El presidente Alberto Fernández viajará el próximo martes 31 de agosto al mediodía rumbo a Ecuador donde se entrevistará con el presidente de ese país, Guillermo Lasso, y mantendrá además varias reuniones bilaterales en la capital Quito.
La visita de Estado se prolongará durante dos días y lo hará con una comitiva reducida. La duda es si a su regreso cumplirá un período de aislamiento por haber viajado al exterior como cuando estuvo a fines de julio en Perú o si continuará desde el viernes 3 de septiembre con sus actividades habituales en la Casa Rosada y en la residencia de Olivos.
Quienes acompañarán al primer mandatario en el avión Tango 04 serían el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, y el secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi.
El martes por la noche, Fernández y Lasso tendrán una cena. El mandatario argentino no viajó para la asunción del presidente ecuatoriano que ocurrió el 24 de mayo, fecha elegida por la conmemoración de la Batalla del Pichincha de 1822, clave para la independencia de ese país. En ese momento la segunda ola de la pandemia de la COVID-19 castigaba muy fuerte a la Argentina y debido a ello suspendió el viaje.
El lunes 12 de abril de este año, apenas pasadas unas horas del cierre de los comicios en Ecuador, Alberto Fernández felicitó a su par ecuatoriano por la victoria en el ballotage de las elecciones en las que Lasso superó a Andrés Arauz, el candidato al que decidió respaldar Rafael Correa, presidente de Ecuador entre 2007 y 2017, que permanece exiliado en Bélgica luego de que lo condenaran a 8 años de cárcel por hechos de corrupción.
Arauz, a quien Fernández veía como el líder de izquierda para consolidar su idea de “progresismo” en Sudamérica, terminó derrotado.
Lasso, un ex banquero, empresario y político de derecha de 65 años, que en sus dos anteriores postulaciones a la presidencia ecuatoriana no había logrado su objetivo, reemplazó en el gobierno a Lenin Moreno (quien había sido el vicepresidente hasta el desplazamiento de Correa).
Así terminó con 14 años de gobierno de facciones vinculadas con el proyecto político del correísmo, cuyo líder se mostró reiteradas veces muy cercano a la actual vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner y antes también a Néstor Kirchner.
El 28 de julio finalmente se produjo el primer encuentro entre ambos mandatarios y allí empezó a gestarse esta visita. Coincidieron en el Hotel Westin de Lima en la asunción de Pedro Castillo a la presidencia peruana. Junto a su canciller Solá, Fernández conversó con Lasso, con su ministro de Relaciones Exteriores, Mauricio Montalvo, el secretario General de la Presidencia de Ecuador, Ralph Suástegui Brborich y el consejero presidencial, Aparicio Caicedo Castillo.
Tras ese encuentro, el presidente argentino destacó que con su par ecuatoriano tenían “una mirada muy común sobre la necesidad de que América Latina se integre más y que vuelva a constituir un ámbito de unidad donde podamos discutir los problemas que tenemos”.
Y consideró que fue “una reunión que ha sido mucho más que productiva aún cuando muchos nos paran en veredas diferentes, la verdad es que las diferencias no son tantas a la hora de ver cómo concretamos los objetivos, y tenemos que lograr respetarnos en la diversidad y trabajar juntos por eso que necesita América Latina que es lograr un espacio donde podamos discutir nuestro destino”.
Ahora intentarán profundizar esa relación. Seguramente uno de los temas que abordarán será el de la salida de la pandemia de coronavirus que afectó seriamente a la economía de los dos países.
La vez anterior que viajó al exterior, a Lima, Alberto Fernández realizó una semana de aislamiento aunque estaba eximido de hacerlo. Habrá que esperar si esta vez él y sus acompañantes harán lo mismo.
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