Alberto Fernández recompuso el gabinete a la medida de Cristina Kirchner luego de cinco días de fuertes tensiones en el oficialismo que parecieron formar parte de la campaña de Juntos por el Cambio para las elecciones generales. Y en la coalición opositora, donde tomaron distancia de la pelea en el Gobierno, esta semana habrá una postura unificada sobre la crisis oficial, foto de todos los candidatos ganadores y avances en la estrategia para consolidar el triunfo.
Este último punto es el que más desvela a la dirigencia de JxC: ninguno cree que la próxima elección ya esté ganada y ya analizan cómo retener los votos de las PASO y ampliarlos para garantizar el festejo definitivo en la noche del 14 de noviembre. Para eso, coinciden, hay que ampliar el espacio opositor con sectores que no votaron o lo hicieron por otras opciones.
Y en ese intento de expansión, más allá de tratar de captar el voto liberal en la Ciudad de Buenos Aires, aparecen como objetivo los peronistas desencantados con el Frente de Todos para mejorar los impactantes resultados en la provincia de Buenos Aires, que se convirtieron en la sorpresa de las PASO y fueron clave para coronar una victoria nacional en 17 provincias.
Hasta ahora, Cristina Kirchner basaba su capital político en su condición de dueña de la mayoría de los votos bonaerenses y en su entorno confiaban en un dato surgido de las estadísticas: el peronismo unido nunca perdió elecciones. Esas dos certezas se derrumbaron en las primarias.
La Tercera Sección Electoral, un tradicional bastión del PJ, fue la única del territorio bonaerense en donde ganó el Frente de Todos, con el 39,5% de los votos contra el 31% de JxC, pero con menos votos que hace dos años, cuando llegó al 56,6%. Allí está La Matanza, donde Juntos por el Cambio redujo en un 20% la brecha con el peronismo en comparación con las PASO de 2019.
El 37,9% obtenido por Diego Santilli más Facundo Manes, que les permitió ganarle a Victoria Tolosa Paz, que logró el 33,6%, se compone de otras cifras muy sugestivas: Juntos se impuso en la Primera Sección Electoral (37,7% a 33,1%), en la Segunda Sección Electoral (45,6% a 27,1%), en la Tercera Sección Electoral (39,5% a 31%), en la Cuarta Sección Electoral (46% a 29,3%), en la Quinta Sección Electoral (47,1% a 26,6%), en la Sexta Sección Electoral (47,1% a 24%), en la Séptima Sección Electoral (47,8% a 26,6%) y también en la Octava (43,9% a 30,5%).
La alegría opositora incluyó victorias en municipios del conurbano gobernados por el PJ como Quilmes, Tigre, Ituzaingó, Morón, Cañuelas y San Martín, y otras en intendencias en manos de JxC como La Plata, Vicente López, San Fernando, San Isidro, Tres de Febrero y San Miguel.
Los referentes de Juntos por el Cambio saben que en su triunfo influyó el voto bronca contra el Gobierno, aunque en algunos distritos también pesó el trabajo político para insertarse en barrios pobres y asociados indisolublemente al peronismo, como el del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, del PRO, y su jefe de Gabinete, Diego Kravetz, quienes hace un año lanzaron la agrupación Hacemos para captar a los heridos de la interna del PJ (muchos, molestos por el avance de Máximo Kirchner y La Cámpora en la Provincia) y crecer políticamente en el conurbano.
“Desde el año pasado venimos armando algo que complemente el armado de Cambiemos, del PRO, más la UCR y la Coalición Cívica, con un conjunto de peronistas que fueron echados por La Cámpora o no tenían lugar en el partido -explicó Kravetz a Infobae-, y nos permitió tener una política más sólida: en las PASO de 2017, durante el mejor momento del gobierno de (Mauricio) Macri, obtuvimos un porcentual menor de votos que en las PASO de este año”.
Para el funcionario de Lanús, que proviene del PJ, el armado de Hacemos “tiene una lógica con otra mirada que nos permite crecer en los sectores más vulnerables, algo que la campaña del PRO, muy buena y profesional, no hacía porque interpelaba sólo a los sectores medios y altos de la sociedad, y por eso a Juntos por el Cambio le iba mal en la Tercera Sección Electoral”.
