El Ministerio del Interior confirmó que la participación electoral en las PASO 2021 fue de 66,21%. El dato surge como corolario de la finalización del recuento provisorio de votos que determinó que concurrieron a sufragar 22.765.590 personas de un padrón de 34.385.460 ciudadanos habilitados para votar.
Ese universo de casi 44% que no concurrió a las urnas es el que intentará atraer Alberto Fernández para remontar el resultado electoral adverso el domingo pasado en las legislativas de noviembre. “Que ningún militante baje los brazos, con la convicción de siempre. Vamos a golpearle la puerta el vecino que no fue a votar y explicarles lo que está en juego, que está en juego el futuro. No el futuro de este Gobierno, es el futuro de ellos”, arengó el Presidente en un acto en un encuentro hoy con intendente del conurbano. Lo que está en juego es que la argentina se ponga de pie, que el trabajo vuelva. Está en juego que los empresarios argentinos sigan radicando su capital aquí. Eso es lo que está en juego”, dijo Fernández al finalizar el acto antes del almuerzo con intendentes.
El voto en las Primarias es obligatorio para los argentinos mayores de edad, hasta los 70 años, más allá de que estén afiliados a un partido político o no. La ausencia se puede justificar por encontrarse a a más de 500 km de distancia, o por razones médicas o vinculadas a la pandemia. A partir de 2012, los jóvenes de 16 a 18 años fueron habilitados a votar, aunque en forma optativa.
Hasta los comicios de hoy, el nivel más bajo en las PASO se había dado en 2015 con el 74,91% de concurrencia a las urnas, según los números oficiales. Y respecto de las Primarias en las últimas legislativas de medio término, la caída en la participación el domingo respecto del 2015 fue del 8,79%.
Las elecciones legislativas suelen tener menos atractivo que las presidenciales, en las que se disputan cargos ejecutivos, y traccionan menos concurrencia a las urnas.
Los analistas políticos coinciden en que uno de los principales motivos de la baja participación hay que buscarlo en el “mal humor social” hacia la política en general. Y lo atribuyen al hartazgo frente a las restricciones impuestas por la pandemia y el deterioro económico, luego de un prolongado parate en la actividad y la suba inflacionaria. Las candidaturas al Congreso quedan, así, demasiado “lejos” frente a las necesidades y angustias cotidianas. También la atribuyen al desinterés por la votación entre la población joven.
La participación histórica en las Primarias
Las PASO se comenzaron a implementar en las elecciones de 2011, tanto en la categoría de Presidente y vicepresidente, como en las de senadores y diputados nacionales. Ese año, el nivel de participación en las primarias fue del 78,7%: el más alto desde que están vigentes. Dos años después, en las PASO legislativas de 2013, la concurrencia bajó y se ubicó en el 75% por ciento.
En las elecciones internas presidenciales de 2015 que resultaron en favor de Mauricio Macri, el índice descendió apenas un décima a 74,9%. En las Primarias de medio término de 2017, la participación subió al 75% del padrón electoral.
Para las PASO de 2019, que marcaron el fin de la gestión de Cambiemos y adelantaron el triunfo Alberto Fernández, la concurrencia del electorado a las urnas subió al 76,42 por ciento.
Si se analiza lo que sucedió por provincias respecto de las PASO del 2017, las últimas legislativas de medio términos, las provincias donde hubo menos concurrencia a las urnas el domingo fueron San Juan y Jujuy, con un 10% menos; Buenos Aires 9,34% menos; y Chaco, con un 8,84% menos.
En el otro extremo, en Tierra del Fuego apenas cayó un 0,09% y en Tucumán, un 0,85%.
La diferencia entre las PASO y las generales
De acuerdo a las cifras oficiales, históricamente las PASO tuvieron una diferencia de alrededor de 5 puntos de participación por debajo de las generales.
En las últimas generales de 2019 que tuvieron como gran triunfador el Frente de Todos la participación fue del 80,41%, lo que representó 4 puntos porcentuales por encima de la concurrencia en las PASO (76,42%).
En las legislativas de dos años antes, en las que se impuso Cambiemos en una revalidación de medio término, la diferencia fue de menos de 2 puntos (77,61% en las generales contra 75,93% en las Primarias). Pero en las de 2015, esa diferencia había sido de más de 6 puntos porcentuales (74,91% en las PASO vs 81,07% en las generales).
En los comicios de 2013 la diferencia fue de casi 3 puntos (77,64% en las generales vs 75,01% en las Primarias) y en las del debut en 2011, fue de menos de un punto.
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