El lunes comienza una nueva etapa de la campaña en donde los partidos comenzarán a disputar lo que será la conformación del Congreso de la Nación para los próximos dos años de la gestión de Alberto Fernández.
Hoy se definirá cómo estarán conformadas las listas que el 14 de noviembre irán a las urnas en busca de ganar la mayor cantidad de las 127 bancas que están en juego en la Cámara baja y las 24 de la Cámara alta.
En la Cámara de Diputados, el 53% de las bancas que se renuevan pertenece a Juntos por el Cambio, que arriesga 60 escaños, y el 41% al Frente de Todos, que pone en juego 52 lugares.
La bancada del oficialismo que conduce Máximo Kirchner hoy tiene 68 diputados con mandato hasta el 2023, por lo que si en noviembre logra sumar una decena de bancas a las 52 que tiene que renovar podrá contar con mayoría propia.
Por su parte, la oposición encarnada en Juntos por el Cambio pone en juego 60 bancas de las 115 que tiene en Diputados, ya que renueva buena parte de los legisladores que ingresaron en diciembre de 2017, momento en que Cambiemos era Ejecutivo y logró su mejor elección.
Pero a los partidos provinciales que también buscarán renovar, mantener y sumar espacios, en esta ocasión se suman los sectores libertarios encarnados en Javier Milei en la Ciudad de Buenos Aires y José Luis Espert en la provincia de Buenos Aires.
En el entorno de Milei, quien hizo su cierre de campaña con una nutrida concurrencia, confían en que incluso en el peor escenario economista podrá entrar al Congreso. Y si en noviembre logra alcanzar el 15% de los votos, arrastrando a desencantados con María Eugenia Vidal que no la quieren votar aunque finalmente lleve a Ricardo López Murphy en la lista, sumaría un escaño más.
Por su parte, José Luis Espert tiene que superar los 400.000 votos para entrar, lo que significará algo más del 3% del padrón en la provincia de Buenos Aires. Una vez pasado ese número en el distrito se reparte las 35 bancas a través del sistema D’Hondt (se divide el total de los votos válidos obtenidos por las listas restantes por uno, dos, tres y así sucesivamente hasta llegar al número total de los cargos que se deben cubrir). En este modelo, los votantes de Espert podrían también sumar en el Congreso a Carolina Píparo, número dos de la lista.
También compite Florencio Randazzo en la provincia de Buenos Aires, un distrito clave para el Frente de Todos y sus aspiraciones de poder llegar al quórum, teniendo en cuenta que el oficialismo aspira renovar 16 bancas de las 35 que hay en juego en ese distrito y sumar alguna más.
En Juntos por el Cambio hoy entienden que si hacen una elección “regular” pasan de los 115 legisladores actuales a tener 108, mientras que si hacen una muy buena elección podrían alcanzar los 120, por lo que le faltaría 9 votos para alcanzar el quórum propio.
Por el lado del oficialismo la mirada está puesta en el distrito que conduce Axel Kicillof. Si logra mantenerse aún le faltarán 10 legisladores para alcanzar el quórum por lo que buscará retener y sumar, pero los analistas advierten que en el mejor escenario tampoco llegaría al quorum propio.
Con las encuestas planteando una paridad o un exigua ventaja del Gobierno en las PASO, la relación de fuerzas dentro de la Cámara de Diputados no presentaría una fuerte variación sino que la oposición quedará más dispersa.
La tierra de Cristina Kirchner
En la Cámara alta, la tierra de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el oficialismo hoy cuenta con la cantidad de senadores suficiente para habilitar sesiones y aprobar leyes, pero en las elecciones de noviembre va a poner en juego buena parte de esa capacidad de definición.
El Senado de la Nación, como lo establece el sistema constitucional argentino, se renueva por tercios cada dos años y de a ocho provincias por vez. En esta ocasión las provincias que ponen en juego sus lugares son Córdoba, Catamarca, Chubut, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán.
El bloque del Frente de Todos (FdT) tratará de revalidar 15 de las 24 bancas que este año se ponen en juego, en tanto que la bancada de Juntos por el Cambio (JxC) y sus aliados arriesgarán las 9 restantes.
Pero aunque aún hay tiempo por delante, los sondeos muestran que no será tan fácil para el oficialismo mantener la mayoría. Por lo menos así lo muestra un trabajo de CB Consultora: actualmente el FDT cuenta con 43 bancas propias y aliadas en el Senado, y la proyección es que puede perder hasta 7 bancas. Con 36 bancas, se quedaría sin facultades para disponer del quórum ya que le faltaría un senador.
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