- ¿Se va a presentar ante la Justicia que lo acusa de extorsión y puede terminar en la cárcel?
-Si me citan me voy a presentar. No tengo nada que ocultar. No tengo miedo de ir preso.
El que habla con Infobae es Diego Quiroga, el dirigente responsable de la Organización Clasista Revolucionaria (OCR), investigado por el fiscal federal Guillermo Marijuán por el presunto delito de coacción, que tiene una pena prisión o reclusión de dos a cuatro años.
La causa se inició después que punteros de su organización social fueran filmados por la señal TN al finalizar la masiva movilización hacia el Ministerio de Desarrollo Social. Después de recibir la orden de desconcentrar, algunos de los asistentes formaron largas filas para depositar un número dentro de una bolsa. “Es para un sorteo”, comentó en un primer momento una de las mujeres que recolectaba los papeles al ser consultada por la televisión. La imagen, sin embargo, empezó a mostrar en toda su dimensión lo que muchos sospechaban: prácticas clientelares de dirigentes que monopolizan la asistencia y mantienen dependientes a los que reciben una ayuda del Estado.
La situación quedó desmontada por los propios movilizados. Cada número correspondía a un nombre y apellido. Era la “prueba” de que la persona se había quedado hasta el final de la marcha.
Quiroga aceptó responder las preguntas de este medio después que dirigentes de otros espacios de la propia izquierda calificaran de “porquería” a las prácticas clientelares que realizaron durante la marcha.
-Dirigentes de otros espacios sociales lo califican con dureza por pasar lista, por controlar a las personas que van y los que no van a una marcha. En las entrevistas se aseguró que si no se encolumnaban perdían el plan social.
- Para mí queda clarísimo que esto es una operación. ¿De qué sectores? De los sectores si se quiere más reaccionarios y no es un ataque sólo a nosotros. Esto hay que dejarlo en claro. Es un ataque que arranca con nosotros, pero va a seguir con el resto de las organizaciones que no estamos dentro de los gobiernos. La movilización de ayer fue enorme, multitudinaria, lo que se vio por TN de nosotros, del Polo Obrero y de otras organizaciones lo interpretamos como una maniobra y que justamente viene de muchas movilizaciones que hicimos en muchos municipios. Uno de esos fue en San Miguel, donde se ve el armado de las filas.
Quiroga se refiere a una filmación que le mostró Infobae y que fue registrada por el periodista Sebastián Dumont. La grabación captó el momento en el cual una dirigente de la Organización Revolucionaria Clasista, con planillas en la mano izquierda, divide a las columnas que marchaban en reclamo por alimentos a la municipalidad de San Miguel.
“La gente que no cobra de este lado”, ordena señalando el lado izquierdo de la calzada. “Los que cobran de la derecha”, marca con sus dos brazos, en medio del griterío y los bocinazos.
Como en la movilización del miércoles que partió de Puente Pueyrredón y desembocó frete al ministerio de Desarrollo Social, en San Miguel, los piqueteros encargados de la organización estaban con pecheras y gorras rojas con las siglas OCR.
Quiroga, en este caso, no respondió por que razón se dividían las columnas entre los que reciben planes sociales y quienes no. Solo repitió lo que se observa y escucha en las imágenes.
“Muchas organizaciones tenemos comedores, los compañeros que cobran los 12 mil pesos, que son los de Potenciar Trabajo; (esos planes) no los paga la organización ni ninguna organización”, sostiene, y refuerza la idea justificando las prácticas clientelares que trascendieron luego de la movilización del miércoles: “Ni el Polo Obrero, ni ninguna otra organización los paga. Los que pagan son el Ministerio de Desarrollo Social y los compañeros, tanto nuestros como de cualquier otra organización, que tienen que realizar tareas sociocomunitarias o de otro tipo, por ejemplo, en comedores o merenderos. Nosotros tenemos comedores, merenderos, limpieza de lugares. Diferentes cosas por lo cual los compañeros cobran este programa (Potenciar Trabajo). Eso es lo que los compañeros explicaban en las notas televisivas”, argumenta.
-Pero a ustedes se los ve tomando asistencia.
-Por ahí algunos lo saben y otros no. Una cosa es cuando una organización tiene 50 personas, que uno puede conocer de un solo vistazo, y otro caso es, en el caso nuestro y en el de esa movilización, con 80 mil personas; nosotros necesitamos tener un control.
- ¿Para qué necesitan controlar?
-Siempre se pregunta cuántas personas vinieron de la organización. Nosotros necesitamos tener un control de las personas, por muchas cuestiones, no por una cuestión coercitiva, sino por una cuestión de seguridad interna. Saber quiénes movilizaron, de dónde son, qué personas son, si se pierde alguna persona, si tiene un desmayo, si le pasa alguna situación en la calle. Si llegó después a la casa. Cuestiones de infiltración también -que son cuestiones históricas y se conocen- y tiene que ver con la preservación de la propia columna.
-La Justicia los acusa de extorsionar a los más necesitados para que se movilicen.
-Nosotros no extorsionamos ni obligamos a nadie a que se movilice. Lo que nosotros decimos es que no damos los planes ni somos los culpables de la miseria. En función de eso nosotros salimos a luchar y exigimos al Gobierno que abra los programas y que muchas de las personas que se movilizan, que no tienen absolutamente nada, puedan cobrar este beneficio. Esto es lo que aparece en los testimonios de compañeros diciendo “sí, yo vengo para cobrar los 12 mil pesos”. Es eso. Son compañeros que no cobran absolutamente nada y que salen a hacer un reclamo al Gobierno para que abra los programas sociales, porque empleo la verdad no se está dando, ni se está generando. Y es a lo que se quieren anotar los compañeros. Ninguna organización va reclutando, poniendo mesitas o llevando un maletín de dinero para llevarle a nadie. Eso no existe.
-Le repito, si todo lo que se vio, es una maniobra en su contra, ¿con que interés lo harían?
-Ninguna organización que está por fuera del Gobierno puede dar alta o bajas de los planes. Eso se sabe y se puede averiguar. Nosotros lo tomamos como parte de la campaña electoral. También lo tomamos como que las organizaciones nuestras molestan. La masividad de la última movilización molesta y es parte de un ataque para sacarnos de la calle.
Ayer por la mañana el fiscal federal Marijuan presentó la denuncia por presunta coacción ante la Cámara Federal porque si bien es un delito ordinario, los hechos “fueron cometidos en el marco de actuación y desenvolvimiento de los planes sociales implementados por el Estado Nacional en momentos de plena crisis vivida por el país”, describió el fiscal.
Entre las primeras medidas, solicitó que se identifique “a aquellas personas que se observan en las imágenes periodísticas tomando asistencia a los concurrentes a la marcha social sindicada”.
Hasta que la fuerza de las imágenes y los testimonios los piso en primera plana, la Organización Clasista Revolucionaria, era casi desconocida. No se conocían a sus referentes, como Diego Quiroga, ni sus inicios.
- ¿Ustedes son el desprendimiento de algún otro movimiento o partido de izquierda?
-No. Yo milite en el Polo Obrero, pero me fui. No somos desprendimiento de nadie. Formamos con un grupo de compañeros la OCR en 2010 y ahora somos unos 13.000.
Desde el Polo Obrero, también bajo investigación de Marijuan, desconocen a Quiroga como ex militante de esa organización. “Puede haber participado en alguna asamblea, pero militar con nosotros no. Y la OCR nunca formó parte del Polo Obrero”, sostuvieron y calificaron con duros términos a Quiroga y su presunto accionar extorsivo, un hecho que, de ser así, deberá ser castigado por la Justicia.
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