No tienen ni un local abierto, se juntaron por whatsapp y armaron un partido político en pocos meses y en plena pandemia. Competirán por primera vez en las elecciones de este año y proponen que votar no sea obligatorio. Es el partido “Moderado”, inspirado en la serie danesa “Borgen”, que ya está autorizado en Rosario, donde inscribió cuatro listas de candidatos a concejal para empezar un recorrido que promete más: quieren sumar para el 2023 a Alejandro Fantino como candidato a gobernador y también participar en todas las categorías de los comicios nacionales.
De arranque tuvieron que sortear las dificultades para reunir en plena virtualidad las entre 3 y 4 mil fichas de adhesión y afiliaciones que se necesitan para registrar en Rosario un partido distrital. Lo resolvieron de manera práctica: en lugar de una sola lista de candidatos a concejal, armaron cuatro, para multiplicar así las posibilidades de juntar firmas. Entonces les resultó más fácil.
Sus listas van con candidatos propios, “no prestamos el partido para cualquiera”, aclaran, una modalidad que actualmente impera en la política santafesina. Las encabezan dirigentes de diversas extracciones partidarias y los nombres elegidos para las nóminas de concejal son “Libertad”, “Solidaridad”, “Con vos(z) de barrio” y “Fundamental/mente por Rosario”. No está claro cuáles son las diferencias entre sí.
El segundo problema fue más complicado. Su apoderado, Walter Eiguren (50 años), un militante peronista que reivindica a Carlos Menem, se presentó en la Justicia para averiguar si tenía alguna causa pendiente, requerimiento o citación judicial. Fue después que el portal “Suma Política” publicara sus antecedentes en la actividad, donde aparecen denuncias por estafas en la entrega de viviendas Fonavi en el 2009.
Eiguren sostiene que en el Centro de Justicia Penal de Rosario le dijeron “usted acá no existe”, y reafirma que nunca estuvo detenido por ese asunto y que se trató de una “cama” de la política en tiempos en que se disponía a competir en una interna y así lograron bajarlo. La denuncia fue publicada por los medios y habló de detención y de excarcelación por el tipo de delito cometido.
El dirigente confiesa hoy que siempre le sorprendió que cuarenta personas hayan denunciado el mismo intento de estafa el mismo día, a la misma hora y en la misma comisaría. Asegura que eso no ocurrió porque haya sido así en la realidad, sino que sospecha que los llevaron de la mano para perjudicarlo. “Cuando me presenté en la comisaría tuvieron que admitir que no me conocían”, relata en una discusión con lo que se escribió sobre el tema.
Reitera que nunca estuvo detenido ni tiene problemas derivados de ese asunto. Y que tiene residencia en España y que puede entrar y salir del país normalmente. Al menos esos antecedentes parecen no haber sido un obstáculo para la autorización del partido del que es apoderado.
Más directo reconoce otro episodio de su vida política. Fue cuando el entonces gobernador Carlos Reutemann dijo que ni lo conocía y prometió que iba a despegar los carteles que proponían la candidatura de Eiguren a diputado nacional al lado de una foto del Lole, que se postulaba a senador, dando a entender que tenía su bendición. “Me negó tres veces como San Pedro”, recuerda ahora.
Menos claro está por qué volvió de España, donde dice haber trabajado con el Partido Popular y los espacios moderados de Europa. Cuenta haber visitado Dinamarca, su fuente de inspiración para crear el partido Moderado, que no existe más que en la ficción de Netflix.
De la serie, que confiesa haberla visto completa, reivindica la postura política del partido que lideró Brigitte, cuya lealtad con sus ideales sin embargo no le resta lugar al pragmatismo. Casi como en la ficción, cuenta que la idea de crear un partido moderado surgió en el seno de su familia, en el living de su casa. La esposa de Eiguren es la presidenta del partido.
Los moderados argentinos se ponen al costado de la grieta. Dicen que no se identifican ni con el kirchnerismo ni con el macrismo. “Somos una construcción horizontal con conducción vertical”, afirman como un mantra.
Eiguren ya realizó una experiencia similar con el Partido Popular, que finalmente perdió en los trámites administrativos a manos de otro dirigente rosarino que podría denominarse un “busca” de la política.
Si el partido Moderado es sólo un enganche por el nombre que se popularizó en la serie y será recordado por la ficción más que por la realidad, lo dirá el tiempo. Antes se sabrá si las listas para el Concejo rosarino tienen aceptación entre los votantes.
Aunque siempre podrán decir sus impulsores que un magro resultado se debe a que la moderación no es posible en la Argentina de la grieta.
SEGUIR LEYENDO: