Fernando Carnota es periodista y abogado. Comenzó su carrera en un diario local de Morón y luego llegó a Radio Mitre habiendo pasado por diferentes medios. Fue noticia cuando quedó en medio del tiroteo del levantamiento de los carapintada, el 3 de diciembre de 1990, y resultó herido. Luego de una larga recuperación, y de haber perdido la audición de su oído derecho, Carnota retomó su carrera y estuvo al frente de prestigiosos noticieros en distintos canales de noticias.
Actualmente, se desempeña como conductor del segmento informativo Más Info de 10 a 13 h en LN + y forma parte del equipo de periodistas del programa Voces en la misma casa. Los días sábados conduce, de 9 a 11, Todos juntos, en Radio Rivadavia.
El periodista recibió a Infobae en las oficinas de su estudio jurídico, el día que el presidente Alberto Fernández recibía sorpresivamente la renuncia de todos los ministros del gabinete del ala de Cristina Kirchner.
Distendido y atento a todo Carnota, opinó sobre la crisis interna del oficialismo. No cree que el Presidente rompa definitivamente con el kirchnerismo y asegura que la relación entrará en una situación de alejamiento sin retorno.
También habló del periodismo actual y se emocionó al recordar el día en el que casi pierde la vida. Afirma que hoy se siente un hombre completo y feliz.
— ¿Qué opina sobre la escandalosa crisis interna del Gobierno? ¿Y sobre la carta de la Vicepresidenta al Presidente?
— La carta de la Vicepresidenta sumó tensión a una crisis política que se transforma en crisis institucional, porque a raíz de esta disputa interna el país está parado, el Ejecutivo está detenido en su gestión, no funciona el Congreso y parte de la Justicia está en modo pausa.
—¿Cree que Alberto Fernández puede llegar a romper con el kirchnerismo definitivamente?
— No creo que Alberto rompa definitivamente, pero la relación entrará en una situación de alejamiento sin retorno y, seguramente, se forme un albertismo tardío, que por el momento en que se da nace débil. Distinto hubiese sido si ese albertismo nacía cuando el Presidente tenía 70% de imagen positiva, como fue al principio de la pandemia.
—¿Cómo vivió el resultado de las recientes PASO?
—Con sorpresa, como todos, pero tratando de entender qué pasó. Si nos ponemos a pensar un poco en toda la previa, por lo menos este último año, no debería sorprendernos. Pero no pensamos que fuera a ser tan contundente el cachetazo. Aunque si te ponés a pensar en esta gestión de la pandemia, muy mala a mi modo de ver, con vacunados VIP, festejos clandestinos, mentiras, mala administración de la vacunación, con una economía destrozada y demás, decís bueno, era lógico que esto ocurriera. Lo que pasa es que yo no me imaginé que la gente iba a reaccionar de la manera que reaccionó.
—¿Cómo pensó que iba a reaccionar la gente?
—Está muy instalado que el peronismo siempre saca votos de debajo de las baldosas. En este caso no pasó y el hartazgo de la gente se manifestó claramente con el voto masivo. En provincia de Buenos Aires, sobre todo, donde la asistencia y la bajada de plata ha sido monumental, pensé que iba a influir mucho en seguir bancando la situación de un gobierno que vendía que su primera mitad estuvo signada por la pandemia, con lo cual era como volver a empezar. Yo pensé que no lo iban a castigar tanto.
—Cuando se conoció el resultado de las elecciones. ¿Qué fue lo primero que pensó ante la derrota del Frente de todos?
—El lío que van a tener interno. Y que de hecho es lo que está pasando. Cuando vi a Alberto dando la cara, diciendo lo que dijo y, sobre todo, con la imagen de Cristina al lado bajando la cabeza, lo vi como a un chico que lo mandaron a pedir disculpas. A ver, de hecho, Cristina le dijo a Alberto “andá y hacete cargo” y él tuvo que hablar y hacerse cargo. Hubo un silencio en ese escenario increíble. Pero lo noté poco sincero. Lo noté como cuando pidió perdón por la fiesta del cumpleaños de Fabiola, que casi como que era culpa de ella.
