Con una “biblia de reformas” bajo el brazo, José Luis Espert continúa con sus recorridas de campaña por el conurbano. El precandidato a diputado nacional del frente Avanza Libertad habló con Infobae sobre las propuestas que considera esencial llevar al Congreso para evitar que el país se convierta en “una gran villa miseria”. Reafirmó que su objetivo no es quitar los planes pero insistió en que hay que “cortarle el chorro a las organizaciones sociales”.
A bordo de la “Esperneta”, la camioneta ploteada con su cara y la leyenda “El futuro es liberal”, cuyo nombre fue elegido por usuarios de Twitter, el economista dedicó esta semana a recorrer el Gran Buenos Aires. El miércoles fue a Malvinas Argentinas, el jueves visitó La Matanza -territorio adverso para las ideas que pregona-, y la agenda continuó en San Isidro y Escobar. La semana pasada recorrió el interior de la provincia: hizo base en Bahía Blanca, estuvo por Tres Arroyo, Punta Alta y Coronel Rosales. “Nos está yendo bien en todos lados”, comentó Espert, quien sumó a la campaña a Carolina Píparo, la diputada provincial -ex Juntos por el Cambio- que le agregó notoriedad a la fuerza liberal. “Es una persona de mucho valor”, destacó sobre su compañera de fórmula.
Desde que comenzó el año, el economista lleva recorridos casi la mitad de los municipios que conforman la provincia. “Se ve el hartazgo de la gente con la política vieja, la política del chamuyo, de los globitos, de los corazones, de dar el paso”, hizo su balance Espert con un dejo de sarcasmo hacia Juntos por el Cambio pero principalmente al precandidato radical, Facundo Manes.
“La gente está harta, por eso nosotros vamos a ser más enfáticos en las cosas concretas que hay que hacer para que nos vaya bien”, sintetizó. Contundente, Espert puso sobre la mesa “una biblia de reformas” que espera llevar al Congreso de la Nación.
El foco es la economía y lo que él considera esencial para la generación de empleo genuino. La base es una reforma laboral cuyo pilar es la modificación de cinco leyes: “la de indemnización por despido, la de contrato de trabajo, la de convenciones colectivas de trabajo, la de asociaciones profesionales y la ley de obras sociales”. “Hay que eliminar el unicato sindical, promover la democracia en los gremios y que la negociación colectiva sea descentralizada por empresas”, añadió.
“Hay que hacer cosas concretas para cambiar el rumbo de un país que va a camino a convertirse en la villa miseria mas grande del mundo. El único espacio que las está presentando somos nosotros, no alcanza con la pequeña baja de impuestos que propone Diego Santilli para las pymes ni mucho menos con el disparate que plantea Victoria Tolosa Paz de subirle los impuestos a las grandes empresas, a los que se salvaron de la pandemia cavernícola de su gobierno. Es ridículo”, apuntó contra los protagonistas de la elección en provincia de Buenos Aires.
Para Espert, sus propuestas son “la única salida” para transformar planes sociales en empleo en el sector privado: “Para eso hay que generar una mega reforma estructural de leyes laborales, del Estado y del enfoque que tiene el país sobre el mundo al que hay que usar como una oportunidad de hacer negocios”.
Días atrás, el economista sorprendió con declaraciones en defensa de los beneficiarios de planes sociales. En sintonía con Píparo, quien en diálogo con Infobae habló de “un prejuicio” que hay con los liberales sobre ese tema, acotó que ese “preconcepto” se extiende “a lo que es anti sistémico como nosotros que queremos terminar con un sistema que está transformando a la Argentina en una gran villa miseria”.
“El beneficiario típico del plan social es una persona que fue eyectada por el sistema que nos destruye. Un carpintero, un albañil, un comerciante, un industrial pequeño que la sucesión de crisis que ha tenido el país lo demolió y lo dejó fuera del sistema”, contextualizó y reafirmó en nombre de los liberales que “estamos a años luz de quitarle a esa persona el plan social cuando fue demolida una vez por el sistema”. “No lo vamos a dejar sin asistencia”, enfatizó.
De todas maneras sostuvo que hay que unificar el universo de planes en uno solo “marcado por el nivel de ingreso de las familias”. Y si bien insistió con que la clave es una reforma estructural, para el corto plazo propuso que se otorguen “en función inversa a la cantidad de hijos que una familia tiene porque sino estamos subsidiando el aumento de la pobreza”. Además dijo que habría que otorgarle “un incentivo al empresario” que contrata a un beneficiario de un plan como por ejemplo “eximirlo de aportes patronales”.
No es lo mismo una persona que necesita de la asistencia del Estado que quienes lucran con la administración de los planes. Tras la primera mega manifestación que sufrió el nuevo ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, Espert insistió con que “hay que cortarle el chorro a las organizaciones sociales”. “Basta de darles plata pública del contribuyente, la plata se le da al que quedó fuera del sistema, no a los que viven del manejo de la gente que recibe los planes”, criticó.
“Hay una necesidad objetiva que no cuestionamos”, dijo sobre el problema de fondo de la pobreza y la asistencia estatal, pero insistió con que “se ha armado un sistema mafioso que hay que eliminar”: “Las organizaciones sociales lucran con los que quedaron fuera del sistema”.
Con esta agenda bajo el brazo, Espert continuará recorriendo estos días el Gran Buenos Aires donde denunció que sus candidatos han sufrido las amenazas y el rigor de los oficialismos locales y de históricos barones del conurbano. “No dejan entrar a los anti sistema y anti mafias como nosotros, Avanza Libertad”, lamentó el precandidato a diputado.
“Puede haber algo de miedo electoral”, chicanea Espert a los referentes del Frente de Todos. Sondeos que han hecho los propios integrantes de la fuerza liberal proyectan un número cercano a los 10 puntos de intención de voto en general en la Provincia con una proyección mayor en el interior donde aseguran que en municipios como Bahía Blanca “hay encuestas que dan por arriba de los 14 puntos” y el conurbano donde se nota una notable disminución pero igualmente celebran que obtener “entre 5 y 6 puntos allí para un espacio como el nuestro es una barbaridad”.
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