Facundo Manes recorre barrios del conurbano. Va y viene. Ayer estuvo en Corrientes en los festejos en donde se impuso el gobernador radical Gustavo Valdés por una amplia mayoría y retuvo la gobernación.
Todos los referentes de la UCR estuvieron en los festejos, y también estuvo Manes, el hombre en el que hoy confluyen todas las líneas internas de los boinas blancas y que busca ganar la interna en la provincia de Buenos Aires a Diego Santilli.
- ¿Cómo vivió el triunfo del radicalismo en Corrientes?
- Lo vi esperanzador. Lo que vimos es que ese es el modelo a replicar para ganarle al kirchnerismo. Ahora y en el 2023, con una coalición amplia. Es lo mismo que vimos en Jujuy -cuando ganó el radical Gerardo Morales- y lo mismo que pasa con nosotros en la provincia de Buenos Aires. El eje convocante es el radicalismo para el peronismo, el Pro, el progresismo. No se puede ir con lo mismo que estuvo del 2015 al 2019″.
- ¿En el conurbano le dicen eso?
Nos encontramos con mucha gente que está enojada, que está defraudada, que votó a Cambiemos y hoy está molesta. No se puede ir con lo mismo que la gestión anterior y Diego Santilli es eso. Este voto va a decidir si va a ser lo mismo que lo que había entre el 2015 y el 2019 o si salimos por arriba y vamos a tener algo nuevo. Nosotros creemos que nos va a ir muy bien.
- Para la UCR es hoy ganarle al PRO y en 2023 al kirchnerismo
El PRO ya fue el articulador de la coalición y no hubo reciprocidad respecto de lo que aportó el radicalismo de legisladores, intendentes, territorio. Se fueron cerrando cada vez más.
- ¿Y cómo vive la campaña y las internas?
- Bien, nosotros hoy estuvimos en Ezeiza, y venimos recorriendo varias localidades. Creemos que el voto va a definir si volvemos a lo mismo o salimos por arriba, sin kirchnerismo anti kirchnerismo, con algo superador. Por eso no se puede definir las candidaturas en una oficina como querían hacer. Nuestra campaña es austera, pedí que sea así y más en este contexto en donde la gente pierde su trabajo y la está pasando muy mal, sería inmoral gastar millones en la campaña. Así es que sabemos que somos David contra Goliat, pero hay un montón de dirigentes y de gente que nos apoya.
- ¿Entiende que lo siguen atacando?
- Sí, los que hasta ayer me pedían que vaya con ellos hoy me atacan porque me decidí a ir, a participar, pero no debajo de ellos. Yo me siento parte de un proyecto colectivo en el radicalismo. Lo hablé cuando tuve las primeras reuniones con dirigentes como Alfredo Cornejo o Gerardo Morales. En ese momento les explicaba que mi intención era la de competir pero en un proyecto que sea más grande que sólo mi nombre, si la intención era el uso de mi nombre no me interesaba. Hoy siento que estamos dentro de un espiral que no tiene techo ni fecha de vencimiento.
- Antes decía que la gente estaba enojada. Hasta ayer era un ciudadano que quizás se quejaba de los políticos y hoy pide el voto. ¿Qué le dicen los votantes?
- Lo que se observa es que la dirigencia está alejada de lo que quiere la gente. Soy una persona que hace tres meses atrás no era candidato y hoy estoy pidiendo el voto y lo que me encuentro es que hay mucho más sentido común en la gente que en la dirigencia política. Se me critica la falta de experiencia y la dirigencia que me critica fue la que nos trajo hasta este lugar, a un país en donde sin estar en una guerra involucionan todas las variables.
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