—¿Cuándo fue la última vez que lo notó sincero?
—Lo noté bastante creíble sobre todo en la primera época de candidato cuando, si bien no era sincero, era creíble. El Alberto anti-grieta, el Alberto moderado. Además, por lo que lo conozco, yo como periodista y él como jefe de Gabinete, en su momento lo hemos tratado mucho, porque hizo una gestión, por lo menos para los periodistas, de puertas bastante abiertas. Nos recibía. Y a mí ese candidato que vimos me parecía bastante sincero.
—¿Actualmente mantiene vínculo con el Presidente?
—La verdad es que ya no. Al principio del mandato todavía contestaba los mensajes. Después de iniciada la pandemia, obviamente, entre toda esa vorágine de gestión y seguro ya receloso con los periodistas, no contestaba. Yo dejé de escribirle. Además, para tener información del gobierno no hace falta hablar con el Presidente directamente.
—¿Cómo ve hoy a Cristina en su rol de vicepresidenta?
—La veo más Cristina que nunca. De hecho, yo creo que ella es una de las claves por las cuales perdieron la elección. Creo que Cristina en su momento dijo: “Yo como Cristina no gano la elección, necesito del peronismo que todavía me es esquivo”; así es que lo llamó a Massa, después se dio cuenta de que necesitaba de los sectores moderados que están enojados con Macri, así es que lo llamó a Alberto. Y quiso dar a entender que podía diluir a Cristina en ese triunvirato. Sin embargo, lo que hizo fue imponerle su sello a todo. Hizo kirchnerismo puro. Entonces ahora eso se lo pagaron. El kirchnerismo, en aquel momento, tenía los votos que tiene ahora y sacó esos votos y no más.
—¿Cómo ve al gobierno de acá a dos años?
—Primero hay que tratar de verlo; como explico ahora: se abre un período de 2x2. Primero dos meses y después dos años. Para empezar, habría que ver los dos meses, porque de acuerdo al resultado electoral de noviembre es el nuevo mapa y ventana que se abre para los últimos dos años. Si se repitiese lo de esta última elección veo dos años traumáticos, porque la economía no puede hacer magia y además los efectos de las políticas económicas se ven para adelante, como todo lo que están haciendo ahora se va a ver después. Con lo cual los dos próximos años van a ser económicamente complicados y políticamente muy inestables, porque el Frente de Todos, una coalición que llegó por interés, por interés mismo se puede deshacer. Hoy ya lo que Alberto nos diga es mucho menos creíble que lo que nos decía cuando era candidato. Lo que decía cuando era candidato no lo cumplió, y encima las mentiras en el medio hicieron que su palabra quedara absolutamente devaluada. Entonces cuál es el rumbo, ¿el de Cristina o el de Alberto? Si uno toma la historia del kirchnerismo, siempre después de una derrota se radicalizó cada vez más. En el 2009, perdieron y fueron por todo, como dijo Cristina en un acto, fueron por la Ley de Medios, por un montón de cosas. En 2013 pasó exactamente lo mismo cuando perdieron con Massa. Creo que en este caso se va a profundizar eso, internamente. Cristina va a ir por todo adentro del espacio.
—¿Recuerda cuándo decidió ser periodista?
