Con un presupuesto asignado de $154.000 millones, la Tarjeta Alimentar se convirtió en el principal programa asistencial del gobierno nacional. Fue y es la principal herramienta para evitar que un porcentaje importante de la población caiga en la indigencia, tras un año y medio de pandemia, un parate de las actividades que se extendió durante casi todo 2020 y una inflación interanual que, en julio, superó el 51%.
Bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo de la Nación, este plan creado en el marco de la Mesa de Lucha contra el Hambre, está destinado a la compra de alimentos básicos a través de una tarjeta entregada directamente a población vulnerable.
Hasta agosto, tenía asignada una partida anual de $94.000 millones. Pero a principios de este mes, por una reasignación presupuestaria de Jefatura de Gabinete (JGM), se amplió en $60.000. Fue justo unos días antes de que asumiera el hasta ese momento intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, al frente de esa cartera, tras la salida de Daniel Arroyo. Al viernes último, ya se ejecutaron $112.813 millones de la Tarjeta Alimentar, el 73% del total del presupuesto ampliado este mes, según el sitio Presupuesto Abierto del Ministerio de Economía de la Nación.
Los reclamos de las organizaciones sociales y piqueteras, acompañados de protestas, cortes y movilizaciones encienden luces rojas en el Gobierno por la situación social. “Si esto no cambia vamos a un estallido social, la gente no aguanta más. Las necesidades en los barrios son cada vez mayores. La comida que llega del Estado no alcanza. En los comedores asistimos cada vez a más personas. La gente está muy mal, está angustiada”, le dijo la semana pasada a Infobae Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista y Combativa, y diputado nacional del bloque oficialista.
En este contexto, el Gobierno ratificó esta semana la ampliación presupuestaria para el Ministerio de Desarrollo Social, en especial, para las cuotas alimentarias de los sectores vulnerables. No hubo novedad en ese anuncio ya publicado en el Boletín Oficial, pero fue un gesto político para darle más oxígeno político a Zabaleta en medio de un malestar creciente entre los referentes sociales por la situación económica.
La Tarjeta Alimentar está destinada a madres o padres con hijos de hasta 14 años de edad que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), embarazadas a partir del tercer mes, personas con discapacidad que reciben la AUH, y madres con 7 hijos o más. Los beneficiarios ascienden a casi 4 millones de personas, un número que con las altas y bajas por embarazos o la edad de los menores, no tiene grandes variaciones desde mayo. Ese mes se extendió de 6 a 14 años el corte etario para recibir el plan, y se amplió además el monto del beneficio para madres con más de tres hijos.
Hoy, a través de 2,4 millones de tarjetas, los beneficiarios cobran entre $6.000 y $12.000 por mes. El plástico se recarga el tercer viernes de cada mes, y solo permite la compra de alimentos, excepto bebidas alcohólicas. No está habilitada para la extracción de dinero.
Si bien se trata de ayuda que puede significar no caer en la indigencia, para Eduardo Belliboni, el referente de una de las organizaciones sociales críticas del Gobierno nacional, el Polo Obrero, “al monto de la Tarjeta Alimentaria se lo come la inflación y queda muy retrasado respecto del aumento anualizado de los alimentos”.
“Nadie puede estar en contra de que a la gente le llegue un poco más de comida. Pero seguimos en el mismo camino del asistencialismo, es un paliativo que no resuelve el problema de fondo, que es la falta de trabajo genuino. Además, hay una enorme estructura administrativa, con gastos e intereses que cobran los bancos, y que multiplican la erogación que tiene el Estado con esta tarjeta”, agregó.
La distribución por provincias
En defensa de este programa social, desde la cartera de Desarrollo Social destacaron que “la asignación es automática y se basa en el padrón del ANSES, que se cruza cada tres meses. No hay que inscribirse”. A diferencia del segundo plan social de esa cartera en presupuesto, el Potenciar Trabajo, la distribución de la Tarjeta Alimentar no pasa por las organizaciones sociales o los municipios. Infobae reveló el domingo pasado que más del 50% de los fondos del Potenciar fueron para la Provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral en un año de comicios legislativos clave para el Gobierno.
La Unidad de Datos de Infobae analizó para esta nota la ejecución presupuestaria de la Tarjeta Alimentar por provincia, según los números del sitio Presupuesto Abierto al viernes último. De ese análisis surge que la Ciudad de Buenos Aires es el único distrito con menos beneficiarios de la Tarjeta Alimentar en relación a sus habitantes. Recibió, hasta ahora, fondos equivalentes al 3% del total ejecutado del Programa - una suma de $3.171 millones-, mientras que en la Ciudad vive el 7% de la población total del país.
Elegir el botón arriba para visualizar la Tarjeta Alimentar o el Programa Políticas Alimentarias en su conjunto. La graduación de colores identifica a la mayor cantidad de fondos ejecutados, en función de su población.
En cambio, al comparar lo que sucede en el resto de las provincias, los fondos asignados en función de la cantidad de beneficiarios, en su gran mayoría, son proporcionales a la población. En 10 casos los porcentajes son los mismos. En 8 distritos hay variaciones de un punto más entre el porcentaje del total de dinero ejecutado para beneficiarios de la Tarjeta Alimentar y la cantidad de habitantes en relación al total país. Y en otras 5 provincias, hay un punto menos de dinero total ejecutado para los beneficiarios de la tarjeta que el porcentaje de población de esos distritos. Entre este último lote, está la Provincia de Buenos Aires, que recibió hasta el viernes pasado el 38% del total de los fondos de la tarjeta Alimentar, y concentra al 39% de la población de Argentina en su territorio.
Una fuente de la cartera de Desarrollo Social justificó la menor cantidad de beneficiarios de la Tarjeta Alimentar en CABA debido a que “tiene menos gente con AUH que otros distritos, menos pobreza y mayor trabajo formal”. El otro factor - agregó - radica en el número de hijos, que suele ser inferior entre los porteños en relación a otras provincias.
Políticas Alimentarias
La Tarjeta Alimentar es el principal proyecto del Programa de Políticas Alimentarias de Desarrollo Social. Eso explica que se lleve el 98% de sus recursos. En conjunto, luego de la ampliación de partidas de Jefatura de Gabinete a principios de agosto, Políticas Alimentarias tiene un presupuesto vigente de $181.294 millones, de los cuales ya se ejecutó casi el 74%.
Al pararse sobre cada color del círculo, se despliega el detalle de cada programa del Ministerio
Del análisis de los números oficiales, surge que todas las actividades de este Programa tuvieron incrementos en el presupuesto vigente respecto del inicial aprobado el año pasado, menos el proyecto de Comedores comunitarios y merenderos. Estaban previstos en el Presupuesto 2021 para este último subprograma $6.000 millones, pero este año tiene vigentes $4.337 millones, de los cuales se ejecutaron ya más del 96%, según surge del sitio oficialo Presupuesto Abierto.
Al analizar la asignación de fondos para los beneficiarios en cada distrito, en CABA se da una situación inversa si se analiza el total del presupuesto de Políticas Alimentarias: recibió un 9% del total del monto ejecutado para este Programa, siendo que concentra al 7% de la población del país.
Buenos Aires y Santa Fe recibieron dos puntos porcentuales menos en las partidas para los beneficiarios con domicilio en sus territorios que el porcentaje de población del total país. El resto de los distritos tuvieron variaciones porcentuales de solo un punto.
¿Cómo se procesó la información?
La Unidad de Datos de Infobae obtuvo los datos de ejecución presupuestaria del sitio de Presupuesto Abierto, que mantiene en línea el Ministerio de Economía de la Nación. De ese repositorio se obtuvieron los valores del Ministerio de Desarrollo Social y, específicamente se analizó el programa de Políticas Alimentarias. La información se cruzó con los datos de ejecución por provincia, así como con los datos poblacionales de cada jurisdicción.
Para descargar la hoja de cálculo, con sus respectivas pestañas, siga este enlace.
Procesamiento de datos y visualización interactiva: Daniela Czibener
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