A pesar de la alta expectativa que había por la reaparición pública de Cristina Kirchner luego de la contundente derrota electoral en las PASO y la carta que detonó cambios en el Gabinete, el acto en el que se anunció una ley con beneficios para el campo ocurrió sin fuertes declaraciones. La ex presidenta se retiró sin hablar. Los únicos oradores fueron el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, y el mandatario Alberto Fernández.
Sin embargo, el evento fue la primera vez que ambos mandatarios se mostraron juntos luego de la crisis política que casi deriva en una fractura del Frente de Todos. Alberto Fernández realizó un discurso moderado, en el que resaltó los beneficios de la nueva iniciativa y convocó, como en la campaña de 2019, a la unidad de los argentinos y a la “cultura del diálogo y el encuentro”.
“Alguna vez escribí que desde que soy presidente tuve 99 días de normalidad y después le ocurrió a la argentina lo que le ocurrió al mundo. Estoy sintiendo que el día 100 está llegando. Tenemos que hablar de lo que debemos hacer para encontrar el rumbo y construir la argentina que nos hace falta. Esta ley tiene que ver con eso”, expresó el jefe de Estado.
Y agregó: “No es una ley cualquiera. Es una ley construida con un criterio federal muy claro. Participaron gobernadores y universidades de todo el país. Grandes y pequeños productores. Todos han sido oídos. Es una ley que lo que más ayuda es al desarrollo integral de la Argentina. Quiere decir que la Argentina pueda avanzar y todos tengamos oportunidades de crecer y desarrollarnos. Nadie quiere un país en donde algunos ganen y otros pierdan. Necesitamos construir un país en el que todos ganen para que el desarrollo sea armónico. No hace falta que todos pensemos igual. Lo que no podemos discutir es la necesidad de avanzar, crecer y dar igualdad a una sociedad tan desigual como en la que vivimos”.
Durante su discurso y bajo la atenta mirada de la vicepresidenta, Alberto Fernández destacó que el proyecto de ley fue un trabajo entre ministros, industriales y universidades que duró más de un año y agregó: “Es el resultado de escucharnos. Se hizo en el Consejo Económico Social que encabeza Gustavo Beliz y participaron muchos ministros. Es una ley que reivindica la cultura del reencuentro”.
Además, resaltó que la ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial fue “construida con un criterio federal claro” y destacó que “es lo que más ayuda es al desarrollo integral argentino para que pueda crecer y avanzar”. “Nadie quiere un país donde algunos ganen y millones pierdan”, resaltó y aclaró que “no podemos discutir la necesidad de crecer. El camino es el camino que estoy reivindicando: la cultura del encuentro y del diálogo”.
El mandatario recordó la necesidad que tiene el país para que ingresen divisas, en especial, por la deuda que debe enfrentar ante el FMI. “Seguimos creyendo en la cultura del diálogo. Algunos usaron la pandemia para dividirnos y quiero que terminemos con el desencuentro. Dejemos de lado a los cultores del ‘no se puede’. Es hora de que podamos construir un país que nos merecemos, un país que le diga ‘no’ a la división”.
A su turno, el flamante ministro Julián Dominguez convocó a los presentes denominar al proyecto como “agrobioindustrial” y destacó que el Gobierno puso “mucho énfasis en las posibilidades de abrir el mercado”. “La pandemia postergó nuestros encuentro personales y de trabajo. En esta nueva etapa el Presidente nos encomendó retomar el diálogo como plataforma social para crecer”, destacó.
“Nuestro deber es administrar con responsabilidad los saldos exportables de la Nación”, explicó Domínguez y resaltó que esta ley “implica un impulso para industrializar” y que “genera estímulo fiscal para mejorar el rendimiento”.
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