A Jaime Perczyk se lo conoce como “Jimmy” en el mundo de la política educativa y tiene un extenso recorrido de 25 años en la materia. Ahora, le toca estar al frente de un ministerio: será el nuevo responsable de Educación de la Nación.
El presidente Alberto Fernández anunció este viernes por la noche a los nuevos funcionarios que integrarán el Gabinete, tras la grave crisis política derivada de la derrota electoral en las PASO del domingo pasado. Entre los nombres apareció el de Jaime Perczyk, el todavía secretario de Políticas Universitarias que jurará como ministro el lunes que viene.
Perczyk se desempeñó en ese cargo y, al mismo tiempo, fue el responsable de un armado federal que buscó contener la convivencia de las diferentes vertientes del Frente de Todos a través de los referentes universitarios.
Perczyk fue número dos de Alberto Sileoni, durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. La llegada de Cambiemos lo encontró al frente de una de las últimas universidades del conurbano bonaerense creada por los gobiernos kirchneristas: la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR).
Licenciado en Educación Física por la Universidad Nacional de Luján (UNLu) y especialista en Ciencias Sociales y Humanidades por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), en sus más de veinticinco años de carrera se desempeñó como docente de educación no formal y formal, acumulando experiencia en todos los niveles del sistema: inicial, primaria, secundaria y universitaria.
Ejerció funciones en el Ministerio de Educación de la Nación como Secretario de Educación, Jefe de gabinete, Director Nacional de Políticas Socioeducativas y Vicepresidente del Directorio de Educ.Ar.
Fue rector de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), cargo que ejerció desde 2015. En 2018 y 2019 fue Vicepresidente y Presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
“Hemos logrado que casi dos millones de chicos tuvieran clases. Con condiciones desiguales, porque no es lo mismo lo que sucedió en el área metropolitana que en Jujuy, Misiones o Tierra del Fuego, pero en general se ha protegido el derecho a seguir estudiando. Se ha logrado pasar de una universidad que era eminentemente presencial a otro funcionamiento en no más de tres semanas. Logramos una educación virtual en emergencia y, a partir de una inversión de más de 1500 millones de pesos, se recibieron chicos, hubo evaluaciones, continuaron los programas de investigación y de extensión”, expresó Perczyk cuando hace unos meses le hicieron una entrevista en el sitio Letra P e hizo un balance de la vida universitaria durante la pandemia.
Cuando le preguntaron acercar de la presencialidad en el ámbito universitario, expresaba: “No todo se podrá dar a distancia y hay que decirlo. La universidad argentina después de la pandemia no va a ser a distancia. Se va a reforzar la presencialidad intensa, que ya está volviendo”.
El entonces secretario, destacó en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, sobre algunos resultados de encuestas sobre el impacto de la pandemia COVID-19, que “la Argentina, en el medio del desastre, ha protegido el derecho de millones de jóvenes de tener educación superior y la universidad no estuvo inerme o silenciosa sino poniéndose al frente de las soluciones”.
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