“Basta de ajuste. Ollazo popular en el Obelisco”. Bajo esa consigna, los movimientos populares más duros, los que no están alineados a la Casa Rosada, transformarán el centro porteño en un pandemonio desde las 10 de la mañana. La protesta está encabezada por el Polo Obrero, pero se unirán otras organizaciones que conforman el denominado Frente Piquetero, y que ya protagonizaron dos masivas movilizaciones al Ministerio de Desarrollo Social desde la asunción del nuevo ministro, Juan Zabaleta.
La protesta está anclada en los últimos datos de pobreza e indigencia difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) y que revelan que más del 54% de los menores de 14 año en el país viven en la pobreza.
“El INDEC acaba de anunciar las cifras de pobreza e indigencia de los últimos 6 meses que sufrimos los y las trabajadores en la Argentina. Nada de esto nos sorprende a los que vivimos esa realidad cotidianamente en nuestros barrios”, enfatiza Eduardo Belliboni, dirigente del PO y una de las cabezas visible del “almuerzo popular” que se desarrollará en las inmediaciones del Obelisco a partir las 12.
En un comunicado, los organizadores de la protesta afirmaron que el 40,6% de pobreza y el 10,7% de indigencia “son las cifras de la vergüenza nacional de la que son responsables todos los gobiernos de las últimas décadas. Desde la última dictadura genocida, la pobreza nunca dejo de crecer, mientras en los bancos y los sectores financieros nunca dejaron de enriquecerse”.
El 16 de septiembre pasado el Frente Piquetero reclamó frente al Ministerio de Desarrollo Social por alimentos que no llegaron a los comedores de las organizaciones sociales y apuntaron con dureza con críticas al ministro Zabaleta. Las organizaciones sociales vinculados a los partidos de izquierda, aseguran que, a diferencia de los movimientos sociales alineados con el Frente de Todos, como el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie, salen a la calle “porque el hambre no puede esperar más” y auguran que el gobierno de Alberto Fernández “nos va a llevar a una catástrofe social más aguda que la actual”.
Belliboni asegura que “la razón de fondo de que millones de personas viven debajo de la línea de pobreza son los salarios de hambre, la precarización laboral y la desocupación masiva, sobre todo entre los jóvenes”.
Por esa razón, el primer reclamo del “ollazo” de hoy es la generación de trabajo genuino en vez de “seguir repartiendo planes sociales” y que “ningún trabajador cobre por debajo de la canasta básica de 70.000 pesos”.
Es el mismo pedido que vienen realizando a través de las distintas marchas por el centro porteño y que, según palabras de los funcionarios nacionales “transformaron la Avenida 9 de Julio en un corsódromo”, recordando la frase que hace unos meses dijo Juan Grabois, el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y que también amenazó con salir a la calle si en el Congreso no avanza el proyecto de ley por el salario básico universal.
Para los dirigentes populares que complicará el tránsito en la Ciudad de Buenos Aires, “los comedores populares vienen asistiendo muy deficitariamente a millones de personas que simplemente no tienen para comer todos los días, los alimentos que entrega a estos comedores el ministerio de Desarrollo Social son una verdadera vergüenza, un 60 % del total de las entregas son polenta, fideos, sémola, y harina, hidratos de carbono, que hinchan la panza, pero no alimentan”.
La olla de hoy es una nueva protesta que forma parte del denominado “plan de lucha piquetero porque el hambre no se aguanta más y la pobreza es un escándalo en un país rico”. Hace más de un mes Belliboni y otros seis dirigentes sociales le presentaron al ministro Zabaleta “un plan de obras públicas y viviendas para la creación de un millón de puestos de trabajo”, sin embargo, hasta ahora no tuvieron novedades ni fueron convocados a una nueva reunión.
Desde el predio de la Rural, y en el cierre de la Convención Anual 2021 de la Cámara Argentina de la Construcción ayer el Presidente, con vistas a las próximas elecciones del 14 de noviembre, reconoció que “no nos hace feliz que haya tantos hombres y mujeres que viven de la asistencia del Estado” por lo que resaltó que hay que ver “cómo convertimos planes sociales en empleo, devolver dignidad de trabajo”. “No vamos a terminar con los planes sociales, pero debemos recuperar la cultura de trabajar”. Definiciones que coinciden con los principales reclamos de las organizaciones piqueteras.
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