En ese distrito, con casi 5 millones de habitantes y compuesto por 19 municipios de la zona oeste y sur del conurbano, el peronismo gana las elecciones desde hace 35 años (con la única excepción de 1997, cuando Graciela Fernández Meijide, de la Alianza, le ganó a Hilda Duhalde, del PJ). En este mismo territorio, Juntos ahora no pudo ganar, pero creció en todos los municipios. ¿Cuál fue la fórmula? “Hicimos una práctica más peronista -dijo Kravetz-, que es hacer pie en los territorios que son no tan fáciles de abordar en la campaña típica de Cambiemos. No son tan importantes Facebook o Instagram sino que el electorado te tiene que tocar, debe tener sus referentes, sus locales, con lógicas políticas que no son las de la Capital”.
Esa modalidad implicó durante la campaña la presencia de los candidatos de Juntos en Cuartel IX, de Lomas de Zamora; Virrey del Pino o el Fondo de González Catán, en La Matanza, donde el PRO y Cambiemos nunca estuvieron. “Ahora llevamos a (Horacio) Rodríguez Larreta a Solano Quilmes. María Eugenia Vidal había estado ahí para las PASO de 2015 y después nunca más un referente nacional pisó el lugar -recordó Kravetz-. La elección que perdió Martiniano Molina en 2019 fue en ese lugar. Tuvo buenos resultados en los centros y perdió en la periferia, que son los más densamente poblados y donde hay más peronismo. Ahora ganó Martiniano”.
Gracias a su buena imagen, el jefe de Gobierno porteño fue una pieza importante para la inserción de Juntos en las zonas más vulnerables de la Tercera Sección Electoral. El jefe de Gabinete de Lanús era el que más insistía en que los candidatos tenían que recorrer esos barrios desprotegidos más que los grandes centros urbanos. Y así se hizo. “A Rodríguez Larreta lo llevamos un sábado a Solano Quilmes, Solano Brown y Chingolo, y un domingo a Fiorito Budge y Villa Jardín. Lo recibieron muy bien, aunque en un lugar tuvimos escenas de pugilato porque te hacen sentir la adversidad del territorio. A algunos no les gusta que le camines su lugar”.
Kravetz consideró que el fortalecimiento de Cristina Kirchner puede darle más votos al Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, por lo que advirtió que el triunfo de Juntos no está garantizado. Ahora vendrá una etapa de captar a los peronistas que quedaron excluidos en las internas de algunos municipios y de profundizar el trabajo territorial. “Por más que se recupere Cristina -señaló-, si podemos construir una base más sólida para la etapa que viene y logramos el 35% o 36% de los votos en la Tercera Sección Electoral, con eso seremos competitivos a nivel nacional porque dejaríamos de ser la fuerza a la que le sacan un millón y medio de votos”.
En la Ciudad de Buenos Aires, alentada por el jefe de Gobierno, la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, que proviene del peronismo y de la militancia con curas villeros, armó la agrupación La Popular para un trabajo territorial en los barrios pobres y más vinculados con el PJ. “Nos hemos propuesto una verdadera agenda de transformación y de desarrollo para los sectores populares de la Ciudad con dos pilares: la integración sociourbana de los barrios populares y un plan concreto para potenciar a la economía popular”, destacaron cerca de la funcionaria.
En la agrupación de Migliore señalaron que llevan adelante “procesos concretos de integración en cinco barrios populares” y que tienen “una presencia sostenida en todos los barrios”, sobre todo en las comunas 8, 4 y 1, donde desde hace seis años se trabaja en el Barrio 20 Papa Francisco, Playón Chacarita, Rodrigo Bueno, el Camino de Sirga en la 21.24 y el Barrio Mugica 31.
La tarea de La Popular también tuvo un correlato en los votos de las PASO: de acuerdo con una evaluación de sus referentes, a María Eugenia Vidal le fue mejor en los barrios populares que en el resto de la Ciudad. En la elección de 2019, las únicas comunas de CABA que perdió JxC fueron la 4 y la 8, correspondiente a del sur porteño. Ahora, Vidal superó por 6,9% al Frente de Todos en la primera y fue superada sólo por una diferencia pequeña, 482 votos, en la segunda.
Rodríguez Larreta estuvo el miércoles pasado con jóvenes referentes de La Popular en el barrio Nágera, de la comuna 8. Y ayer visitó el Barrio 31 para hablar con los vecinos. La nueva campaña electoral todavía no comenzó, pero la consigna larretista es que Juntos por el Cambio no pierda tiempo para disputarle al peronismo cada rincón de la Ciudad y de la Provincia.
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