La periodista, analista internacional y escritora española Pilar Rahola se refirió esta mañana a la crisis política en el Gobierno argentino tras los resultados de las PASO y la disputa entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner: “Es evidente que lo que se ve es un Fernández contra Fernández. Un caos absoluto en lo que es la gestión del Gobierno argentino y en lo que significa su solvencia y estabilidad”, expresó, y agregó: “No sé si puedo decirlo en estos términos pero estoy encantada porque creo que están pasando cosas muy interesantes que tienen que ver con la recuperación de la masa crítica argentina, tan importante para que no haya abusos políticos”.
Para la ex diputada española, lo que está ocurriendo en Argentina “es una activación de la sociedad civil con pensamiento crítico, capaz de ir en contra de lo que es una putrefacción y una corrupción sistémica”.
En ese sentido, sostuvo que la pelea entre la fórmula presidencial “es la degeneración lógica de una lucha por el poder” y “un clásico de Cristina Kirchner: cuando las cosas le van mal utiliza la guillotina”. “No me parece sorprendente”, señaló la intelectual en una entrevista este domingo con los periodistas Carolina Amoroso, Adriana Amado y Osvaldo Bazán en Radio Rivadavia.
“Pero lo interesante no está ahí”, agregó. “Que la gente se esté activando en el mundo, en las redes, en el sistema electoral, en la opinión pública, en los medios, en el análisis político: eso me parece que es fundamental para la regeneración democrática”.
Consultada sobre el contexto de esta crisis en América Latina, Rahola consideró que se trata del “eterno tema” de la región. “El gran problema que hemos tenido en el Cono Sur y en toda la región tiene que ver con las alteraciones que han significado sobre todo el mundo venezolano y la distorsión que ha significado el resultado en Brasil”, expresó. “Han sido dos polos que nos han impedido encontrar una salida hacia un relato común para que Latinoamérica al final tenga un peso específico en el mundo”. Y agregó: ”Quién podría liderar ese momentum sudamericano potente siempre ha sido Argentina, pero no ha querido hacerlo”.
“Es verdad que en Europa, y muy especialmente en España -por todo lo derivado del franquismo durante 40 años y la mirada paternalista y amable de las revoluciones en los años ‘60 en Latinoamérica- tendemos a imaginar que Bolsonaro es muy malo porque es derechas y Maduro es quizás un poquito amigo porque es de izquierdas”, continuó. “Lo cierto es que en Brasil hay un problema muy serio de un populismo de derechas muy exacerbado y preocupante, pero la derivada bolivariana es absolutamente letal para la sociedad. Cada vez que un gobernante habla en nombre del pueblo, tenemos un problema trágico”.
Y especificó: “El caso argentino está muy claro. Es decir, la utilización que hace el Presidente, que ha hecho Cristina Fernández históricamente del pueblo argentino ha sido siempre demoledora”.
“El pueblo argentino ha sido la gran víctima de sus gobernantes”, siguió Rahola. “Un país que tiene una riqueza extrema y sin embargo tiene más de 50% de pobreza, más de 50% de inflación. Un momento en el cual tenés una situación trágica como una pandemia y tenés el peor gobierno posible, que juega con las vacunas. O que sólo escoge hacer confinamientos enormes y alargados ahogando la economía. No pasa porque sean de derechas o izquierdas, sino porque son malos gobiernos. Porque son demagógicos, populistas o corruptos”.
Así, profundizó sobre su impresión respecto a la ruptura en el Gobierno argentino. “Estoy encantada con lo que está ocurriendo, no porque me guste la inestabilidad que significa una pelea entre divas o divos, porque es evidente que no es bueno para nada. Pero estoy fascinada por la reacción ciudadana respecto de esa degradación.
“Es evidente que Cristina Fernández de Kirchner está dinamitando el Gobierno y por tanto la gobernabilidad. El presidente es un juguete roto por los propios. Por más que intente marcar autoridad no controla el partido ni el relato público”, expresó en cuanto a la pelea entre el Presidente y su vice. “El deterioro del presidente acaba siendo la fábula del escorpión y la rana, acaba pinchando también a la reina: debilitando a su pupilo se debilita ella misma”.
Y continuó: “El momento Cambiemos me interesó porque fue un cambio de paradigma. De golpe los ciudadanos argentinos estaban hartos de populismos y optaban por decir ‘vamos a cambiar las cosas’ y a hacer una gestión pública mucho más seria. Ese fue un momento extraordinario en la Argentina, que luego acabó mal y hay la autocrítica pertinente”.
“Pero estamos viviendo otra vez ese momento”, vaticinó Rahola. “Percibo que esas semillas de voluntad de cambio que se produjeron en la época de Cambiemos están vivas”.
“Si Argentina se convierte en un país de ciudadanos críticos con pensamiento y opinión propia y además se organiza, el régimen no tiene nada que hacer. Las soluciones mágicas que ha utilizado siempre que han sido pobreza y más pobreza no le van a funcionar. El discurso de más pescadito mientras nos robamos la caña de pescar yo creo que ya no funciona. Depende de ustedes, siempre dependió de los Argentinos”.
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