El gobierno de Axel Kicillof denunció escenas de violencia sexual en un capítulo de la nueva temporada de los dibujos animados “Dragon Ball Super”, que se reproduce por Cartoon Network LA (Latinoamérica), y ante la acusación de “violencia simbólica de género” la empresa resolvió retirar la serie.
La presentación fue impulsada por el Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual, a cargo de Estela Díaz. Con una nota dirigida hacia la Defensoría del Público de la Nación, con fecha al 13 de julio pasado, la administración bonaerense precisó que la emisión señalada no era un contenido apropiado para niños, niñas y adolescentes.
El episodio en cuestión del popular dibujo japonés, y que se transmitió en las pantallas de Argentina, reproducía el ejercicio de una situación de violencia sexual por parte de un adulto mayor hacia otro personaje menor, en un contexto de aceptación social donde se naturaliza la vulneración.
Estas representaciones, transmitidas en la pantalla de un canal que se ubica como la primera señal infantil de cable y alcanza a las y los niños de entre 4 a 11 años con cable, según las mediciones de IBOPE Media Argentina, configura un acontecimiento que las y los expone a la violencia simbólica.
“Al tratarse de un canal instalado como referencia en contenidos destinados a la niñez y de gran alcance regional, no se realiza una supervisión exhaustiva por parte de las y los adultos a cargo, quienes depositan su confianza en los criterios de programación de los contenidos para esta franja etaria”, indicó el gobierno bonaerense a través de un comunicado.
Por indicación de la ministra Estela Díaz, la subsecretaria de Políticas contra las Violencias Flavia Delmas y la directora provincial de Planificación y Gestión Comunicacional, Lucía García Itzigsohn, manifestaron en el escrito la preocupación por la difusión de contenido no apto para el público infantil.
El capítulo denunciado
En la transmisión a la que se hizo referencia, el personaje del Maestro Roshi, le pide a uno de sus alumnos que le permita utilizar los “servicios” de una de sus mascotas mágicas, la cual tiene la habilidad de transformarse físicamente. En el diálogo, Roshi le reclama “que se convierta en una hermosa jovencita” y se justifica diciendo “mi punto débil son mis pensamientos pervertidos que deseo superar”.
Mientras tanto, Woolong - el personaje caracterizado como un cerdo, también con capacidad de transformarse- hace un raconto de otras situaciones de abuso que sufrió por parte de su maestro y por eso deja en clara su negativa para aceptarlo. Puar, el otro personaje antropomórfico - en el doblaje con voz similar a la de una niña-, expone su incomodidad y malestar frente a esa situación forzada. “Lo siento mucho Puar, ¿crees que lo puedas ayudar?”, interroga uno de los alumnos.
En la secuencia siguiente, se observa una escena explícita de violencia sexual y de ausencia de consentimiento entre Puar y el Maestro Roshi. “Por favor, suélteme, no se me acerque”, grita la mascota mágica reconvertida en mujer, mientras es perseguida por el agresor que intenta vulnerarla. La víctima intenta oponerse a una violación ante la mirada pasiva de los otros dos personajes.
La Defensoría del Público recibió esta y otras denuncias, a partir de las cuales estableció un diálogo con todos los actores procurando generar espacios de intercambio, reflexión, y propuestas de reparación simbólica de los derechos afectados.
La Dirección de Análisis, Investigación y Monitoreo de este organismo analizó el capítulo objetado e identificó que contiene una “escena de abuso y sometimiento por parte de un varón adulto mayor hacia una adolescente”, que “resulta sumamente inconveniente en relación con la problemática del abuso sexual en la niñez y adolescencia, ya que naturaliza el abuso”, al volverlo parte del intercambio entre los personajes.
Según se informó, tanto desde Cartoon Network como desde Warnermedia se mostraron receptivos en relación a los señalamientos de las audiencias, y manifestaron gran preocupación por la emisión del capítulo. Tras reconocer el el error en la secuencia de programación ocurrido dentro de los procesos habituales que realiza la señal para evaluar la pertinencia y calidad de los contenidos a emitir, finalmente la empresa resolvió retirar de manera completa la serie.
Desde la Defensoría consideraron que el capítulo vulneraba los derechos de niñas, niños y adolescentes y entra en conflicto con la normativa sobre la erradicación de la violencia por razones de género, en particular con la Ley 26.485.
En el artículo 5 de dicha legislación, se define como violencia simbólica aquella que a través de “patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”.
Según indicaron fuentes de la Defensoría del Público y del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense a Infobae, la decisión de levantar el dibujo animado japonés fue de la compañía y que no hubo “ninguna sanción” u otras instancias de restricción a la difusión de las imágenes. Además de la denuncia del gobierno bonaerense, un particular sumó otra presentación por el mismo capítulo cuestionado.
“Es un proceso reparatorio que tiene más de un mes. Veníamos charlando con la señal sobre cuestiones que reconocieron que tenían que ajustar algunos contenidos, que es algo que decidió el canal. Lo que nosotros proponemos son capacitaciones, charlas, materiales e instancias pedagógicas. Siempre hubo un muy buen diálogo”, comentaron desde el organismo auditor.
Por su parte, la presidenta de la Fundación LED, Silvana Giudici, criticó la intromisión de a Defensoría del Público, al mando de Miriam Lewin, y recordó que la competencia sobre contenidos y niñez o violencia simbólica es nacional y la ejerce el ENACOM.
“Según leyes 26.522 y 23.052 se debe proteger a la niñez de contenidos ofensivos a través de las franjas horarias de protección o calificación de exhibición. Promover el retiro de la tira completa, por una escena del Maestro Roshi es represivo para millones de aficionados”, sostuvo en sus redes sociales.
Si bien la serie está orientada a niños, tiene fanáticos de todas las edades, muchos de los cuales reaccionaron en redes sociales y denunciaron censura.
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