Hoy se cumple un año del asesinato de las dos niñas argentinas de 11 años, Liliana Mariana Villalba y María Carmen Villalba, en manos del ejército paraguayo durante un operativo contra la guerrilla de ese país y todavía las circunstancias de los crímenes no fueron esclarecidas ni por las autoridades locales ni por organismos internacionales.
De tal manera, la Cancillería argentina publicó hoy un comunicado en el que le exige al Gobierno de Paraguay que se avance con el esclarecimiento sobre lo ocurrido el 2 de septiembre en el campamento del grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en Ybu Yaú, al norte del país vecino.
“Hoy, 2 de septiembre, se cumple un año del asesinato de las niñas de nacionalidad argentina Liliana Mariana Villalba y María Carmen Villalba, ocurrido en el Departamento de Concepción, República del Paraguay, en el marco de un operativo militar de la Fuerza de Tarea Conjunta”, rezó el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“La República Argentina lamenta que a la fecha no hayan sido esclarecidos los hechos vinculados a la muerte de las niñas, y por ello ha manifestado en numerosas oportunidades al gobierno de la República de Paraguay su profunda preocupación por el caso. A la vez, ha solicitado que, en el marco de la permanente y estrecha relación bilateral entre ambos países, se realicen las gestiones necesarias para investigar los hechos, sancionar a los responsables y reparar a los familiares de las víctimas”, agregó.
La Cancillería indicó que en el transcurso del último año el Gobierno argentino intentó aportar ayuda desde su parte para poder esclarecer el caso, como el pedido de acceso del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) al material para colaborar con la investigación de los hechos y para realizar una autopsia.
También se instó al gobierno paraguayo a permitir el acceso a las actuaciones administrativas y judiciales a los familiares de las víctimas y al Estado argentino, que según la Cancillería fue algo “a lo que Paraguay se ha negado sistemáticamente”.
El hecho ocurrió el 2 de septiembre en el medio de una embestida de grupo Fuerza de Tarea Conjunta (un comando de operaciones que une las fuerzas policiales y militares) contra un campamento del grupo guerrillero EPP en una zona boscosa de Ybu Yaú, departamento de Concepción.
Durante el operativo, las fuerzas de seguridad asesinaron a las dos niñas, que vivían en la provincia de Misiones y se habían trasladado unos días antes al lugar para encontrarse con algunos de sus familiares. De acuerdo a personas relacionadas a las niñas, las dos menores de edad habían viajado a Paraguay para conocer a sus padres, quienes formaban parte de la guerrilla. En teoría, ellas vivían con sus abuelos en Argentina y no tenían idea alguna de las actividades guerrilleras de sus progenitores.
A raíz del hecho, la Asociación Gremial de Abogados y Abogadas de la Argentina presentó una denuncia contra el Estado de Paraguay por el asesinato de las dos menores.
En un comunicado enviado a Infobae, el gremio aseguró: “Este caso de las dos niñas asesinadas por el Ejército y las Fuerzas Conjuntas paraguayas refleja la magnitud del enfrentamiento y la crueldad de los dominantes”.
“Las únicas caídas fueron dos niñas argentinas, ambas de 11 años”, se agregó.
Además, se informó en ese documento que ambas eran sobrinas de Carmen Villalba, a quien calificaron como “presa política del EPP, a quien también hace más de diez años el Gobierno Paraguayo le asesinó, en territorio argentino, a su hijito de 13 años”.
La versión de las autoridades paraguayas reflejan una realidad diferente a la de los denunciantes. Desde el área militar, se indicó que la guerrilla EPP reclutaba una suerte de “guardería” de combatientes de la guerrilla y dejaron entrever que las dos niñas eran familiares de los hermanos Liliana y Osvaldo Villalba, los dos líderes de la organización.
En septiembre del 2020, una mujer llamada Genoveva Oviedo, quien afirmaba ser una de las tías políticas de las dos menores, dialogó con el diario El Territorio e indicó que las dos chicas eran conocidas como Aurora, hija de Magna Meza, y Liliana, hija precisamente de Liliana Villalba.
“Ellas se criaron como hermanas. Son nenas bien educadas, buenas estudiantes, jamás tuvieron nada que ver con la guerrilla, no saben andar en el monte. Nosotros, toda la familia, las criamos con mucho amor dada la situación de sus padres. Ellas vivían en Argentina con su abuela”, destacó Oviedo en una comunicación telefónica con el medio argentino.
Desde el momento del doble crimen, las tensiones entre el Gobierno de Alberto Fernández y el de su par, Mario Abdo Benítez, no paró de crecer. De hecho,el propio mandatario paraguayo se ofreció para viajar a la Argentina y brindar explicaciones sobre lo sucedido.
Incluso, la situación empeoró cuando la policía de Paraguay divulgó información obtenida gracias a tareas de inteligencia realizadas en el propio suelo argentino.
“Nuestro país ha manifestado su intención de acompañar con un Amicus Curiae la petición efectuada por los familiares de las víctimas ante el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, con el fin de solicitar una investigación independiente, objetiva e imparcial que permita el esclarecimiento de las circunstancias en las que éstas fueron asesinadas”, expresó la Cancillería en el último comunicado.
“De igual manera, que permita verificar el proceder posterior adoptado por las agencias del Estado paraguayo y las responsabilidades que le caben a cada una de ellas en el marco de lo normado por la Convención sobre los Derechos del Niño”, agregó.
Al aniversario se le suma otra situación de tensión. Carmen Elizabeth Oviedo Vilalba, alias “Lichita”, de 15 años y quien era prima de las dos menores asesinadas, quien se encuentra desaparecida desde el 30 de noviembre de 2020.
De acuerdo al testimonio de familiares, “Lichita” también había estado presente en el operativo de las Fuerzas de Tarea Conjunta del 2 de septiembre de 2020, cuando logró escapar pese a haber sido herida con un disparo en una pierna.
La joven de 15 años, que había logrado huir junto a su hermana melliza, una tía y otras dos adolescentes, desapareció en medio de la selva, en la zona de Cerro Guazú, mientras intentapa escapar de una persecución de las FTC.
Asimismo, el Gobierno argentino suma con esta situación un nuevo conflicto diplomático con un país vecino, tal como ocurrió con Chile respecto a los límites de las áreas marinas continentales.
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