Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de septiembre pasado dejaron varias lecciones. Una representación política fragmentada, donde apenas Juntos por el Cambio (JxC) pudo conservar algo de los votos obtenidos en 2019 con una interna muy competitiva, y una fuerte caída de participación electoral que contribuyó a la catastrófica derrota para los precandidatos del Frente de Todos. Pero no fue solo eso. La campaña electoral en su conjunto provocó un importante rechazo en gran parte de la ciudadanía, con el agregado que registró una alta volatilidad del voto en todo el proceso político.
Son algunas de las conclusiones que se desprenden de un informe elaborado por la consultora Taquion, que encabeza el politólogo Sergio Doval. Los datos arrojan tendencias claras sobre la percepción de la competencia:
- El 85% de los argentinos sintió “vergüenza ajena” frente a algunos spots de campaña.
- Un 51,7% de los jóvenes decidió su voto la última semana de la campaña, el día de las elecciones o en el cuarto oscuro.
- 4 de cada 10 argentinos está conforme con los resultados de la elección.
- Y 4 de 10 argentinos afirman que consideraron votar por otro candidato distinto al que finalmente votaron.
La investigación apunta a detectar las opiniones en torno a las campañas electorales, y la eficacia de las estrategias de los partidos y su impacto en la votación. La encuesta toma en consideración distintas variables: la comunicación de los candidatos, los spots y las redes sociales, el rol de los jóvenes, los motivos de elección por un frente o candidato y las razones de quienes no fueron a votar.
La evidencia del reporte da cuenta que “la volatilidad electoral ha aumentado y la importancia de enmarcar un proyecto largoplacista, convincente y sensato adopta mayor relevancia”. De ahí se desprende que 4 de cada 10 consultados hayan indicado que consideraron votar por otra opción electoral. De los grupos sociales relevados, el 13,2% de la generación Z (jóvenes menores de 25 años) resolvieron su sufragio en el mismo cuarto oscuro.
Por otro lado, hay información que tiene una apariencia contradictoria. El 75,1% de los encuestados afirma que, de cara a las elecciones de noviembre, van a mantener su voto al mismo espacio político. Pero mientras el 55% de los argentinos siente “esperanza, optimismo y entusiasmo” por el resultado de las PASO, solo el 49,6% se sienten representados por sus candidatos.
Según la consultora, este tipo de aseveraciones tienen un matiz. “Dos meses, en una coyuntura adversa, con disputas intrapartidarias, presunta crisis de gobernabilidad y un considerable porcentaje de personas que no fueron a votar o que optaron por ocpiones por fuera de los frente principales, podría decirse que es un lapso largo y que no hay nada definido”, considera el informe de Sergio Doval.
En el análisis detallado por alianza electoral o candidato, el nivel de representatividad de las opciones varía. Por ejemplo, una pregunta sobre el grado de convencimiento puede desprenderse de la pregunta “en qué momento se decidió por votar a un determinado candidato”.
Según la información recolectada, Luis Zamora de Autodeterminación y Libertad (AyL) encabeza el listado de candidatos a diputados nacionales en la que el electorado se definió “a última hora”. El 29% de sus votantes decidió el voto el mismo día de las elecciones, mientras que el 46,9% en la última semana de la campaña. Le sigue Adolfo Rubinstein (UCR), uno de los protagonistas de las PASO de Juntos por el Cambio: el 11,8% se definió en el cuarto oscuro, y 51,5% en la última semana de la campaña. En tercer lugar aparece el Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U), donde el 18,8% de los votos que lidera la boleta de Myriam Bregman se decidió el mismo día de las elecciones, y el 28,9% en el cuarto oscuro.
