Máximo Kirchner se acomodó en el escenario junto a Victoria Tolosa Paz y Mayra Mendoza, referente de La Cámpora que oficiaba de anfitrión, como intendenta de Quilmes, en el último acto de campaña antes de las PASO. Frente al micrófono, hubo críticas para la oposición y arengas para el domingo electoral. El acto cerró con una foto de los protagonistas levantando bien alto la boleta del Frente de Todos en ese territorio donde el kirchnerismo se sentía tan cómodo.
Pero la puesta en escena proselitista no tuvo el impacto deseado en las urnas. Ocurrió en Quilmes, que recibió a toda la primera línea del kirchnerismo horas antes de las PASO, pero también sucedió en otros municipios del conurbano que fueron la cuna de distintos referentes para el Gobierno. Lo sufrieron los ministros Gabriel Katopodis y Eduardo “Wado” de Pedro, que recibieron una cachetada electoral en el lugar menos pensado. También Sergio Massa, uno de los líderes de la alianza oficialista, que perdió en Tigre. Y la propia Victoria Tolosa Paz, que sufrió una paliza electoral en su La Plata natal.
La contracara de esas derrotas impensadas son los distritos incondicionales para el kirchnerismo en el conurbano. Aún en derrotas como éstas para el oficialismo -que en algunos municipios perdió por más de 30 puntos diferencia-, distritos como La Matanza, Lomas de Zamora y Florencio Varela, entre otros, parecen ser impenetrables para la oposición. Algunos territorios de esa tercera sección electoral que sustenta la base territorial del peronismo no cedió, aún en un escenario de catástrofe electoral y ante un contexto de profunda crisis económica.
¿Cuáles fueron las derrotas impensadas para el kirchnerismo? El Frente de Todos perdió en Quilmes, territorio de La Cámpora y lugar elegido para ese simbólico acto antes de las PASO. Juntos sumó el 40,3% de los votos, siete puntos de ventaja sobre el oficialismo. La comparación con las internas de 2019 es asombrosa: apenas dos años atrás, el kirchnerismo había reunido el 52,5% de los votos.
El ministro de Obras Públicas, Katopodis, fue uno de los más golpeados por las urnas. San Martín, distrito que gobernó hasta saltar -con una licencia de por medio- a la Casa Rosada, también perdió: la oposición sumó el 37,4% de los votos, tres puntos más que la lista oficialista. “Wado” De Pedro fue otro de los ministros que sufrió derrota en su distrito natal. La lista encabezada por Diego Santilli le sacó casi 20 puntos al Frente de Todos, cuya lista era impulsada por el intendente local, el hermano del ministro del Interior. El oficialismo también perdió en Tigre, histórico territorio de Massa. Juntos cosechó el 38% de los votos, seis puntos más que el Frente de Todos.
Pocos quedaron exentos de las derrotas “en casa” dentro del oficialismo. Juntos arrasó en La Plata, la ciudad natal de Tolosa Paz. A nivel nacional, la oposición también ganó con ventaja en la provincia de Santa Cruz y específicamente en la ciudad de Río Gallegos, la cuna del kirchnerismo.
Jorge Ferraresi, ministro de Desarrollo Territorial, fue uno de los pocos que pudo frenar la tendencia. El Frente de Todos ganó en Avellaneda, el distrito que gobernó hasta convertirse en funcionario nacional. El oficialismo cosechó el 39% de los votos y sacó casi cinco puntos de ventaja sobre la oposición.
Las derrotas impensadas en el conurbano también afectaron, en menor medida, a algún opositor. Fue el caso de Néstor Grindetti, jefe de campaña de Diego Santilli e intendente de Lanús. Su lista de candidatos a concejales perdió en el distrito del sur bonaerense con las distintas listas internas del kirchnerismo. Grindetti, de todas formas, festejó anoche en el búnker la victoria de Juntos en la provincia de Buenos Aires, una victoria que también lo tuvo como protagonista, aunque desde otro lugar.
Distritos impermeables
La vulnerabilidad electoral del kirchnerismo en un puñado de distritos bonaerenses tiene como contracara otros municipios que parecen impermeables a cualquier intento antikirchnerista. Aunque acostumbra a mostrar números aún más contundentes, en esta ocasión el Frente de Todos superó el 44% de los votos en La Matanza. Cuando la provincia de Buenos Aires cayó, el distrito más populoso del conurbano le entregó una victoria por casi 20 puntos de diferencia al kirchnerismo. El oficialismo llevó en ese distrito a Fernando Espinoza como primer precandidato a concejal, quien sacó sacó un 46,13%, logrando una diferencia de 19 puntos.
La tercera sección electoral tiene otro distritos incondicional para el kirchnerismo. El Frente de Todos sumó en Florencio Varela el 40,9% de los votos, más de 15 de ventaja con respecto a la oposición. A pesar de la brecha que logró en estas PASO, este distrito suele mostrar cifras más impactantes en favor del kirchnerismo, como hace dos años atrás, cuando superó el 62%. Lomas de Zamora, otro de los distritos más populosos del conurbano, también se mantuvo al margen de la ola opositora: la boleta del kirchnerismo, impulsada por el intendente Martín Insaurralde, superó el 40% de los votos, casi 10 de ventaja respecto de Juntos.
La oposición también tiene sus incondicionales. La lista de concejales impulsada por Jorge Macri en Vicente López fue la más votada de la oposición en todo el conurbano con el 56,4% de los votos. A cifras similares se acercó Gustavo Posse en San Isidro: la boleta de diputados de Juntos superó el 55%. Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, completa el podio de los opositores que resistió la salida de Cambiemos de la Casa Rosada. Juntos le sacó en estas PASO más de 10 puntos de ventaja al kirchnerismo en ese distrito.
Visualización: Marcelo Regalado
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