En medio de la crisis política que dejó la derrota del Frente de Todos en las PASO en casi todas las provincias del país, el presidente Alberto Fernández decidió retomar los lineamientos del esquema de poder que había trazado durante la campaña de 2019 y en los primeros meses de gobierno, del que se había desviado, a través de un encuentro presencial con los gobernadores peronistas.
Desde el año pasado, la relación con los mandatarios provinciales había quedado principalmente en manos del ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro y ellos mismos habían advertido que se sentían “descuidados” por el Presidente.
Tampoco ayudaron a la buena salud del vínculo los cruces durante la pandemia por las diferencias en torno a las medidas sanitarias contra el coronavirus por lo que Alberto intenta reconstruir su capital político con su apoyo y aprobación para llegar mejor posicionado a las elecciones de medio término del 14 de noviembre.
Para ayudarlo a cumplir ese objetivo, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, abrió las puertas de su provincia e invitó al Jefe de Estado a que se sumara a un encuentro con los gobernadores del llamado Norte Grande al que después se sumaron varios más por expreso pedido de Alberto Fernández. Algunos, como el gobernador Axel Kicillof se excusaron y tuvieron que hacerlo de manera de virtual.
Antes del “almuerzo informal de trabajo”, tal como lo definió Quintela, el gobernador se mostró muy conforme con los cambios de Gabinete implementados por el Presidente a pedido de la Vicepresidenta Cristina Kirchner porque “ella tiene una capacidad evaluativa de la realidad muy importante”, señaló.
“Yo creo que la vicepresidenta Cristina Kirchner es el cuadro político más importante de la última década, no solamente de Argentina sino de Latinoamérica”, destacó Quintela al ser entrevistado en Radio Mitre. Y agregó: “Está a la altura de los estadistas más importantes del mundo al igual que Alberto. Son los dos cuadros más importantes que tiene el país”.
Después de la reunión de los gobernadores, Quintela destacó el “compromiso fortísimo” expresado por los mandatarios provinciales del Frente de Todos al Presidente. “Hubo una evaluación, un análisis profundo de cuáles son los errores que hemos cometido”, contó. “Pudimos conversar, charlar, debatir, discutir y sacar una propuesta común”, enfatizó al ser consultado por Télam.
Quintela dijo que se trató de “un compromiso de todas las provincias argentinas que conduce nuestro espacio para trabajar fuertemente para revertir esta situación”, en “beneficio fundamentalmente de las argentinas y los argentinos”.
“No hay nada más importante que eso, están por sobre los intereses de los sectores, de los partidos políticos y de cada uno de nosotros”, remarcó el gobernador riojano.
En la reunión participaron en forma presencial, además del Presidente y el nuevo Jefe de Gabinete, Juan Manzur, los gobernadores Sergio Uñac (San Juan), Jorge Capitanich (Chaco), Raúl Jalil (Catamarca), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Mariano Arcioni (Chubut).
De forma virtual, estuvieron los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Omar Perotti (Santa Fe) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
Ayer, con una reunión en La Rioja que se publicitó esmeradamente a través del área de Comunicación de la Presidencia, Alberto Fernández montó en escena junto a los gobernadores el acuerdo que le permitirá tener cierta base de apoyo en el Senado -donde el mando principal está en manos de Cristina Kirchner-, y en la Cámara de Diputados, donde la mayor parte de los legisladores representan al pueblo de la provincia de Buenos Aires, el territorio donde se encuentran los votos de la Vicepresidenta.
“La reunión con los gobernadores implica empezar a salir de la situación pantanosa en la que estaba el Gobierno. Y muestra reflejos políticos, algo que estaba faltando”, describieron desde la Casa Rosada.
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