“Está golpeado, pero tranquilo”. Así define un colaborador el estado de ánimo de Florencio Randazzo, después del veredicto que recibió de las urnas el domingo a la noche. El dirigente es el único que -dos días después de las PASO- aún se mantiene en silencio, de los siete que compitieron y lograron trasponer con sus coaliciones el umbral de 1,50% de los votos requeridos para competir en las legislativas del 14 de noviembre próximo.
El resultado que obtuvo difiere, por mucho, del objetivo. De mínima, el ex ministro del Interior y Transporte buscaba repetir el resultado obtenido en 2017, con 525 mil votos y 5,9% del total. Los 308 mil y 3,71% cosechados lo dejan, además de lejos de su meta, ante una encrucijada decisiva para su futuro político.
Entre pases de factura por redes sociales, cuestionamientos confesados sotto voce y autocríticas a puertas cerradas, colaboradores y dirigentes que compartieron la campaña admiten que la estrategia fue desacertada. “Hay que analizar todo, reconocer que se hicieron cosas mal y cambiar”, razona otra fuente que pide reserva de identidad “por respeto y porque primero tiene que hablar el protagonista”. En Vamos Con Vos la preocupación es conseguir ser la tercera fuerza ante la polarización kirchnerismo-antikirchnerismo que domina la política argentina.
Mientras se restañan heridas y después del shock, colaboradores y dirigentes del espacio opositor afirman que el objetivo ahora es “alambrar” los 300 mil votos propios para evitar que sean atraídos por las listas de Juntos o del Frente de Todos. Y salir a “pescar” en los votos conseguidos por los 20 partidos que quedaron afuera de la competencia porque no superaron el mínimo. “Son cerca de 10 puntos de un electorado que no es K ni anti K y que puede ver en Randazzo una opción positiva”, interpretan en diálogo con Infobae en el comando de campaña de Vamos Con Vos.
Entre sus colaboradores no interpretan a José Luis Espert, de Avanza Libertad, que cosechó 4,87% y 400 mil votos, un polo de atracción para el electorado de Vamos Con Vos: “Ahí hay mucha gente enojada con la política y con los políticos. El que eligió a Randazzo no lo hizo porque creía que iba a ganar o porque es anti sistema. El nuestro es un voto más racional y que tiene si se quiere una afinidad peronista, A Espert lo sigue mucho antiperonista”, explican.
Esas mismas fuentes consideran que en la provincia de Buenos Aires no ocurrió un fenómeno como el de Javier Milei con La Libertad Avanza. “Milei sacó más de 13,66 por ciento, el triple proporcionalmente que Espert en la elección bonaerense. En la Ciudad es más nítido que la tercera fuerza es esa derecha, porque la izquierda quedó con 6,23%. En la provincia de Buenos Aires, en cambio, entre el Frente de Izquierda, Espert y Randazzo hay una diferencia de menos de un punto y medio, por eso creemos que hay chances de retener los votos propios y sumar de los que quedaron afuera y también de los que nos votaron”, se entusiasma otro de los interlocutores consultados.
Uno de los operadores que se vieron por Puerto Madero el domingo a la noche ensaya la autocrítica y la mirada para el futuro: “Florencio tiene que apuntar al votante peronista, de clase media o media baja que pelea el mango y que está cansado o cansada de kirchnerismo, pero que tampoco le gusta o sufrió el macrismo. Hay que cambiar la estrategia, el discurso y la acción”, consigna.
Mientras persiste el silencio de Randazzo, en el territorio y entre los dirigentes hubo reproches, que no se agotaron en la comunicación -con videos virales que le subían el perfil público pero que tenían incierta traducción en votos- sino también en la incertidumbre sobre a qué electorado le estaba hablando el candidato. “Por estas cosas, hubo un muy mal resultado, pero hay posibilidades de cambiar y de recuperar el protagonismo. Quedan dos meses en los que pueden pasar muchas cosas”, indicó otra de las voces consultadas, que subraya que el dirigente ni siquiera logró una victoria en Chivilcoy, su “cuna política”.
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