En la Provincia de Buenos Aires hay algunas variaciones. Más del 15% de los votos, entre todas las listas, se definieron durante la última semana. La proporción crece en la boleta de José Luis Espert (20,7%) de Avanza La Libertad, pero es más sensible entre la opción por Nicolás del Caño (FIT-U), donde el 8,5% de los sufragantes resolvió depositar esa boleta en la noche anterior, el 11,1% el mismo día de las elecciones y el 22,7% en el cuarto oscuro. El caso de Florencio Randazzo por Vamos con Vos es parecido: el 36,1% decidió la última semana y el 22,8%, el mismo día y en el cuarto oscuro.
Las listas del Frente de Todos, tanto las de Leandro Santoro (CABA) como las de Victoria Tolosa Paz (PBA), tienen una alta definición de votos antes del comienzo de la campaña electoral o durante su inicio, lo que da cuenta de un voto partidario muy consolidado. Mientras que la boleta de Ricardo Lopez Murphy (Republicanos), de la interna de JxC, se repartió casi en partes iguales entre los distintos momento considerados en que se definió el sufragio.
Otra de las variables estudiadas es el nivel preciso de representación que tiene cada candidato. Es decir, no hay una linealidad entre voto y grado de aceptación de su plataforma electoral. Ante la pregunta “Me siento representado por mi candidato en estas elecciones”, los dirigentes de los extremos ideológicos son los que concitan mayor presencia de respuestas que indican que está “poco o nada de acuerdo” con esa oferta.
En la Ciudad de Buenos Aires, el 26,6% de los votantes de Luis Zamora contestaron que se sienten “poco/nada de acuerdo” con sus ideas, y el 41,85% respondió “no sabe/no contesta”. En tanto, el 19,9% de los votantes de Javier Milei dijeron que expresaban algun tipo de desacuerdo con él, y el 15,1% indicó que “no hubo propuestas de campaña”. Un caso curioso, nuevamente, es el de Adolfo Rubinstein, que cosechó un 40,3% de este tipo de respuestas donde se visualizó falta de representación.
En el otro extremo, si bien obtuvo el 25% de los votos en las PASO, el 81% de las personas que eligieron a Leandro Santoro dijeron que se sentían representadas por este candidato.
En Provincia de Buenos Aires, se registró al menos en el 20% de respuestas que indicaron -en cada una de las plataformas electorales- que se sienten “poco o nada de acuerdo” con la frase “me siento representado/a por mi candidato/a”. Es decir, se puede concluir que la oferta electoral es menos representativa que la de la Ciudad de Buenos Aires, ya que en dicho distrito obtuvo mayores niveles de conformidad.
El candidato bonaerense que registró menor distancia entre la representación y el voto es Jose Luis Espert. El 74,6% de las respuestas de sus votantes plantearon que está “muy de acuerdo” o “bastante de acuerdo” con él.
El Frente de Izquierda-Unidad, desde ese punto de vista, tiene la representación ideológica más débil. El 63% de los votantes de Nicolás del Caño expresaron que están “poco” o “nada de acuerdo” con sus ideas o su candidatura. Le sigue en orden de desacuerdo Florencio Randazzo, con el 45% de respuestas que dan cuenta de inconformidad; Facundo Manes (UCR), con el 33,1 por ciento; Victoria Tolosa Paz, con el 28,6 por ciento, y finalmente Diego Santilli, con el 22,2 por ciento.
Lo cierto es que la encuesta captura apenas una porción de la realidad del 12 de septiembre. Un dato ilustrativo es que solo recogió las opiniones de un 13% de personas que no fue a votar, cuando el abstencionismo superó el 30 por ciento.
Ficha técnica
El tamaño de la muestra fue de 3.982 casos efectivos y se recolectó de forma online, a través de un cuestionario semi estructurado, durante los días 13 al 15 de septiembre. La población es de mayores de 16 años con acceso a internet y redes sociales, y tuvo un error muestral del orden +/- 1,6 por ciento. Los datos se ingresaron directamente al paquete estadístico SPSS. En el caso de la Provincia de Buenos Aires, se sondearon unos 2127 casos efectivos.
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