El candidato a diputado por los libertarios Javier Milei expuso en el Primer Congreso Iberoamericano de Liberalismo Cultural organizado por la Fundación Libertad y subrayó las ideas que lo llevaron a tener casi el 14% de los votos durante las PASO en la ciudad de Buenos Aires.
El economista participó del panel “Economía en clave populista: emisión, deuda y gasto en Iberoamérica” junto a sus colegas de Brasil Ricardo Gomes y de España Daniel Lacalle.
Milei hizo un repaso de lo que entiende son “las cuatro etapas del populismo” en donde todo el tiempo hizo referencia al keynesianismo y marcó que “el caso más claro fue el kirchenerismo”. Al respecto, detalló: “Primero tuvimos la salida de la convertibilidad, vía una fuerte corrida en el mercado de cambios, luego generó una fuerte contracción de la cantidad de dinero, contrajo la demanda, se generó recesión, un nivel de tensión social muy fuerte y termina saliendo del sistema”.
“Así fue que los K primero hicieron keynesianismo con emisión monetaria y ahí teníamos que durante los primeros 4 años la economía se expandía al 8% y la inflación era del 10%. Con el primer gobierno de Cristina Kirchner la economía se expande al 4% y la inflación llega al 20% y durante la segunda presidencia no se creció y llegó al 30% la inflación”.
Luego describió, con menor detalle, el gobierno de Mauricio Macri, y señaló que en ese mandato “se acelera más la inflación y sobre el final hay una caída muy abrupta”, pero acá hace una diferencia porque “no solo de la elección del 2019, sino de violentar la independencia del Banco Central en diciembre de 2017″.
Lacalle apoyó la idea respecto de no diferenciar a Macri de Kirchner: “El error de Cambiemos fue hacer Kirchner menos 30%. Los liberales tenemos que pelar a fondo contra los populistas”.
Milei recibió el apoyo y las felicitaciones de sus colegas del panel y, aunque buena parte de la conversación giró en torno a la “discusión cultural” en donde todo aquello que no tomaba los valores del liberalismo era denominado como “socialismo” y que el ser humano es “naturalmente liberal” y que el socialismo terminaba “engañando” a la sociedad, el candidato a diputado por la ciudad de Buenos Aires apuntó a la “casta política” como suele hacer en sus discursos de campaña.
“El populismo no funciona desde la macro, desde la moral y es inviable en el largo plazo. Pero en la transición que dura se puede ganar votos, por eso la usan. A esas ratas miserables e inmundas -los políticos-, cuyo máximo ídolo es Mickey Mouse porque es una rata asquerosa que busca ser amada por la gente. Eso lo pueden ver hoy en la economía argentina, está a punto de estallar pero siguen haciendo lo mismo”.
Pero aunque Milei hizo todo una parte de su exposición haciendo referencia a la economía, el panel estaba integrado para discutir la postura moral del populismo y el análisis que hacen los libertarios al respecto. Por eso, para finalizar, le pidieron al candidato porteño, que seguramente pasará a formar parte de la clase política a partir del 10 de diciembre, que haga una reflexión al respecto.
“Nosotros, los liberales, no sólo somos superiores en la cuestión productiva. La caída del muro dejó en evidencia que el socialismo real no funciona. Pero la superioridad era tan grande en el plano productivo de los liberales que se corrieron de la batalla moral, y en el fondo eso es lo más importante la batalla cultural”, expresó.
Y agregó: “Si el capitalismo fuera injusto, es decir sus bases morales fueran erróneas, el sistema ameritaría ser destruido porque no es justo. Los socialistas inventaron fantasmas y crearon la idea de que el capitalismo es injusto cuando en realidad es el único que es justo. Ellos se adueñaron y se arrogaron de una superioridad moral a partir de la cual juzgan al capitalismo por sus resultados, pero no solo que los leen mal, sino que comparan resultados contra sus falsos altruismos”.
“Eso ocurre porque los liberales nos corrimos de la batalla en el plano de la moral, por eso el eje central de la discusión sea la cuestión moral. Toda mi argumentación pública se basa en una argumentación de índole moral”, finalizó.
Luego de casi dos horas de exposición, los disertantes se despidieron remarcando la idea de la pelea cultural contra el populismo. Quizás el más claro respecto del posicionamiento del grupo fue el español Lacalle, quien dijo que “los principios no se cuestionan, se defienden, sobre todo cuando tenemos razón”.
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