Una empresa de Mar del Plata está bloqueada desde hace 18 días por empleados de una cooperativa respaldados por el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP), pero la jueza de Garantías Rosa Frende se negó a desalojarlos por considerar que “la modalidad de protesta efectuada por los trabajadores impidiendo el acceso de camiones no constituye un delito” y sólo accedió a liberar a un camión de otra compañía al que no dejaban salir desde hacía una semana.
La protesta, que pone en peligro la fuente de trabajo de unas 52 personas y mantiene inmovilizadas unas 100 toneladas de pescado y mariscos, frustró la exportación de la mercadería y el dueño de la empresa analiza bajar las persianas ante las pérdidas millonarias que está sufriendo.
El conflicto comenzó el 27 de agosto pasado en la planta de la Cooperativa Cabo Corrientes, que procesa la mercadería de la empresa exportadora Sur Trade, donde se instalaron unos diez integrantes de otra cooperativa, Costa Galana, con el apoyo del sindicato, para bloquear el acceso al lugar en reclamo del pago de indemnizaciones por haber realizado trabajos para esa firma.
El dueño de Sur Trade, Carlos Matas, se negó porque mantuvo una relación laboral esporádica con ellos. “No conocemos a esa gente porque tratábamos con el dueño -aseguró a Infobae-. Primero el reclamo fue de 42 personas, después de 36 y más tarde de 18, pero optamos por no negociar porque no corresponde: trabajaron para nosotros solamente ocho días en dos años”.
Según su relato, “hicieron lo que pasa sistemáticamente en Mar del Plata cuando suceden estas cosas, es decir, rompieron la entrada, prendieron gomas y se instalaron con carpas para bloquear”. Y, a pesar de que no tienen relación de dependencia y no tienen afiliación sindical, los miembros de la cooperativa fueron respaldados por el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP).
Matas se dedica desde hace 27 años a procesar el pescado y los mariscos en esa planta ubicada en la avenida Edison al 1000, en la zona céntrica de Mar del Plata. Allí clasifican y congelan filet de merluza y langostinos para distribuir en forma local y, además, exportar a Rusia, Brasil y los Estados Unidos.
“El sector trabaja con reclamos permanentes, sobre todo en esta época del año en que hay escasez de materia prima -sostuvo el dueño de Sur Trade-. Hay otra planta a la que le hicieron el mismo reclamo y le pasa lo mismo. Pero decidimos no arreglar porque si no, no terminamos más. Ahora es esta cooperativa y después vendrán otras. Esperamos que la Justicia actúe, pero no lo hace”.
La situación se complicó luego de que la jueza de Garantías Rosa Frende negó el pedido del fiscal Juan Pablo Lódola para desalojar a los trabajadores a la cooperativa de la planta de Sur Trade con fundamentos polémicos: consideró que como no se acreditó que los responsables del bloqueo hayan ejercido actos de violencia ni amenazas no se trata de un delito y justificó ese tipo de protestas al señalar que “el derecho de huelga ha ido mutando a través de los años hacia distintas modalidades, tendientes a generar un mayor impacto que lleve a a sus directivos a no desoír sus reclamos”.
Para la magistrada, “la modalidad de protesta efectuada por los trabajadores impidiendo el acceso de camiones no constituye un delito que merezca ser tratado en sede penal”.
Sin embargo, en su fallo, Frende accedió al reclamo del dueño de un camión de otra empresa que había quedado atrapado durante una semana adentro de la planta y al que no dejaban salir.
Otro de los directivos de Sur Trade se quejó porque consideró que el bloqueo “termina siendo una extorsión” y destacó que “hay mucha pasividad y nadie te defiende: la jueza vino para ver cómo estaba la situación y nos dijo por qué no arreglábamos con esa pobre gente”.
Los empresarios advirtieron que el bloqueo les causa “un perjuicio enorme”: “Les pagamos el sueldo a los empleados que no pueden trabajar, mientras no podemos cargar la mercadería, tenemos un stock de 142 toneladas inmovilizado y perdemos mercado”. Un ejemplo de esos problemas es la caída de las operaciones comerciales. “Ayer teníamos que cargar un contenedor para Rusia, no pudimos hacerlo y el cliente avisó que ya no le interesa comprarlo”, dijeron.
Si continúa el bloqueo, una de las posibilidades que se barajan en Sur Trade es cerrar la empresa. Ya lo saben quienes organizan la protesta, los dirigentes sindicales, la Justicia y hasta la Municipalidad de General Pueyrredón, que está al tanto del conflicto y hasta ahora no intervino.
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