En silencio y con preocupación. Así se mantiene la máxima dirigencia de Juntos por el Cambio ante la crisis política del Gobierno. “Es un problema del Frente de Todos y lo tienen que resolver ellos”, es la respuesta que se repite entre los referentes de la coalición opositora, que se mantiene en contacto para analizar la situación y recién el martes tendrá una reunión presencial de su conducción.
Será en el salón de un hotel porteño y allí estarán no sólo los integrantes de la Mesa Nacional de JxC sino que fueron convocados todos los candidatos del espacio que ganaron las PASO, en una postal que graficará la magnitud del triunfo electoral y, sobre todo, el contraste con el clima de guerra total que se vive en el oficialismo: “Estamos más unidos que nunca”, advirtieron en las filas opositoras.
Los principales líderes de la coalición hicieron muy pocas declaraciones sobre la pelea de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y resolvieron mantener un perfil bajo. Mauricio Macri, por ejemplo, suspendió una charla que tenía prevista en la Fundación Pensar y canceló entrevistas pautadas con varios medios. “Hay demasiado descontrol en el Gobierno”, le dijo a uno de sus allegados.
En medio de declaraciones prudentes, las únicas definiciones más duras salieron de la Coalición Cívica, que, alineados con Elisa Carrió y Maximiliano Ferraro, advirtieron que la jugada de Cristina Kirchner era equiparable a un golpe y le pidieron al Presidente que resistiera. El resto del espacio opositor tomó distancia y le adjudicó al oficialismo la responsabilidad de encontrar una solución.
En un gesto significativo en medio de la crisis oficialista, los jefes parlamentarios de Juntos por el Cambio le anticiparon a sus pares del Frente de Todos que darán quórum para debatir el proyecto de presupuesto 2022 que esta semana envió el Poder Ejecutivo al Congreso.
Sin embargo, aclararon que no se trataba de una muestra de cortesía motivada por la disputa entre el Presidente y la Vicepresidenta: “Siempre se acompañó el proyecto de Presupuesto que presentó un gobierno, que no implica aprobarlo a libro cerrado. Es una política de Estado para nosotros, aunque el peronismo no hizo lo mismo en 2019″, afirmó uno de los referentes legislativos de JxC.
Aunque no haga declaraciones, la oposición se mantiene en estado de deliberación permanente desde que estalló el conflicto del oficialismo. Hay llamadas, Zoom y reuniones presenciales de sus dirigentes, en donde se evalúa la evolución de la crisis oficial y se intercambia información sobre el tema, sin perder de vista la definición de la nueva estrategia electoral y la próxima campaña electoral.
Por eso esta mañana María Eugenia Vidal y Ricardo López Murphy compartieron su primer desayuno juntos para analizar los resultados de la elección del domingo y las implicancias de la pelea en el Frente de Todos. En Palermo, ambos se reunieron junto con otros candidatos de la lista como Martín Tetaz, Fernando Iglesias, Sandra Pitta y Sabrina Ajmechet.
En forma paralela, los equipos de campaña de Juntos por el Cambio están concentrados en lo que viene: cómo lograr que los excelentes resultados de las PASO se repitan e incluso se mejoren en las decisivas elecciones generales del 14 de noviembre. Los expertos analizan los votos, distrito por distrito, y comenzaron a debatir alternativas para contrarrestar la fuerte ofensiva que el Frente de Todos pondrá en marcha para intentar revertir la derrota del domingo pasado.
“El Gobierno nos está haciendo la mejor campaña posible”, admitieron asesores de JxC, con los números de las primeras encuestas que encargaron para medir la reacción de la sociedad ante la crisis oficialista. “Si siguen así, nuestro triunfo será irremontable porque Cristina y Alberto dan a entender que están preocupados por ellos y no por la gente, pero todavía falta mucho”, señalaron.
La expectativa opositora, puertas adentro, está puesta en el escrutinio definitivo para resolver algunas incógnitas en la conformación de las listas definitivas de candidatos: el problema se presenta en distritos como el bonaerense, donde el radical Facundo Manes quedó cerca del piso máximo acordado en el espacio, del 40%, para sumar más postulantes a la nómina de diputados nacionales.
Hoy, sin embargo, toda la atención está puesta en las derivaciones de la batalla en el Frente de Todos. La oposición sabe que cualquier traspié en esta etapa se paga caro. Y sus rivales del oficialismo están cometiendo tantos errores que, como dijo Napoleón Bonaparte, conviene no interrumpirlos.
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