La llegada de Martín Insaurralde y Leonardo Nardini al gabinete de la provincia de Buenos Aires es también una señal paralela hacia la elección de 2023 cuando se deban elegir cargos ejecutivos, ya que hay más de 90 intendentes que no podrán ir por un nuevo mandato debido al impedimento legal que establece la ley 14.836. La norma es explícita: “Durarán en sus funciones el término de cuatro (4) años y podrán ser reelectos por un nuevo período. Si han sido reelectos no podrán ser elegidos en el mismo cargo, sino con intervalo de un período”. Sin embargo, por los pedidos de licencia que ya se ejecutaron y que están en trámite se abre la puerta para que el actual período 2019-2021 no sea considerado como mandato completo, porque así se detalló en la reglamentación de la norma.
Entonces, con la jura como ministros provinciales, tanto Martín Insaurralde como Leonardo Nardini, -que se desempeñaban como intendentes de Lomas de Zamora y Malvinas Argentinas, respectivamente- se suman al grupo de intendentes que ya pidieron licencia en sus funciones por haber saltado a un cargo ejecutivo o que lo harán a partir del 10 de diciembre cuando arriben a la Legislatura bonaerense. Un camino que no distingue entre oficialistas y opositores.
Es que en las listas provinciales del Frente de Todos aparecen el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, encabezando por la Tercera sección electoral y el intendente de Carlos Casares, Walter Torchio, haciendo lo propio por la Cuarta sección electoral. Ambos intendentes tienen pasaporte asegurado tanto a la Cámara de Diputados como al Senado bonaerense.
También aparece Carlos Puglielli, intendente de San Andrés de Gilés, en el tercer lugar por la Segunda sección electoral. De repetirse los resultados de agosto pasaría a ocupar una banca legislativa y por ende podrá pedir licencia en el municipio.
En el mismo camino, pero con una situación más incómoda, aparece el intendente de Salto, Ricardo Alessandro, que ocupa el séptimo lugar en la lista a diputados provinciales por la Segunda Sección electoral. Un poco más arriba, en el quinto escalón, se anotó el jefe comunal de San Pedro, Cecilio Salazar.
La llegada de Nardini a Infraestructura también le allanó el camino al jefe comunal de Punta Indio, Hernán Y Zurieta, ya que con el cambio ministerial fue designado como nuevo director de Vialidad en la provincia de Buenos Aires.
Los intendentes del conurbano peronista también tienen esta carta para jugar. Es que desde que asumió el gobierno de Alberto Fernández lentamente fueron mudándose a funciones en el Ejecutivo nacional. Allí están los actuales ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis (San Martín); Desarrollo Social, Juan Zabaleta (Hurlingham); Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi (Avellaneda).
Del interior se anotan el secretario de Hábitat, Santiago Maggiotti (Navarro), y el Director Nacional de Desarrollo de Obras del Ministerio de Transporte de la Nación, Francisco Echarren (Castelli).
En el Frente de Todos los movimientos que venían dándose en el grupo de intendentes abrían un paraguas para que, si los resultados electorales no acompañaban, se buscara otro camino para saltar la ley que no sea a través de una modificación de la norma por medio de la legislatura.
Poco a poco los intendentes iban mudándose y faltaban algunos movimientos de peso, como fueron los de Martín Insaurralde y Leonardo Nardini, dos de los que hasta el momento tenían fecha de vencimiento para su reelección como intendentes. Todavía quedan algunos intendentes peronistas con destino acotado. Es decir, que gobiernan ininterrumpidamente desde 2015 y que, de no haber modificaciones, no podrán ser reelectos en 2023: Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Gustavo Menéndez (Merlo) son dos nombres que se resaltan, aunque hay varios más.
La ley del fin del mandato de reelecciones indefinidas había sido un clausula en el acuerdo macro de gobernabilidad trazado entre la ex gobernadora María Eugenia Vidal y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, en el año 2016. Y pese a que ahora Massa integra el Frente de Todos, su posición sigue siendo la misma que hace cinco años. “Sergio no va a borrar con el codo lo que escribió con la mano”, remarcaron ante la consulta de Infobae desde el entorno del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. Entonces, para ir por una modificación en la Legislatura no estarían los votos.
El tema no solo afecta al espectro peronista. En Juntos, puntualmente en el radicalismo, también hay intendentes candidatos a la Legislatura bonaerense que podrían pedir licencia para regresar en 2023. Primero, deberán ser electos. Pese a ello tienen expectativas de llegar a una banca provincial en esta elección de medio término el intendente de Rojas, Claudio Rossi, quien quedó en tercero en la lista por la Segunda sección electoral y la intendenta de General Arenales, Érica Revilla que encabeza por la Cuarta sección.
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