para revertir el cachetazo de las urnas a solo dos años de gobierno.
Con ellos se siente seguro. Desde la dirigencia del Movimiento Evita esbozan una razón de peso. Le aseguraron al jefe de Estado que las organizaciones sociales que llegaron con él al poder no lo van a traicionar. La de ayer fue una muestra de esa devoción.
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