Los integrantes de la agrupación identificada con las siglas RAM son los principales sospechosos del ataque al que el Gobierno de Río Negro denunciará como “terrorismo”. El hecho ocurrió en el campamento de Vialidad Provincial, este domingo a la noche en el camino al cerro Catedral, a unos 15 kilómetros del centro de Bariloche.
La pesquisa que iniciaron los investigadores para determinar quiénes fueron los responsables del atentado involucra, de manera directa, a los integrantes de ese grupo, que lidera el convicto Facundo Jones Huala, quien cumple una condena en Chile por ataques similares.
La RAM se adjudicó el ataque al campamento de Vialidad Provincial, sin mencionar el incendio que afectó parcialmente el centro de informes turísticos de El Bolsón. Sin embargo, la Gobernadora Arabela Carreras señaló que habría similitudes “en la forma de accionar”. No obstante, sostuvo que ambos casos se encuentran en plena etapa de investigación.
La RAM se autodefine como “el brazo político militar de las Lof en conflicto” en la región. Depende del Movimiento Mapuche Autónomo del Puelmapu y se adjudicó el ataque a las dependencias provinciales de Vialidad, en las que resultaron afectadas las instalaciones y dos máquinas viales. En el ataque una pareja fue maniatada y los autores dejaron escritos con amenazas a la mandataria rionegrina y a funcionarios judiciales.
Además, según confirmó la Secretaria de Estado de Seguridad y Justicia, Betiana Minor, los agresores expresaron verbalmente a las víctimas del atentado amenazas de muerte, en el mismo sentido que el escrito.
“Venimos a reivindicar la acción de sabotaje realizada en la noche del 3 de octubre en inmediaciones del camino al cerro Catedral” expresó la RAM, a través de un comunicado de prensa que fue remitido a los medios de comunicación, haciendo mención al ataque al campamento de Vialidad, el cual presta servicio a la “industria turística de la clase alta, la burguesía de Bariloche y es financiado por grandes capitalistas y con respaldo del poder político”.
Además reivindicaron otros atentados ocurridos en el último tiempo en la región, aunque aclararon que no tuvieron responsabilidad en los devastadores incendios forestales ocurridos durante el verano en la Cordillera.
Argumentaron que el accionar, catalogado como terrorista por el gobierno provincial, “viene a apoyar y fortalecer de forma concreta los distintos procesos de recuperación territorial en la zona, en particular la desarrollada en Cuesta del ternero” en manos de la autodenominada agrupación mapuche Lof Quemquentreu, donde la Policía de Río Negro custodia de un predio privado, que fue usurpado hace más de 10 días por un grupo mapuche, en el que aún permanecen varios de sus integrantes. “Es un plan de recuperación territorial, reconstrucción integral de nuestro mundo como camino a la liberación nacional mapuche, mediante autodefensa y sabotajes” admitieron.
La RAM se caracteriza por defender su ideología por la fuerza. Su creencia se basa en la imposibilidad de alcanzar acuerdos pactados o consensuados, sino a partir de ataques, atentados violentos y confrontaciones. El instrumento por excelencia es la violencia.
“Seguimos sosteniendo que la Resistencia Ancestral Mapuche más que una orgánica formal de corte occidental, es un nivel de conciencia y compromiso revolucionario por la liberación de nuestro Pueblo Nación” dicen.
También rechazan cualquier salida negociada “porque creemos que no están dadas las condiciones como pueblo para ello, sino que debemos seguir acumulando fuerzas en la confrontación, creciendo en experiencia combatiente” anuncian.
La Resistencia Ancestral Mapuche opera desde hace más de 10 años en la Patagonia, tanto Argentina como Chilena, con numerosos ataques en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut, y en varias provincias trasandinas.
Los distintos delitos que comete la RAM responden a un mismo objetivo político, que es promover una lucha insurreccional contra el Estado argentino y la propiedad privada de la tierra. La RAM considera que el estado argentino y sus leyes son ilegítimos.
El primer incidente registrado y atribuido a la RAM fue en el año 2009, cuando un grupo de personas rompió los vidrios de una estación de servicio en la ciudad de Esquel (Chubut), en oposición a las “inversiones capitalistas petroleras”.
Desde ese episodio protagonizó innumerables ataques terroristas y vandálicos en Argentina y Chile, cada vez con mayor frecuencia, aunque la extradición a Chile de Jones Huala – condenado por un atentado incendiario ocurrido en 2013 contra el fundo Pisú Pusé, en Valdivia- apaciguó lo episodios violentos.
Ataque a Gendarmería
Luego del ataque al campamento de Vialidad Provincial, instalaciones de Gendarmería Nacional en El Bolsón fueron blanco de otro atentado. Las instalaciones del área Sanidad de esa fuerza federal fueron atacadas por supuestos integrantes de la misma comunidad mapuche, donde dejaron banderas con inscripciones mapuches.
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