“Para los argentinos, que estamos siempre tan polarizados y perdiendo el tiempo en discusiones que no nos llevan a ningún lado, creo que la cuestión ambiental es central para unirnos”, fue una de las frases más destacadas del juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti en la apertura de la jornada sobre “Temas actuales del Derecho Ambiental” que organizó la Fiscalía General de la Ciudad de Buenos Aires.
De manera virtual, el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad inauguró este lunes un espacio de reflexión y capacitación, de acceso público y gratuito, sobre diversos ejes en torno a problemáticas ambientales.
La introducción estuvo a cargo del fiscal general porteño, Juan Bautista Mahiques. Brevemente, sostuvo: “La tutela del entorno demanda especial atención y obligación de conservarlo. El tráfico de especies, la contaminación, el maltrato animal son delitos que hay que ponerles fin y en la Ciudad tenemos una unidad especializada y un canal de denuncias activo. La prevención y la actuación anticipada son ejes primordiales y la capacitación va en esta línea. Por eso, estamos convencidos de que esta es la senda más apropiada”.
Luego, fue el turno de Ricardo Lorenzetti, experto y prolífico autor sobre la temática del derecho ambiental, el juez contó durante los casi 35 minutos de exposición que escribió un nuevo libro, titulado El Nuevo Enemigo, pronto a salir a la venta. “Creo que, si tenemos un nuevo enemigo, podemos unirnos detrás de eso”, resaltó el ministro del máximo tribunal, un concepto que repitió en varias oportunidades de su exposición.
“Hay un nosotros: nosotros que queremos que los chicos que vienen en el futuro y nacerán tengan un poco de vida; nosotros que queremos que haya más igualdad y que el país mejore; hay un nosotros, hay una cantidad de temas que nos unen y creo que la materia ambiental también tiene ese aspecto. Está por encima de las luchas cotidianas que nos separan, es algo que nos une y se ha vuelto un discurso de corrección política, y no hay nadie en contra del ambiente. Nos une y nos tiene que dar esperanza”.
Ante los más de 700 participantes que seguían el curso vía Youtube, el ministro de la Corte celebró la iniciativa de la fiscalía porteña de “encarar un tema tan importante”, habló de la progresividad de los derechos fundamentales y del derecho ambiental.
“Es una concepción familiar el estado de derecho, muchos lo conocen y es más sencillo aplicarlo. Lo que se trata de hacer es hacer compatible el estado de derecho con el ambiente, y de aplicar los estándares habituales del estado de derecho al ambiental. En el estado de derecho se habla de acceso a la información, del gobierno abierto; pero cuando se trata de hacer un emprendimiento ambiental, siempre hay restricciones y temor para hacer el estudio de impacto ambiental, entonces hay un doble estándar”, explicó Lorenzetti.
Justamente, ese doble estándar es lo que pidió que hay que evitar en materia ambiental: “Debemos progresar y no ir hacia atrás. Si históricamente se protegió a aquellos que se consideraban vulnerables… y son plenamente admitidos en el estado de derecho, por qué tenemos el doble estándar cuando se trata de la naturaleza, que hoy es débil jurídico, es vulnerable y necesita protección”.
Para Lorenzetti, cuando hay dudas hay que interpretar la ley más favorable a la naturaleza y resaltó un principio novedoso para la aplicación del derecho: “in dubio pro natura”. Cualquier decisión que uno tiene que tomar tiene que contemplar una multiplicidad de intereses: en materia ambiental hay que escuchar todas las voces y ejercer lo que se denomina un juicio de ponderación, buscar equilibrios”.
Para profundizar el tema habló de las sentencias, que “normalmente son una mirada hacia el pasado”. Y dijo: “En materia ambiental también tiene que mirar para el futuro… Se requiere mirar cómo va a influir, cuáles son las consecuencias de esta decisión”.
Y sintetizó: “Todas las especialidades están cambiando. La administración siempre fue reactiva: reaccionar frente a lo que se va a produciendo, pero en materia ambiental requiere una actitud proactiva, un cambio de la mirada del funcionario y de su responsabilidad. Por eso, hay cambios, y la norma y decisión administrativa tiene que tener una mirada al futuro y prevenir”.
Y en ese devenir, Lorenzetti se explayó con las consecuencias de esa toma de decisiones consensuadas en favor del ambiente. “La división de poderes, también está cambiando: en todo el mundo vemos decisiones de los poderes judiciales que obligan a la administración, a los poderes ejecutivos o a los congresos, por ejemplo en materia de cambio climático, es impresionante lo que está ocurriendo en todo el derecho comparado”.