—Sí. Era muy chico. Yo hice la secundaria en un bachillerato especializado en ciencias sociales y en cuarto año había que elegir la orientación que uno quería tomar, Exactas, Biología o Ciencias Sociales; yo fui por las Ciencias Sociales, pero no porque me tirara la rama sino porque iba la mayor cantidad de amigos ahí, esta es la realidad. Una vez que estuve ahí me empezó a interesar mucho y empecé a participar en el diario del colegio. Trabajando en el periódico de la escuela, ya en quinto año, fuimos acreditados al Buenos Aires Rock, en el año 81 creo que era, y me fascinó el trabajo periodístico. Eso de poder estar en el lugar de los hechos, ver a los protagonistas. Quedé impactado. Y me di cuenta de que el periodismo era lo que quería hacer. Y a partir de ahí no paré y seguí trabajando en el periódico. Terminé la secundaria y empecé a estudiar periodismo. Mientras estudiaba empecé a trabajar en un periódico zonal de Morón, yo soy del Oeste, y no paré más.
—¿Cómo ve al periodismo hoy?
—Lo veo complicado para ejercerlo. Es complicado acceder a la información. Cuando una vicepresidenta te bloquea en Twitter, pero esa cuenta la utiliza para comunicar oficialmente, lo que está haciendo es no permitirte que accedas a la información, no a su cuenta personal. A mí no me interesa ver las fotos personales de Cristina o qué comentarios hace sobre una película que vio. Pero cuando vos utilizás las redes para comunicar cuestiones oficiales de gobierno tenés que dar acceso a eso, si no te está negando la información. Hoy además el periodismo está atravesado por la grieta, eso está clarísimo. Hay ideologías que sopesan el trabajo profesional de cada uno. Igual a mí no me gusta hacer periodismo de periodistas. Pero sí hay algunas cosas que yo veo y que no las haría, me dan vergüenza ajena.
—¿Cómo se maneja a la hora de dar su opinión?
—Las redes son una burbuja, sobre todo Twitter. A mí me pasa mucho que por el mismo comentario, por la misma opinión, tengo un batallón de macristas que me dice: “Eh, por culpa tuya y los que son como vos Macri se tuvo que ir y volvieron estos”, y por el mismo comentario me dicen: ”Ves, ahí está, el macrista, vos no te bancás, sos un gorila”. Por el mismo comentario te pegan de los dos lados, pero considero que algo bueno debo estar haciendo. Soy absolutamente libre, digo lo que quiero, muchas veces equivocado y cuando me equivoco pido disculpas. No hay mucha más vuelta. Hacer periodismo en esta época, en que estás auditado por las redes todo el tiempo se pueden cometer errores, las fake news dan vueltas todo el tiempo, con lo cual lo único que hay que hacer es decir la verdad y pedir disculpas. Pero después yo opino sobre todo.
—En estos casi dos años en pandemia, ¿cuál fue el hecho que más lo avergonzó?
—Toda la administración de la pandemia de este gobierno me parece vergonzosa. La actitud de levantarnos el dedito diciéndonos que nos iban a retar y a multar si no nos quedábamos en casa, de que a Sarita por tomar sol en una reposera para tener más vitamina D y más anticuerpos estuvieron a punto de llevársela presa, de que a un surfer porque venía con una tabla de surf lo quisieron meter preso, todo eso que pasó y que después el que nos levantaba el dedito sopló las velitas, a mí me pareció vergonzoso. Que se hayan robado las vacunas no tiene perdón. La cantidad de gente que murió por no estar vacunada. Y después veías cómo se vacunaban los pibes de La Cámpora, los secretarios de, los amantes de. Todo ese tipo de cosas a mí me llenaron de vergüenza.
—Antes de finalizar la entrevista, le voy a dar una Tablet. En ella hay tres videos con algunos hitos de su profesión. Usted va a darle Play a cada uno de ellos y responder lo que sienta al ver cada uno. ¿Listo?
PLAY 1: Imágenes de Fernando Carnota herido durante el último alzamiento carapintada el 3 de diciembre de 1990.
