Los datos oficiales de la ciudad de Buenos Aires confirmaron una cómoda victoria de Juntos por el Cambio en el principal bastión electoral del PRO (48% sumando las tres listas).
Horacio Rodríguez Larreta apostó fuerte por María Eugenia Vidal y salió victorioso. La ex gobernadora bonaerense no sólo se impuso en la disputa contra Patricia Bullrich por encabezar la boleta porteña, sino que también ganó con comodidad (con el 32.95%) la interna ante las listas de Ricardo López Murphy (11.25%) y Adolfo Rubinstein (4.01%).
Sin embargo, los buenos resultados del “Bulldog” y el inédito porcentaje que obtuvieron los libertarios liderados por Javier Milei (13.66%) encendieron algunas señales de alarma en el comando de campaña de Vidal.
La preocupación por la “fuga” de votos por derecha quedó en evidencia durante las últimas semanas. La ex gobernadora comenzó la campaña con un claro perfil “dialoguista” pero luego endureció su discurso y adoptó un tono mucho más confrontativo contra el kirchnerismo, en un intento de contener a los “halcones” de su espacio que hubieran preferido a Bullrich como primera candidata.
De hecho, en el oficialismo porteño no descartan que una parte de los votos que obtuvo López Murphy se vuelquen a Milei en las generales de noviembre. Ante este panorama, recuperar terreno entre los sectores duros será una de las prioridades de la campaña de cara a las elecciones generales de noviembre.
Escoltada por Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal pisó el escenario del búnker pasadas las 22. “Gracias a todos los que fueron a votar y nos dieron una nueva oportunidad”, dijo con emoción.
En el plano político, Vidal mencionó en primer lugar al jefe de gobierno porteño y le agradeció “por su confianza”. “Estos votos reflejan un voto a una forma de gobernar la ciudad”, agregó.
Luego destacó que Mauricio Macri fue quien “empezó hace 14 años esa forma de gobernar”. “Gracias por acompañarme”, dijo. Según Vidal, en estas elecciones se sintió “un ‘basta’ atronador al atropello”, en referencia al kirchnerismo.
Para el Frente de Todos no hubo sorpresas. La boleta encabezada por el legislador Leandro Santoro y la diputada Gisela Marziotta obtuvo casi el 25% de los votos. Una cifra razonable si se tiene en cuenta que 35% fue el máximo que obtuvo el peronismo en los últimos años (2019 y 2011) y el desgaste del oficialismo nacional tras un año y medio de pandemia y crisis económica. Santoro superó la marca de las legislativas de 2017 pero quedó lejos del resultado de hace dos años.
Con estos resultados el legilador amigo de Alberto Fernández se consolida como candidato para la carrera para jefe de gobierno porteño dentro de dos años. Posiblemente competirá contra el actual ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, que en este turno electoral optó por continuar en el gabinete nacional. Lammens sacó el 35% de los votos en 2019 y considera que su gestión como ministro le dará mayor visibilidad y mejorará sus chances de resultar electo en 2023. Dentro del Frente de Todos muchos entendían que debía haber encabezado la boleta porteña para “revalidar” los resultados de hace dos años y mostrar presencia en el distrito.
Por otro lado, el Frente de Izquierda quedó como cuarta fuerza más votada con más del 6%. La boleta liderada por Myriam Bregman se impuso en la interna con más del 86% de los votos. En quinto lugar quedó Autodeterminación y Libertad, con 2.64%.
La victoria de Vidal en CABA y el inesperado resultado de Diego Santilli en provincia de Buenos Aires consolidaron la figura de Horacio Rodríguez Larreta como hombre fuerte del PRO y “presidenciable” de Juntos por el Cambio. La exitosa apuesta de imponer a sus candidatos en dos de los principales distritos del país lo dejó en una posición de fuerza en la disputa con los “halcones” liderados por Patricia Bullrich y Mauricio Macri. De hecho, la lista auspiciada por el ex presidente perdió en Córdoba, donde se impuso Luis Juez sobre Mario Negri.
SEGUIR LEYENDO: