La elección en Santa Fe, uno de los cinco distritos electorales más importantes del país, es una de las que tiene la lupa nacional encima durante este domingo y también la tendrá en los días posteriores, cuando el mapa político local arroje ganadores, perdedores y proyecciones posibles para los comicios de noviembre.
La provincia que conduce el peronista Omar Perotti está dividida en tercios en lo que respecta a la influencia de las fuerzas políticas, en términos de representatividad electoral. Los tres bloques son el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y el Frente Amplio Progresista. La lucha por el poder y los votos siempre es tripartita.
La interna peronista con final abierto
En estos comicios los tres espacios tuvieron internas. Las PASO valieron la pena y se utilizaron para lo que fueron creadas: dirimir las diferencias en las urnas. La principal, por ser oficialismo y por la pelea de fondo que se generó, es la que tuvo lugar en el peronismo. Más allá de los candidatos que estuvieron en cada boleta, los que discutieron el poder son Omar Perotti y Agustín Rossi, las dos figuras más relevantes del peronismo santafecino.
El Gobernador selló un acuerdo político con Cristina Kirchner, al filo del cierre de listas, en el que Rossi quedó afuera de todo el armado. Perotti pidió que no estuviera por considerar que restaba más de lo que sumaba debido a su techo electoral, y la Vicepresidenta no solo convalidó esa mirada, sino que no titubeó en el momento de cerrar una alianza con un gobernador con el que tiene grandes diferencias ideológicas.
Ese acuerdo fue respaldado por Alberto Fernández pese a que el Presidente intentó convencer al gobernador santafecino de incluir a Rossi en algún lugar de las listas. El “Chivo”, como se lo conoce e el mundo de la política, propuso ser candidato a senador, encabezar la lista de diputados o que sea su socia Alejandra Rodenas, actual vicegobernadora, la que esté en el vértice de la lista para ingresar a la Cámara baja.
Ninguna de esas opciones convencieron a Perotti, que hizo valer su peso como gobernador y diseñó una jugada estratégica, esperando que le dé buenos resultados. Obturó la presencia de Rossi en el armado, recibió el respaldo de la cúpula del Gobierno y fortaleció su esquema propio con la presencia de Marcelo Lewandowski y Roberto Mirabella en las cabeceras de las listas. El periodista deportivo compartió la lista para el Senado con María de los Ángeles Sacnun, la dirigente que respalda Cristina Kirchner.
Rossi fue presionado por el Gobierno para bajar su candidatura. Se resistió hasta el final. La consecuencia inmediata fue la decisión del Presidente de desplazarlo del ministerio de Defensa. Lo echó con un argumento creado para la ocasión. Todos los precandidatos que ocupaban lugares en la estructura del Gobierno tenían que abandonar el cargo para competir en estas elecciones.
El ex ministro se sintió destratado por la cúpula del gobierno nacional y vetado por Perotti, con quien había trabajado en el 2019 para generar la unidad de todo el peronismo santafecino, estrategia clave para regresar al poder luego de 12 años de gestiones socialistas. Frente a esa situación, mantuvo firme su precandidatura a senador nacional.
La dupla Lewandowski-Sacnun integró la boleta del perottismo, que es respaldada por la Casa Rosada y el Instituto Patria. Enfrente compitió el dúo Rossi-Rodenas y en el primer lugar de la lista de diputados fue Eduardo Toniolli, dirigente del Movimiento Evita. En ambos espacios tuvieron encuestas que los daban ganadores en toda la provincia y en Rosario, la ciudad más importante el día de las elecciones.
Cualquiera sea el ganador, el resultado generará consecuencias inmediatas que afectará la vida del peronismo santafesino. Si gana la lista de Perotti, habrá que esperar a los primeros días de la semana para saber si Rossi se alinea al espacio y pone su caudal de votos para unificar al peronismo de cara a las elecciones generales.
Si gana Rossi, el gobernador santafesino sufrirá un fuerte golpe en su estructura de poder provincial y verá condicionado su armado político y su gestión a un acuerdo con el ex ministro de Defensa. Además, el Gobierno deberá reacomodarse en el escenario electoral y definir qué postura tomará frente la candidatura del ministro que echaron del Gabinete y al que le soltaron la mano en medio de la puja de poder en Santa Fe.
En el medio de la trama, Rossi denunció que Perotti apretó a intendentes para que no lo reciban durante la campaña y puso un manto de dudas sobre un posible fraude al caer la tarde de este domingo. En tanto, el Gobernador evitó la confrontación directa pero está convencido que Rossi mantuvo firme su candidatura para beneficio personal, con el fin de conservar todo el poder que se pueda y competir en el 2023 como candidato a la gobernación.
Las cuatro opciones de Juntos por el Cambio
La interna de Juntos por el Cambio tuvo cuatro listas. Este domingo compitieron las listas para ingresar al Senado que encabezan Federico Angelini, Carolina Losada, José Corral y Maximiliano Pullaro. En campaña las discusiones más picantes tuvieron como protagonistas a los dos primeros candidatos.
Angelini es el vicepresidente del PRO a nivel nacional y cuenta con el respaldo absoluto de los peso pesados del partido. Mauricio Macri y Patricia Bullrich viajaron a Santa Fe para apoyarlo. Horacio Rodríguez Larreta le brindó su respaldo desde la Ciudad de Buenos Aires.
El candidato del PRO, que estuvo acompañado en la lista por Amalia Granata, es el nombre que representa la escudería oficial. Esa es su principal arma en esta elección. Línea dura del macrismo, apareció en la competencia como uno de los favoritos para ganar la interna. En la cabeza de la lista de diputados estuvo el rosarino Luciano Laspina.
Según la mayoría de las encuestas, su disputa mano a mano es con la lista que encabeza la periodista Carolina Losada, que se volcó a la política hace solo algunos meses y mantuvo su nombre en la agenda política con una estrategia de comunicación que incluyó cuestionamientos directos a Cristina Kirchner y Mauricio Macri. La periodista estuvo acompañada en la boleta por Dionisio Scarpín, mientras que la lista de diputados la encabezó el radical Mario Barletta.
Su estratega de campaña fue Lucio Guberman, un conocido consultor con base en Santa Fe, que ya asesoró a otros dirigentes importantes de la provincia como Omar Perotti, Agustín Rossi, Anita Martínez y Alejandra Rodenas. Losada se apoyó en la estrategia con la fidelidad de un alumno cumplidor y convencida de que la rigurosidad de la campaña era una de sus armas en esta batalla electoral. Solo tuvo un paso en falso.
El primer golpe de efecto lo logró con un afiche en el que detrás de su imagen aparecía la figura de Cristina Kirchner. El mensaje que la acompañaba era “Si Cristina queda atrás, ganamos todos”. Las fotos de los carteles pegados en las calles se viralizaron con rapidez en las redes sociales y los chats de WhatsApp.
El segundo golpe fue un video grabado para Mauricio Macri, luego de que el ex presidente desembarcara en Santa Fe para apoyar a Angelini. “¿Sabe usted que si Angelini asumiera como senador podría entregar su banca de diputado nacional al kirchnerismo? ¿Cómo puede ser que usted apoye al que le dejaría la mayoría en la Cámara de Diputados?”, le preguntó.
El argumento que planteó la periodista está vinculado a que si el vicepresidente del PRO gana las PASO, tendrá que renunciar a su banca en la Cámara baja, donde tiene mandato hasta el 2023. Su salida permitiría la llegada de Cesira Arcando, dirigente de UATRE, partido que en el 2019 formaba parte de la oposición y en el 2021 se sumó a las filas de Omar Perotti.
Esa movida de comunicación enojó a Macri, que después de ver el video la llamó por teléfono y le reprochó su estrategia. La acusó de manipular el argumento de la banca de Angelini. Losada le dijo que él se había metido en la interna de forma deliberada. El ex presidente le respondió que cada uno apoya a quién tiene ganas y que él se inclinó por el dirigente del PRO.
La periodista se mantuvo firme frente a los cuestionamientos de Macri. Fue un ida y vuelta tenso sin final feliz para el ex jefe de Estado. Losada siguió insistiendo en público con el mismo argumento.
El tercer golpe no estuvo planteado como parte de la estrategia de campaña y generó un efecto impensado dentro de su equipo de trabajo. La precandidata grabó un video en el que se la ve en pose sexy diciendo: “Sé que muchos de ustedes están muy calientes y que incluso algunos piensan en no ir a votar el próximo domingo. Yo les digo que los kirchneristas van a ir todos a votar. La única manera de dejarlos atrás es ir y votar”.
El video generó una fuerte repercusión en Santa Fe y se nacionalizó. La periodista fue acusada por algunos de sus pares de banalizar la campaña. Ella se defendió con un argumento que le permitió salir del paso: “Los chistes no se explican”. En el comando de campaña no supieron si el video generó un efecto positivo o negativo en las urnas, pero descartroan que algún impacto tuvo.
Una tercera lista la encabezó el ex intendente de la ciudad de Santa Fe, el radical José Corral, que estuvo acompañado por el dirigente del PRO Astrid Hummel, mientras que en la cabeza de la lista de diputados estuvo Roy López Molina.
La cuarta nómina es la que llevó en el primer lugar al ex ministro de Seguridad del gobierno socialista Maximiliano Pullaro y a Carolina Piedrabuena como candidatos a senadores. El ex funcionario dejó el Frente Amplio Progresista luego de la muerte de Miguel Lifschitz y cerró un acuerdo con un sector de la UCR para competir en la interna de Juntos por el Cambio. En la nómina para la Cámara baja estuvo Gabriel Felipe Chumpitaz.
La reconstrucción del Frente Amplio Progresista
El espacio que lideraba el ex gobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz está viviendo un proceso de reconstrucción y debate interno, que sobrevino después de la derrota electoral del 2019 y que se profundizó en los últimos meses luego del fallecimiento del ex mandatario como consecuencia del coronavirus.
En el Frente Amplio Progresista compitieron dos listas. Una de ellas es la que encabezó la pareja de Lifschitz, la socialista Clara García, quien fue ungida, junto a la ex intendenta de Rosario Mónica Fein, que lideró la lista de diputados, como la nueva conductora del sector del socialismo que respondía al ex gobernador. El segundo lugar en la lista del Senado es ocupado por Julio Francisco “Paco” Garibaldi.
La segunda lista la encabezó un dirigente histórico: Rubén Giustiniani, que estuvo secundado por María Eugenia Schmuck. La lista de diputados la encabezó el radical Claudio Fabián Palo Oliver. El actual diputado provincial fue convocado por el intendente de Rosario, Pablo Javkin para armar una lista paralela a la del socialismo, donde fue corrido en el 2017, y ampliar la base política de la coalición.
El jefe comunal de la principal ciudad santafesina jugó su propio partido. Señalado en el ambiente político de la provincia como el próximo candidato a gobernador del Frente Amplio Progresista, Javkin movió su ficha en la interna y volcó su apoyo a Giustiniani, que en los trabajos de consultoría aparece con una intención de voto similar a la de Clara García.
En la coalición la interna fue tranquila y no hubo problemas el día después de la elección. Cerraron filas y se abroquelaron en la marcha hacia los comicios generales para sacar el mejor resultado posible.
Este domingo la política nacional mira lo que suceda en Santa Fe. Por los nombres que protagonizan la disputa, por el momento de extrema tensión que vive con las muertes que produce el crimen organizado en Rosario y que generaron un espeso clima previo a las PASO y porque el distrito es uno de los más importantes en términos electorales.
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