—Este video lo vi un montón de veces y cada vez que lo veo me impacta de nuevo. Hay varios, éste es el que más me impacta porque… ahí es cuando me llevan. En ese patrullero me llevaron. Ese era Pepe de Ser, un colega que pedía una ambulancia, un colega de Canal 9. Este video me remueve muchas cosas, pero me deja firme donde estoy. Era muy joven cuando me pasó esto de recibir el tiro en la rebelión carapintada. Fue muy costoso física y emocionalmente, pero me fortaleció mucho. Perdí la audición del oído derecho por el disparo que me dieron, acá en la nuca. Si bien es una pérdida física, gané un montón de cosas, porque hacía muy poco que estaba casado con Mercedes, mi mujer, hacía nueve meses que me había casado. Éramos muy jóvenes, teníamos 25 años. Y, a ver, yo sabía con quién me había casado pero ahí la redescubrí. Entonces, para mí fue muy importante. Me emociona. Disculpame. Obviamente sigue siendo mi mujer. Hace 30 años que estamos casados.
Me quitó la audición del oído derecho, aunque me dejó un montón de experiencia. Después de esto, tuve mi primer hijo, planté mi primer árbol y escribí mi primer libro. Todo en el transcurso de un año. Lo que me había pasado era que me acababa de dar cuenta de que todo puede terminar rápido. No sabés cuándo va a ser.
PLAY 2. El video muestra a Marcelo Bonelli haciéndole una pregunta a Fernando: “Hola, Fernando. Mi pregunta es esta: cuando fuiste atacado por los carapintada, en ese día fatídico, que todos realmente pensábamos que te morías, ¿qué pensaste después, dudaste alguna vez en seguir siendo periodista?”
—Qué buena pregunta. Dejame decirte primero que éste es uno de los tipos que más quiero en la profesión. Hicimos muchas cosas juntos. No, no dudé nunca en seguir con la profesión. De hecho, cuando a mí me pegan el tiro, estaba haciendo los trámites para ir a la Guerra del Golfo. Por supuesto no pude ir, porque quedé internado, en recuperación y demás. Pero cuando me reinserté en el trabajo fui a cubrir la caída del apartheid en Sudáfrica, en un clima de violencia muy importante. De hecho, teníamos que salir a trabajar con chaleco antibalas. También fui a cubrir el desembarco de los norteamericanos en Haití, en un clima de violencia donde había muertes todos los días. Quiero decir, asumí situaciones de riesgo profesionales ya después de que me pegaron el tiro. Nunca dudé en seguir con mi profesión. Y de hecho no lo dudo.
PLAY 3. Conferencia de prensa de Jorge Capitanich en donde a Carnota lo llama “marmota”: “Hay un periodista, creo de apellido Marmota, que a la mañana permanentemente critica”.
—(Risas) Podría decirte muchas cosas de este video, pero te voy a decir dos. Una, me da mucha tristeza. Es un mentiroso. Y dos, le tengo que agradecer porque me dio el título para la tapa de mi libro Marmota, el último libro que escribí, sobre el relato K, y le puse Marmota precisamente por esto, en honor a él. Es un mentiroso, porque creer que él defiende la libertad de expresión rompiendo diarios en cámara, es ser muy ingenuo. Es como la frase esa que dice “no me duele la paloma muerta, me duele el cazador”. Bueno, a mí me duele Capitanich, un pobre mentiroso.
— Ahora sí, para finalizar, ¿qué mensaje le daría hoy a los jóvenes que están iniciando el camino del periodismo?
— Lo primero que les diría es que insistan. Si están convencidos que insistan. A mí, mi primer trabajo me costó muchísimo. Después de mucho insistir, caminar, insistir, caminar, insistir. Si estás convencido ese es el camino. En segundo lugar, ya ejerciendo la profesión, que sean muy rigurosos. La credibilidad es uno de los valores más importantes que tienen los periodistas. Sin embargo, aun siendo rigurosos, se van a equivocar, y que equivocándose tengan la humildad de pedir disculpas. Para mí eso es clave; ser riguroso, saber que uno igual se va a equivocar siendo riguroso, más en esta época, y que si se equivoca tiene que pedir disculpas.
Foto y Video: Cristian Gastón Taylor
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