La provincia de Santa Fe emerge como uno de los distritos más competitivos de las Primarias del próximo domingo. Habrá competencia interna en la oposición y en el oficialismo, con la particularidad de que el ex ministro Agustín Rossi y la vicegobernadora -actualmente en licencia- desafiarán a la lista promovida por el gobernador Omar Perotti.
En una entrevista con Infobae, Alejandra Rodenas explicó por qué decidió ir a las Primarias y cómo será la convivencia en el peronismo a partir del día posterior a las Primarias. Ex jueza penal -procesó a parte de Los Monos y a policías vinculados al narcotráfico- planteó además cuál debería ser la respuesta del Estado para terminar con uno de los principales flagelos que atemoriza a los santafesinos: la inseguridad.
- ¿Con qué expectativa llega a las elecciones primarias?
Fueron internas interesantes, porque nosotros hemos confluido como un espacio que
tenía deseo de participar. La lista que representa al gobernador de la provincia, más allá del respeto institucional que tenemos hacia su figura, no lograba contener a todos los sectores que habíamos sido los grandes protagonistas del triunfo del 2019.
Transitamos la campaña con mucha austeridad y con una expectativa muy fuerte por parte de un peronismo militante que está acompañando y que cree en la posibilidad de generar más volumen para el Frente de Todos.
- Usted integra una boleta que encabeza Agustín Rossi y compite contra la nómina promovida por el gobernador Perotti. ¿Cuál de las dos es la lista del Presidente?
Yo creo que, obviamente, el gobernador tuvo sus diálogos con el Presidente, pero creo que podría pensarse como una lista única. Hay que tratar de reflexionar en torno a lo que significan las PASO en la provincia de Santa Fe, que tienen una larga tradición. Fue la primera provincia en 2007 que puso en funcionamiento este sistema electoral previo a las generales, con lo cual siempre Santa Fe, dado el escenario de tercios que siempre se ha dado por la presencia del Partido Socialista, ha generado una gran expectativa dentro del peronismo. Y esto tiene que ver, básicamente, con la necesidad de participación.
El peronismo de Santa Fe está en estado de ebullición permanente por las características propias de una provincia que tiene centros urbanos muy fuertes en el sur, una provincia fuertemente despoblada pero muy rica también en el norte, con dirigentes de mucha participación incluso a nivel nacional, con lo cual creo que pensar en una lista que soslaye o que sesgue la participación de algunos hombres importantes como Agustín Rossi o del Frente Renovador o del Movimiento Evita, achica la posibilidad de tener una contienda mucho más voluminosa, que es lo que en definitiva lo que el Frente de Todos está necesitando en la Argentina: sostenerse, anclarse y pensar en 2023.
- Rossi renunció al Ministerio de Defensa y usted, que es vicegobernadora de Santa Fe, pidió licencia. ¿Cómo fue tomar esa decisión?
Un gesto ético. Creo en eso. Ya en el 2017 dejé el Poder Judicial para ser parte también de una contienda donde donde con Agustín transitamos una interna muy pero muy virtuosa. Yo renuncié a mi cargo de jueza y acá estoy bueno pidiendo licencia. Mi rol institucional es el de presidir el Senado, yo no tengo un rol en el Ejecutivo, pero igual al tener un reemplazante constitucional, me pareció que era importante tener ese gesto y no perturbar la actividad que se da en un cuerpo legislativo con la actividad netamente partidaria.
- ¿Y el día después de la elección cómo se lo imagina ganen o pierdan la interna?
Siempre lo pienso en términos de lo que significa esta idea de volumen, de anclar el Frente de Todos y darle más visibilidad en la provincia de Santa Fe. Fue, es y será nuestro gran contenedor. Nosotros trabajamos con Agustín desde 2017 en este proyecto. Fue la plataforma que le dio al gobernador Perotti el lugar que tiene ahora y eso lo vamos a volver a repetir: no tengo dudas de que el escenario posterior al domingo es el de diálogo, unidad y consenso en un momento que la pandemia ha dejado mucho dolor y mucha tristeza.
Vivimos en una sociedad que ha sufrido mucho estos meses. Nosotros nos tenemos que hacer cargo de eso, la clase política necesita responder a esas angustias con la tranquilidad de que vamos a estar a la altura de las circunstancias, imagino, el 13 de septiembre, no solamente en el peronismo, sino todos los sectores que vamos a ir a una contienda general trabajando en otras gestualidades y en otros diálogos. La sociedad se merece un nuevo pacto de ciudadanía, una política de mejor calidad y justamente lo que pase después del domingo va a definir claramente cómo estamos percibiendo este escenario de la pandemia.
- En términos nacionales, la oposición plantea que el próximo domingo se plebiscita la gestión de Alberto Fernández. ¿Está de acuerdo?
Yo creo que siempre en las elecciones de medio término se plebiscita una gestión y cuando uno habla de la gestión, la verdad que hay mucho para poner en valor. Puedo hablar de lo que de lo que ocurrió en Santa Fe, pero sé que ha sido espejado así en todas las provincias.
Si no hubiese sido por la gestión del Presidente y de la Vicepresidenta, es muy difícil que hubiésemos podido transitar la pandemia como la transitamos. Cometimos errores, sí, ¿quién no comete errores cuando uno tiene que enfrentarse a semejante distopía y a semejante escenario de tembladeral en el mundo? Una pandemia que exhibió las asimetrías en las que ya estábamos situados, un mundo de países ricos que pudieron comprar insumos con mayor rapidez y con mayor fluidez y un país como el nuestro, endeudado por el proceso anterior, que claramente tuvo que salir a buscar cómo contener la situación sanitaria. Sería muy hipócrita por parte de la oposición no reconocer lo que significó el trabajo del Frente de Todos en la pandemia.
-Macri dice que con él en el Gobierno la gestión de la pandemia hubiera sido mejor.
Yo soy muy respetuosa, no me gusta la palabra enemigo, sí la palabra adversario... Pero digamos que esto lo diga quien fue el protagonista protagonista de haber sumido a la Argentina en una retracción de derechos tan patente y que eligió una Argentina de la especulación, del blanqueo y de la fuga de capitales, y que además ese ministerio que nosotros necesitamos y tanto a la hora de enfrentar la pandemia lo había reducido a una secretaría con todo lo que eso implica en términos presupuestarios y estratégicos, me parece que cuanto menos está leyendo la realidad en forma distorsionada.
Esa es la gran interpelación que tenemos que hacer los que estamos preocupados porque el proceso del Frente de Todos continúe, sea una proceso a largo plazo, que necesita claramente de varios periodos y de una continuidad de presencia del Estado fuerte.
Pensemos en aquellos sectores que viajan por el mundo y que vienen satisfechos por algunas situaciones de confort que se dan en el mundo más desarrollado, esas situaciones de confort se dan porque los estados son fuertes y están presentes. Y en la pandemia se exhibió con claridad que los estados más fuertes, más solventes, los estados desendeudados, subsidian, acompañan y asisten… Y no por eso perturban la idea de libertad y este supuesto el libro albedrío, que estaría en crisis a partir de las decisiones que se toman desde este gobierno… ¿Por qué no podemos pensar y reflexionar en torno a estas cuestiones?
-Esta semana asesinaron en Santa Fe a un testigo arrepentido que había declarado en una causa judicial contra narcotraficantes. ¿La inseguridad es el principal problema de Santa Fe?
Es un problema que tiene una historia que no es reciente. Hace 10 años que la provincia de Santa Fe está sumida en un proceso muy complejo. A mí me tocó enfrentar ese proceso siendo jueza penal, en aquel momento, bueno, pude dictar los procesamientos que llevaron al clan Cantero a ser condenado por los jueces de sentencia, vía un exhorto de un fiscal muy valiente de San Isidro que respeto mucho pero no voy a nombrar pudimos lograr la detención de Alvarado en su momento, que es uno de los articuladores que ha dividido geográficamente el territorio de Rosario, que es la ciudad más caliente y más golpeada.
Yo estoy convencida que la inseguridad es un problema que hay que resolverlo y esto lo hemos hablado mucho con Agustín, él con la mirada de un ex ministro de Defensa, yo como ex ex jueza y vicegobernadora. Creo que es un problema que excede a las fuerzas políticas y que hay que llamar a un gran pacto y a un gran acuerdo para establecer pisos mínimos para poder enfrentar semejante situación. Esto excede lo partidario, hay que llamar a todas las fuerzas políticas, al Poder Legislativo, al Poder Judicial y sentarnos en una mesa de diálogo. Esto no es un acting para que la gente nos crea: es realmente solventar el piso de articulación de una verdadera ingeniería para poder desarticular estas bandas.
- ¿No es un problema que trasciende los límites de la provincia?
Por supuesto. Nosotros estamos muy agradecidos cuando llegan fuerzas federales a la provincia, pero a veces no alcanzan porque nosotros necesitamos dispositivos perdurables y a largo plazo. Tenemos una policía diezmada, algún sector cartelizado, a mí me tocó procesarlos en su momento, y un sector que tiene muchas ganas de hacer las cosas bien y sentirse contenido en un proceso que claramente recomponga la posibilidad de que el rosarino y el santafesino pueda circular en paz, cuidar sus bienes en paz y vivir de una manera más tranquila, no amenazado por estas balaceras terribles.
Cuando uno ensaya dispositivos para desarticular una banda criminal, tiene que entender que eso genera consecuencias. Lo importante es tener un plan estratégico, un mapa del delito pensado y con respuesta a cada situación en particular. Esto va a necesitar de un gran acuerdo y de un gran pacto político. No podemos hacer campaña echándonos las culpas mutuamente porque es algo que nos trasciende, no podemos buscar responsables en el gobierno nacional… En esto hay que ser muy responsables, valientes y rigurosos a la hora de pensar una política de seguridad para Santa Fe y para todo el país.
-Usted procesó a parte de Los Monos, también a policías. ¿No tiene miedo cuando transita por las calles?
Sí, tengo mis temores, convivo con los temores hace mucho tiempo. Son las cuestiones con las que uno se ha comprometido y en las que uno cree. Creo que es importante para revertir este paradigma de la inseguridad que se ha instalado en la Argentina, específicamente en Santa Fe, es una revisión del funcionamiento de la Justicia.
No hablo solamente de la Reforma superestructural, que la justicia reclama modelos de ingreso más democráticos, más transparentes, sino también esta cuestión tan básica como es el acceso a la justicia. Las violencias atraviesan transversalmente a todos los sectores sociales, ni que hablar lo que significa para mí una agenda importantísima que es el de las mujeres y las violencias de género, con lo cual pensar en una justicia de más cercanía, más transparente, que esté más cerca del ciudadano y la ciudadana, también implica pensar en estos nuevos pactos de ciudadanía que nos está reclamando la sociedad y que vamos a tener que empezar a pensar entre todos y todas el 13 de septiembre. Porque creo profundamente en el diálogo y el diálogo no es sinónimo de declinación de nuestras convicciones.
Yo tengo profundas convicciones. Estoy convencida de que el proceso que encarnan nuestro Presidente y nuestra Vicepresidenta, es un proceso muy interesante. Me resulta muy interesante la sinergia que se ha generado entre Máximo Kirchner y Sergio Massa, por ejemplo, de verlos en esa suerte de diálogo y de mirada omnicomprensiva de la problemática que está atravesando en Argentina.
Son dirigentes que están emergiendo en la Argentina y que hay que mirarlos con mucho respeto y sobre todo, creo que desde el interior también estamos muy deseosos de poder intercambiar miradas con el gobierno nacional.
-Agustín Rossi, que es la persona que lidera la lista que usted integra, jugó fuerte con su salida del Gabinete. ¿Cree que nace un presidenciable para 2023 en caso de ganar las elecciones?
Yo creo que tenemos en Agustín a un hombre de Estado, yo lo conozco a Agustín de muy joven porque cuando yo ingresé a la Universidad en 1983, él ya era un dirigente consolidado pese a que es apenas unos años más grande que yo, pero ya era un dirigente de la Juventud Universitaria Peronista muy consolidado y realmente ya tenía esos dotes de conductor y de jefe, de hombre que veía un poco más adelante que el resto de la gente, que el resto de los compañeros y de las compañeras…
Y yo creo que con los años ha adquirido una mirada mucho más equilibrada en relación a cómo gestionar y a cómo construir políticamente, por eso nos encontramos en este diálogo de cómo solventar una construcción política que es la del Frente de Todos. Sentíamos que el gobernador estaba raquitizando ese proceso, que se estaba diluyendo porque había habido un gran gran soporte a la hora del triunfo del 2019, y nos pareció que sin desoír ni poner en crisis ningún deseo que nos trascienda a nosotros, esto es ni más ni menos que generar mayor volumen y mayor sostenibilidad al proyecto en el que creemos.
- En Cambiemos y en el Frente Cívico también hay primarias. ¿Miran de reojo lo que pasa allí?
Sí, miramos. Me sorprende a veces la banalización de la discusión política, ciertas gestualidades… Me sorprende cierta crispación innecesaria, me sorprende que no sean respetuosos de un electorado que está mirando en algunos casos con mucho descreimiento estas elecciones de medio término, un sector de la sociedad muy dolorido.. Y nosotros tenemos la obligación ética de dar un debate en serio de hacia dónde queremos ir como país, de establecer diálogos mínimos de convivencia para que el que está del otro lado sienta que hay una posibilidad de que la representación política adquiera una mejor calidad en este pacto de ciudadanía que yo creo que es una necesidad.
En la pandemia pasó algo que fue muy fuerte, falló lo que algunos llamaron desde la teoría política el principio precautorio, fue muy difícil bajar a la gente la necesidad de cuidarse para cuidar al otro y de que pudiesen internalizar cuáles eran estas estrategias que el Estado Nacional estaba desplegando, por eso creo que tenemos que ser muy cuidadosos con el lenguaje, muy cuidadosos con las ofensas y con el estado de irritación para generar una una Argentina un poco más amable.
-Usted dice que costó bajar el mensaje a la ciudadanía. ¿Qué responsabilidad tuvo el Ejecutivo con errores propios como fue la fiesta en la Quinta de Olivos?
Yo fui muchos años jueza y cuando alguien se disculpa, y cuando alguien reconoce que cometió un error, pide públicamente disculpas, ya está, ya está, ya se asumió el error. Eso no debería haber ocurrido, por supuesto que no debería haber ocurrido, pero ocurrió y ya se ensayaron todas las disculpas y ya se lo reconoció frente al electorado. Frente a eso me parece que ya no caben más ningún tipo de perspicacia ni dobles miradas.
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