Así, hizo mención a lo ocurrido en Holanda, en la causa Urgenda sobre la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. “Ordena al estado a cumplir con todos los parámetros de los convenios internacionales sobre cambio climático, esto significa que el estado tiene que hacer de nuevo su presupuesto para cumplir y esto obliga a invertir en nuevas tecnologías para energías. Es decir, una sentencia puede reorientar totalmente la economía y la política... y esto influye en la relación de los poderes”.
Y entonces, el magistrado destacó que “estamos en un cambio muy grande” y habló de un “cambio de paradigma”, que “consiste en poner de acuerdo el sistema jurídico con el sistema económico y el sistema natural”. Y agregó: ”Hay un nuevo balance en el derecho”.
Para ser más gráfico, usó un ejemplo bien terrenal y dijo “se piensa que el ambiente es defender las ballenas o los pingüinos” pero alegó que “el gran cambio que ha producido la pandemia (por coronavirus), es revelador, y muestra que lo que tenemos que hacer es un acuerdo de posguerra. La pandemia fue casi una guerra”.
De esta manera, relató el ministro de la Corte que escribió un “artículo sobre una reunión que mantuvo el presidente de los Estado Unidos, Joe Biden con líderes mundiales y la calificó como “muy parecido a la posguerra de la segunda Guerra Mundial, es un nuevo acuerdo global que comienza con la energía”.
Y profundizó que la transformación hacia nuevas energías “implica un cambio enorme en, por ejemplo, autos, aviones, heladeras, todo”. Describió: “La vida va a cambiar porque hay un cambio en la energía, y eso es muy costoso... Y cuando se habla de dinero es que la cosa va en serio: es un acuerdo realmente importante, va a cambiar la energía y por lo tanto el consumo”.
Fue entonces que ancló el tema global a la Argentina. “Estamos asistiendo a una mudanza económica impresionante y para nuestro país esto es muy relevante: tenemos muchos recursos naturales y vamos a tener una enorme posibilidad de desarrollo económico”. Y agregó: “Está cambiando todo de manera de poner de acuerdo la naturaleza con la economía y la sociedad”.
Y otra vez volvió al ejemplo de lo que mostró la pandemia. “La velocidad de transmisión hizo que casi todos los países tuvieran una reacción casi primitiva porque lo que se hizo, y se hace, es usar barbijos, lavarse las manos y hacer cuarentena; que son medidas que se usaban en el medioevo. Esto muestra cómo, frente a catástrofes naturales, la gobernabilidad política y científica están paralizadas por la velocidad con que se producen”.
Sin ser alarmista, advirtió: “Estamos ante un proceso de degradación de la naturaleza y esto se va a repetir. Tenemos que cambiar de dirección, fortalecer la naturaleza para poder tener salud humana”.
Oradores
El cierre de la apertura del curso fue para la camarista federal de Salta Mariana Catalano, quien comenzó su exposición refiriéndose a que “no ha parado de crecer en 50 años el derecho ambiental y no es posible verlo sin una mirada holística”. Por eso, dijo: “No es una rama del derecho sino que es transversal e impacta a todas las ciencias”.
Catalano pidió “tomar conciencia del maltrato ambiental acumulativo, que agota la capacidad de carga del ambiente y nos pone en riesgo como especie humana” Y habló sobre el daño ambiental. Lo consideró “viajante, cambiante, itinerante, potencialmente expansivo, una contaminación que viaja por el agua y el aire es incontenible, va mutando, y es difícil probarla y tenemos urgencia en probarla, y esto genera grandes dificultades, y la preeminencia y la dependencia de la prueba científica.
El curso sobre “Temas Actuales de Derecho Ambiental”, que tuvo su apertura este lunes, va acorde con la Ley de Educación Ambiental Integral (Ley Yolanda), sancionada en mayo pasado.
“El cambio climático, el tráfico de especies, la contaminación, el maltrato animal, la tala indiscriminada de bosques nativos, la desertificación (que acrecienta la crisis alimentaria y la pobreza), el uso indiscriminado de los suelos fértiles, los incendios forestales intencionales, entre otros, son factores desencadenantes de un deterioro que hay que frenar”, sostuvo el Fiscal General de la Ciudad.
Asimismo, sobre el curso, Mahiques resaltó “la singular importancia de esta iniciativa, si se entiende que es justamente a través de la educación, difusión y concientización que se logrará el fin primordial de toda iniciativa ambiental: la prevención, la anticipación al daño y al delito, y en definitiva, el pleno ejercicio del derecho a un ambiente sano”.
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