El presidente Alberto Fernández dedicará sus últimos días de campaña a recorrer la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo juega su elección más importante y en dónde se concentra el poder territorial de Cristina Kirchner y Sergio Massa, los aliados del Frente de Todos.
El viaje que hoy realizó a Chaco será el último que haga al interior del país. Para mañana tenía agendado viajar a Santiago del Estero y lo suspendió para ir a Berezategui. El sábado estará en Hurlingham y los primeros cuatro días de la próxima semana recorrerá localidades bonaerenses.
El lunes a las 11 de la mañana el Jefe de Estado encabezará un acto con todos los candidatos del país. Será a través de una videoconferencia y participarán dos candidatos por cada provincia. Será el último acto con una impronta federal.
El martes está terminando de definir un viaje al interior del país. Iría de visita a una fábrica en Chivilcoy, mientras que el miércoles estará presente en el acto que está organizando el gobierno de Axel Kicillof para el cierre de campaña de la provincia de Buenos Aires. Allí también estará la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Ese acto se llevará adelante en Mar del Plata, una de las ciudades más pobladas de la provincia y dónde el Frente de Todos hizo un cierre de campaña multitudinaria previo a las elecciones presidenciales del 2019.
El jueves, finalmente, será el acto de cierre nacional. El lugar apuntado para hacerlo es el Estadio Único en la ciudad de La Plata. Será por la mañana. La idea es que el rebote mediático del cierre no se superponga con el partido que la Selección Argentina jugará a las 20:30 con Bolivia por las Eliminatorias.
De la campaña previo a las PASO quedaron afuera tres de los distritos electorales más importantes del país. Fernández no fue a Córdoba, Santa Fe y Mendoza, tres provincias donde el Frente de Todos no tiene buenas proyecciones electorales ni para las PASO ni para las elecciones generales.
En Córdoba el favorito es Juntos por el Cambio y detrás Hacemos por Córdoba, el espacio que lidera el gobernador Juan Schiaretti, y que compite en paralelo a la boleta de la Casa Rosada que encabezará Carlos Caserio como candidato a senador y Martín Gill como candidato a diputado.
En Santa Fe hay un escenario de incertidumbre y suspenso para el peronismo. La interna que protagonizan Marcelo Lewandowski, cabeza de lista de la boleta que respalda el gobernador Omar Perotti y el gobierno nacional, y el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi, no tiene un resultado claro de antemano. Es una batalla peleada.
Las encuestas que giran por todas las fuerzas políticas de la provincia lo dan al “Chivo” Rossi como ganador. Si eso ocurriera, sería un golpe duro para Perotti, al que le quedan dos años de gestión, y un revés para Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que decidieron apoyar la lista en forma explícita y desplazar a Rossi de su cargo por querer competir en las PASO.
En Mendoza el radicalismo está muy fuerte y desde Balcarce 50 proyectan una derrota importante en esa provincia. Es decir, una amplia diferencia entre la lista que encabeza el ex gobernador y presidente de la UCR Nacional Alfredo Cornejo y la actual legisladora y referente de La Cámpora Anabel Fernández Sagati.
El Presidente decidió evitar esos distritos y se inclinó por ir a provincias donde el triunfo del peronismo está asegurado: San Juan, Catamarca, La Pampa y Chaco. Decisiones estratégicas de la campaña.
SEGUIR LEYENDO: