El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aseguró hoy que a los empresarios les va “mucho mejor” con la actual gestión de Alberto Fernández que “en otras épocas, sobre todo con el gobierno anterior” de Mauricio Macri. En esta línea, afirmó que la industrialización “es la nave insignia de la recuperación económica” que busca Casa Rosada para la pospandemia.
Cafiero, que destacó los conceptos que el Presidente formuló hoy en una columna escrita para Infobae, afirmó hoy que el Frente de Todos (FdT) puede dar muestras de sus “acciones” que “corporizan el modelo de producción y empleo”, a diferencia de Juntos por el Cambio (JxC), que plantea un proyecto de “especulación financiera”.
“No le preguntamos a los empresario a quien votan , les preponemos que inviertan, que cumplan con los compromisos tributarios y laborales, y con los marcos normativos que vamos diseñando”, enfatizó el funcionario, y agregó: “Muchos tuvieron que acceder al ATP, que le pagó el sueldo a tres millones y medio de trabajadores, muchas empresas se salvaron por esos programas”.
Y agregó: “La industria está creciendo al 12% y eso tracciona empleo de calidad, llevamos casi 25 mil puestos de trabajo nuevos, no solo se recuperaron los que se habían perdido en la pandemia en términos industriales.
Además, en diálogo con Radio 10, Cafiero consideró que Macri todavía debe “dar respuestas” sobre las acciones que llevó adelante la gestión de Cambiemos y “por qué dejó como dejó a la Argentina”.
“Fue el peor Presidente que tuvo la Argentina desde la vuelta de la democracia, y todavía tiene que rendir cuentas de lo que ha sido su Gobierno y su gestión”, apuntó el funcionario nacional.
Añadió que el modelo macrista “se corporiza con el nivel de endeudamiento récord que dejó”, como también en “las tasas de interés con que se tenían que financiar por ejemplo los sectores productivos”.
Eso representó, dijo el jefe de Gabinete, un “modelo de exclusión que trajo más pobreza, destrucción de pymes, de empresas y un Estado desertor”. “Nosotros queremos un Estado activo, presente, robusto, que subsidie tasas de interés”, comparó Cafiero, para quien eso se materializa, por ejemplo, con “12 hospitales modulares” construidos en pandemia, entre otras cosas.
“Pretendían que la obra pública la hagan los privados y pasamos de 270 obras que habían cuando llegamos a más de 1.800 obras, con recursos públicos, en una Argentina que construye su infraestructura para desarrollarse”, advirtió el funcionario.
La relación entre el Gobierno y los empresarios quedó en el foco de la agenda pública la semana pasada, cuando el Presidente y el ministro Matías Kulfas no asistieron al acto principal organizado por la UIA en José C. Paz para conmemorar el Día de la Industria.
En representación del Gobierno acudieron la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, y el secretario de Industria, Ariel Schale, que le pidió a los ejecutivos fabriles tomar más protagonismo: “Hay que jugar”, les dijo, respecto a la defensa de las políticas sectoriales. El presidente de la entidad fabril, Daniel Funes de Rioja, le respondió: “Tenemos vocación de diálogo sin banderas políticas”.
En la platea de empresarios, además de Funes de Rioja, estuvo el titular de Techint, Paolo Rocca, como uno de los principales protagonistas.
“Los industriales no asumieron el rol de ser protagonistas. No vamos a ser un país industrial si nuestros industriales no son actores relevantes en ese proceso. La dirigencia industrial tiene que ser funcional a un modelo de desarrollo, hay que jugarse”, arengó Schale en un extenso discurso.
El funcionario de más alto rango presente en el evento en Cerámica Alberdi defendió medidas tomadas durante la pandemia como el ATP que, aseguró, “fue el programa de rescate más grande de la historia argentina”, y afirmó que llegó a 350.000 empresas y 3 millones de trabajadores.
A su turno, Funes de Rioja recogió el guante y le respondió: “La Unión Industrial tiene vocación de diálogo sin banderas políticas y con buena fe”, mencionó el presidente de Copal. Desde la asunción del ejecutivo alimenticio en la UIA el Gobierno cruzó a la nueva conducción, a la que considera en público y puertas adentro como “política”.
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