Tras casi dos meses de estar internado luego de contagiarse de COVID-19, este miércoles murió el ex juez Norberto Oyarbide. Desde su entorno confirmaron a Infobae que el ex magistrado falleció a raíz de la complicación del cuadro de neumonía bilateral que lo afectaba. Oyarbide había sido ingresado en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT)el 22 de junio y luego, a comienzo de julio, debió ser intubado luego de que se agravaran sus síntomas.
Una de sus últimas apariciones públicas se dio a principios de este año, cuando el 2 de febrero hizo su estreno como columnista radial. Vestido de gala y con la correspondiente galera, llegó en un auto de alta gama a los estudios de Radio 10, donde inició su participación en el programa “Fuerte al medio”, conducido por el humorista Coco Sily.
“Vamos a hablar de temas de la vida”, anticipó Oyarbide desde la vereda, antes de ingresar en los estudios ubicados en la esquina de Uriarte y Nicaragua. El debut fue acompañado con un móvil de televisión en la entrada de la emisora, y lo recibió el propio conductor del programa.
“Esto me inspira para la vida, me encanta el desafío”, comentó Oyarbide una vez al aire, mientras de fondo sonaba Frank Sinatra.
Con 45 años de carrera, Oyarbide se había jubilado en 2016. Previamente, ejerció como juez federal casi la mitad de su tiempo laboral. En su primera incursión radial, el ex juez brindó por el nuevo proyecto con una botella de champagne. Además contó detalles de su rutina y dijo que mantenía el ritmo de cuando trabajaba en el Poder Judicial: se dormía a las 21.30 y despertaba a las 3 de la mañana.
“Me levanto, cumplo con mi ritual del catolicismo, rezo, agradezco. Me arrodillo y rezo un rosario frente a las diferentes imágenes que tengo”, relató.
“Dentro de mi cabeza hay varios proyectos, todos tienen que ver con el otro. No se me cruzó por la cabeza otra cosa que no sea ser una persona que se entrega completamente al derecho”, comentó. También admitió que era una persona muy emocional y que le gustaba la música. De hecho, en sus tiempos libres solía tocar el piano y escuchar tango.
Oyarbide comentó sobre su paso por la actividad judicial y rechazó las suspicacias, denuncias e investigaciones contra su desempeño como magistrado. El propio Mauricio Macri había expresado su pesar al aceptarle la renuncia en su mandato como presidente, por no haberlo desplazado a través de un juicio político.
“Que se acerquen a Comodoro Py, que me denuncien. Denunciaron que tenía pisos en Puerto Madero. Se hartaron de investigar y buscar, fueron hasta los restaurantes donde yo solía comer y pedían facturas para saber qué era lo que yo gastaba”, apuntó Oyarbide acerca de las causas penales en su contra.
Acerca de los tribunales federales, Oyarbide recordó el momento cuando en 1994, tras la jura como juez federal, poseía un despacho en el tercer piso del Palacio de Justicia “hasta que vino esa revolución en la justicia y lo trasladaron a Comodoro Py”. Se quejó de esas oficinas “incómodas” y lo describió como un “manicomio”.
“Comodoro Py es el tren fantasma”, sentenció.
Oyarbide tampoco escapó a las definiciones íntimas y personales. “No hay que tenerle miedo a la soledad, lo malo es darse cuenta de que uno está solo. Hablo del silencio y de escuchar su sonido, es el tiempo perfecto para ubicar las ideas, alejar los malos pensamientos”, consideró. “No volvería a ser juez”, confesó el ex magistrado.
En un reportaje anterior a su incorporación, Oyarbide había contado que tres autoridades de la emisora lo habían visitado en su casa para incorporarlo a la grilla. Desde un comienzo sintió que aquella propuesta sería “divertida”.
Oyarbide arrancó con su jubilación en 2016, poco después que el Consejo de la Magistratura lo citara en el marco de una denuncia por mal desempeño por levantar el allanamiento a una financiera en 2013. Esa causa involucraba a Carlos Liuzzi, el segundo del ex secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini durante el gobierno de Cristina Kirchner.
Nacido en la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay, llegó al Poder Judicial a mediados de 1976 y, luego de ser secretario y fiscal, fue nombrado juez federal en 1994 en la Ciudad de Buenos Aires durante el gobierno de Carlos Menem.
Oyarbide tuvo en 21 años de magistrado una fuerte exposición mediática, ligada a importantes causas en la que estuvieron involucrados funcionarios públicos, pero también estuvo apuntado por algunos escándalos. El magistrado investigó a Carlos Menem por omitir una cuenta en Suiza, de la que luego lo sobreseyó; y a Néstor Kirchner por el aumento de su fortuna en un 158 por ciento, también sobreseído.
Además, le revocó la prisión domiciliaria a Jorge Rafael Videla, tuvo a su cargo la causa de la mafia de los medicamentos, por la que terminó preso el entonces jefe de la Asociación Bancaria, Juan José Zanola; el caso Skanska. Otras causas fueron las denuncias contra Martín Redrado por incumplimiento de deberes de funcionario público y el espionaje telefónico en el gobierno porteño de Mauricio Macri.
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