Estaba todo listo. Hace unos días personal de seguridad de Presidencia había recorrido las instalaciones de Baggio en el parque industrial, se habían dispuesto los lugares para 60 dirigentes fabriles, empresarios y empresarias y la lista de oradores. Hasta el catering se había contratado con vistas a conmemorar el Día de la Industria en Entre Ríos por primera vez.
Pero este martes la Unión Industrial de la provincia (UIER) y la Unión Industrial Argentina (UIA) informaron a través de un escueto comunicado que el evento no se realizaría en Gualeguaychú.
“La medida fue adoptada ante problemas de logística de último momento. El evento estaba previsto para el jueves 2 de septiembre y se iba a constituir en una jornada histórica para ambas entidades. Sin embargo, se debió cancelar ante razones de fuerza mayor que escapan a la organización”, indicaba el texto difundido por ambas entidades.
La historia real, sin embargo pasó por otro lado.
Ahí no
La confirmación de que Gualeguaychú iba a ser la sede del acto central fue informado oficialmente por la UIA el martes 17 de agosto. Tres días después se concretó la primera reunión del Gabinete nacional desde que Alberto Fernández llegó a la Casa Rosada.
Según pudo reconstruir Infobae, en el cónclave el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, alzó la voz y alertó: “Vamos a festejar el Día de la Industria en una firma que tiene un juicio en contra del Central”.
Muchos funcionarios se anoticiaron entonces que RPB SA había iniciado una demanda en contra de la entidad financiera madre por el acceso a dólares. Es que la firma realizó una importantísima inversión, cifrada en millones de billetes verdes, para poner en marcha una nueva línea de producción. Pero está parada hace casi un año porque no puede acceder a divisas para la adquisición de insumos y pagar a sus proveedores del exterior.
Esto motivó en primer lugar un reclamo administrativo y luego judicial en contra de la entidad que conduce Pesce. Baggio obtuvo una sentencia favorable en primera instancia pero el Central apeló y el fallo no está firme. Esto significa que el conflicto está latente. Y que la empresa aún no pudo poner en marcha la línea de producción.
A su vez, Baggio ya era mirada de reojo por el conflicto por la disputa familiar y una estafa también millonaria.
Llamados cruzados
En la tarde del viernes 20 hubo llamados entre la Casa Rosada, el Gobierno de Entre Ríos, la UIA y la central fabril provincial comunicando la novedad: no podía ser Baggio el lugar donde aterrice el helicóptero con Alberto Fernández. Había que buscar otra alternativa.
Durante el sábado y el domingo hubo mensajes entre la conducción de la UIER, el ministro de Producción provincial Juan José Bahillo (ex intendente de Gualeguaychú) y el gobernador Gustavo Bordet. El pedido de los industriales entrerrianos fue que Bordet convenza al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, o al propio Presidente de que el lugar tenía que ser Baggio.
Además de que la empresa se había estado preparando hace semanas para el festejo, Alejandro Baggio es el vicepresidente de la UIER. Y que un tema particular afecte un acto institucional hubiese sido un desaire para él, además de restarle respaldo gremial a un planteo que es común en varias industrias que no pueden acceder con fluidez a divisas para pagar bienes intermedios o de capital.
De Balcarce 50 sólo llegó silencio. Y eso fastidió más a los industriales entrerrianos. En la tarde del lunes 23 se reunió la comisión directiva de la UIER. Estaba la posibilidad de llevar el acto a otra sede. Pero apenas se puso el tema sobre la mesa, la bronca explotó. “Tenemos que bancar a Alejandro”, fue la respuesta casi unánime.
En un primer momento dieron parte a la UIA, que secundó la decisión. Por cautela esperaron 12 horas antes de publicar durante las primeras horas de la tarde del martes el comunicado.
Alejandro Baggio tomó con templanza el respaldo. Incluso comentó que no sabía cómo iba a manejar la decepción del personal de la planta, que estaba entusiasmado por la llegada del mandatario nacional.
Lecturas
El Gobierno provincial se enteró de que se había cancelado la actividad en Gualeguaychú por la publicación en los medios que hicieron las centrales fabriles. El diálogo entre la Administración Bordet y los empresarios no está en su mejor momento. La gente de negocios deslizó que la última reunión de trabajo fue en 2019. No volvieron a encontrarse ni siquiera vía Zoom, subrayaron.
“No queremos que esto se entienda como una jugada política para un lado o para el otro. Es una decisión nuestra. No queremos jugar para nadie”, aclararon en la UIER.
“No nos sorprende. Pero lo lamentamos”, confesaron en el Gabinete del gobernador horas después. Es que la visita de Alberto Fernández a 10 días de las primarias hubiese sido un espaldarazo fuerte para la lista de candidatos a diputados del oficialismo, que por ahora corre bastante por detrás del candidato de Juntos y de su principal figura, Rogelio Frigerio.
También dejaron entrever que las peleas entre el Gobierno nacional y la UIA, sobre todos los cruces entre el ministro de Producción Matías Kulfas y el presidente de la entidad industrial Daniel Funes de Rioja, tuvieron su cuota parte en la cancelación. Y también ponen fichas en que la interna de la propia central fabril también incidió.
Ahora la UIA está buscando, contrarreloj, otro lugar para el acto. Será seguramente una industria de provincia de Buenos Aires.
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