Alberto Fernández tiene pendiente un cambio de Gabinete y un viaje al exterior que incluye la cumbre de la CELAC y la Asamblea General de las Naciones Unidas. El Presidente guarda “in pectore” los nombres de los futuros ministros y aún no confirmó su corta gira a Ciudad de México y New York.
Todo dependerá del resultado de las PASO: si los números cumplen las expectativas del Frente de Todos, la reforma del Gabinete podrá esperar y Alberto Fernández volará a México y Estados Unidos. “Con un voto de más, se ganan las elecciones”, reflexionó el jefe de Estado en Olivos.
La perspectiva de Alberto Fernández es interpelada por Cristina Fernández de Kirchner. La vicepresidente está preocupada por los eventuales resultados en Buenos Aires, Santa Fe, Cordoba, Corrientes y Chubut, y su impacto en la coalición oficialista, la situación económica y la imagen pública del jefe de Estado.
CFK considera que ciertos ministros y secretarios ya han cumplido un ciclo en el Gobierno y cocina sus desplazamientos. El Presidente comparte que se debe ejecutar un cambio Gabinete, pero disiente en los nombres de los posibles defenestrados.
La ecuación política del Instituto Patria y la Cámpora es fácil de explicar: si en las PASO se pierden cuatro senadores nacionales, y el triunfo de Victoria Tolosa Paz no es muy exuberante ante Diego Santilli, el Gabinete debería ser maquillado -quizás- antes de los comicios del 14 de noviembre.
Desde esta ecuación política, poco serviría ganar por un voto en las PASO.
La marcha forzada de CFK y Máximo Kirchner para remozar al Gabinete, complicaría la agenda internacional del Presidente. Tiene previsto un viaje de corta duración a Ciudad de México y Manhattan, pero una eventual crisis de Gobierno postergaría su participación en la Cumbre de la CELAC y en la Asamblea de la ONU.
“Vamos a esperar los resultados y luego Alberto (Fernández) decidirá. El viaje a México y New York está en el aire”, confió un integrante del Gabinete que habitualmente se sube al avión presidencial.
El jefe de Estado siempre optó por quedarse en la Argentina cuando olfateó que una gira al exterior podía complicar su rol institucional y su imagen pública. Sucedió ante la invitación de Emmanuel Macron que organizó una cumbre sobre igualdad de genero, y podría suceder con la reunión de la CELAC y la Asamblea de la ONU.
Alberto Fernández ocupó el centro del escenario en las campañas de la Ciudad y de Buenos Aires, y en el Instituto Patria, la Cámpora y el Senado van a utilizar esa decisión electoral para ocupar más ministerios en el Gabinete, ante un resultado adverso en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Corre peligro Martín Guzmán, una pieza clave en el tablero del Presidente. El Jefe de Estado respalda a Guzmán, pero en la Cámpora consideran que ya es tiempo de eyectar al ministro de Economía y al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
El mandatario siempre apostó a los foros multilaterales, y su ausencia en la cumbre de la CELAC y la Asamblea General de Naciones Unidas desnudaría la compleja situación política y económica de su Gobierno. Está dispuesto a dar batalla, aunque reconoce que tiene poca tropa y que la Fiesta de Olivos no fue un hecho neutral para los electores de las PASO.
Los resultados de los comicios de mañana condicionarán los próximos actos domésticos y globales de Alberto Fernández. Hay tensión en la opinión pública y el Gobierno pretende moverse con cautela para evitar nuevos costos políticos rumbo a las elecciones legislativas del 14 de noviembre.
El Presidente impondrá un impasse en Balcarce 50 hasta entender el resultado de las PASO y acordar una hoja de ruta común con CFK y Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados. Será una tarea trabajosa: los tres tienen un interés común y diferentes estrategias de poder.
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