El ministerio de Salud de la Nación, en conjunto con los ministerios de los 24 distritos del país, acordaron durante un nuevo encuentro del Cofesa comenzar a vacunar a los menores, de entre 3 y 12 años, con las dosis de la vacuna china de Sinopharm.
Como parte de ese acuerdo se decidió que lo primero que se hará es avanzar con la vacunación de aquellos niños que tienen comorbilidades, para luego continuar con los que no tienen. En total son cerca de 6.700.000 de chicos que, de vacunarse en su totalidad podrían tener aplicada la primera dosis durante el mes de octubre.
En la reunión, que fue encabezada por la ministra Carla Vizzotti, hubo una demostración de confianza por parte de todos los ministros de Salud para con la aprobación de la ANMAT a la vacuna china en menores de edad. Coincidieron en la necesidad de avanzar sobre la población pediátrica cuanto antes.
Las autoridades sanitarias del país entienden que con la inmunización de los menores podrán bajar el nivel de transmisión del virus, ampliar el nivel de inmunidad de la sociedad y evitar que los menores se conviertan en un reservorio del Covid-19, lo que retrasaría el final de la pandemia.
Según los estudios existentes hasta el momento, el virus no se manifiesta en formas graves en los menores de edad, pero sí podría generar complicaciones en aquellos que tienen enfermedades prexistentes. Por eso hubo consenso pleno para avanzar por ese subgrupo de niños.
La desconfianza sobre la aplicación de la vacuna en menores se generó luego de que la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP) pidieran más evidencia científica sobre el inoculante.
El ministerio de Salud mantendrá esta tarde una reunión con esas entidades con el fin de evacuar todas las dudas sobre el proceso de vacunación pediátrica, pero no podrán brindar más detalles que los que ya conocen. Se debe a que la ANMAT, el organismo que regula y aprueba la utilización de las vacunas, no puede revelar los informes enviados desde china.
Esa imposibilidad se debe a un acuerdo de confidencialidad que existe con todos los laboratorios, no solo con el chino, sobre los datos que se obtuvieron de los estudios de las distintas fases de prueba. La entidad nacional no los puede revelar. “Los documentos no los conoce ni Vizzotti”, indicaron cerca de la funcionaria.
Durante los últimos días representantes de la ANMAT mantuvieron encuentros virtuales con investigadores de Emiratos Árabes, uno de los lugares donde la vacuna empezó a ser aplicada en la población pediátrica y desde donde salieron los primeros estudios de Fase 3 que tomó la entidad nacional. El otro es China, el creador y desarrollar de la vacuna.
La Sinopharm es la única vacuna de las que tiene la Argentina que tiene la aprobación para ser aplicada en menores de 12 años. La de Pfizer, que comenzará a llegar con mayor frecuencia a partir de esta semana, aún no tiene la habilitación. Desde el laboratorio enviaron los datos a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para una revisión inicial.
“Estamos tranquilos que las vacunas son seguras y no van a dañar a los niños”, explicaron a Infobae desde la cartera sanitaria, además de resaltar que la vacuna de Sinopharm utiliza la modalidad del virus atenuado que, según revelaron, “son las más seguras para los menores de edad”.
Hay provincias que ya abrieron la inscripción para los menores, como es el caso de Buenos Aires, pero avanzarán cuando se haga el lanzamiento formal del plan de vacunación pediátrica. Las autoridades sanitarias creen que para fin de año el total de la población argentina con posibilidades de vacunarse tendrán, al menos, una dosis colocada.
En paralelo al comienzo de la vacunación pediátrica, continuarán avanzando con el universo de 5.700.000 adolescentes, de entre 12 y 17 años. Ese objetivo del operativo de vacunación se puso en marcha con las 581.490 dosis de la vacuna de Pfizer que Argentina recibió en el último mes.
La clave para que esa vacunación tome volumen es que comiencen a llegar las dosis prometidas por el laboratorio norteamericano. El contrato es por 20 millones de dosis, que deberían ser enviadas durante el último trimestre del año. El compromiso contractual marca que Pfizer mandará, a partir de ahora, cerca de 1.200.000 dosis por semana.
Tercera dosis
Durante la reunión del Cofesa también hubo consenso de la mayoría de las provincias para, por el momento, postergar la posibilidad de aplicar una tercera dosis como refuerzo. Advirtieron que, desde el punto de vista epidemiológico, no hay necesidad de acudir a una tercera aplicación en el corto plazo.
En el Ministerio de Salud sostienen que el camino a seguir como modelo es el del Reino Unido donde hubo una distancia mayor a un mes en la colocación de la segunda dosis y, si bien aumentó la cantidad de contagios, se redujo notablemente el número de muertos.
En cambio, en Israel colocar las dos dosis de la vacuna tan seguidas no generó un efecto positivo y muchas personas que completaron el calendario de vacunación en formato exprés hoy deben recibir la tercera dosis para aumentar su nivel de anticuerpos.
SEGUIR LEYENDO: