Javier Milei se convirtió en la sorpresa de las elecciones: con más del 90% de las mesas escrutadas, el candidato de La Libertad Avanza obtiene el 13,64% de los votos y es el tercer candidato más votado en la Ciudad de Buenos Aires, por debajo de María Eugenia Vidal, de Juntos por el Cambio, y Leandro Santoro, del Frente de Todos. “Si no hacemos un giro de 180 grados, en 50 años vamos a ser la villa miseria más grande del mundo”, lanzó el economista.
“En noviembre, no sólo vamos a tratar de ganarle al kirchnerismo sino que también vamos a tratar de ganarles a la palomas, que pactan con los K”, se envalentonó Milei en el discurso desde el búnker de La Libertad Avanza en el hotel Grand View, ubicado en Azcuénaga 45. Y arengó: “Queridos leones, les pido que sigan rugiendo, que cada vez lo hagan más fuerte, porque La libertad Avanza”.
En la puerta del búnker, tras el cierre de los comicios, se juntaron los simpatizantes del espacio que encabeza Milei. Estaban en la calle, detrás de un vallado, y antes de que hablara el candidato gritaban: “Olé, olé, olé, oleeé... Javier, Javier”. A esa altura, la página oficial indicaba que a Milei lo habían votado más de 221 mil porteños. “¡Libertad, libertad, libertad!”, coreaban con bombos y redoblantes que se escuchaban de fondo.
“Hola, ¿cómo están? Estamos esperando para el discurso, y después voy a salir a festejar con ustedes”, fue el mensaje de Milei, con el barbijo puesto, en vivo a su canal de Youtube, en la previa del discurso. Y cuando subió al escenario del búnker, dijo: “Yo les dije, no vine acá para guiar corderos, vine para despertar leones; y los leones están despiertos”.
“Este es sólo el primer paso en busca de la reconstrucción nacional, el paso para volver a una Argentina potencia... Esta euforia, acerca de los pasos que podríamos dar en el largo plazo”, comenzó en un discurso en el que se lo vio envalentonado.
“No hay nada para festejar en una Argentina del 50 y 50: 50 de inflación, 50 de pobreza. Y si no hacemos un giro de 180 grados, en 50 años vamos a ser la villa miseria más grande del mundo”, se quejó y arengó: “Qué tiemble la casta política”.
Y siguió: “Los números muestran el hartazgo de esta casta política que nos empobrece, donde los único que progresan son los políticos y aquellos cuidados de bien, que nos rompemos el lomo laburando, cada vez nos va peor, a pesar de estar trabajando cada vez más. Y ese hartazgo queda claro en la baja participación: cada vez es menor. Pueden justificar con el tema de la pandemia, pero la verdad es que la gente cada vez participa menos porque le cuesta creer que es posible sacar a la casta”.
“Somo el testimonio de que, si nos siguen apoyando, los vamos a sacar a estos chorros”, remarcó el economista y dijo: “En este primer paso que da el liberalismo en Capital Federal y que lo vamos a hacer escuchar en toda la República Argentina, hoy el liberalismo se llevó el 25% de los votos, por lo menos. Por lo tanto, si queremos echar a los K, votemos a los liberales que en noviembre los vamos a sacar”.
En esa mismo tono fervoroso, continuó: “Quiero decirles que, no sólo estamos en condiciones de sacar a los K, de dejarlos en un tercer puesto y que no vuelvan nunca más, sino que estamos en condiciones de ir a ganarles a las palomas, las que acuerdan con los K”.
“En noviembre, no sólo vamos a tratar de ganarle al kirchnerismo sino que también vamos a tratar de ganarles a la palomas, que pactan con los K”, subió aún más el tono. Y alentó: “Queridos leones, les pido que sigan rugiendo, que cada vez lo hagan más fuerte, porque La libertad Avanza”.
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