El fiscal federal Marcelo Colombo rechazó este miércoles por prematuras las presentaciones realizadas por Cristina Kirchner y por otros acusados en la investigación por el Memorándum con Irán para que se cierre la causa. Para el fiscal, no hay elementos suficientes para dar por cierto, como sostuvieron las defensas, que las visitas de los jueces de la Cámara de Casación Penal Mariano Borinsky y Gustavo Hornos al entonces presidente Mauricio Macri implicaron, per se, un direccionamiento para reabrir esa investigación en perjuicio de la hoy vicepresidenta.
“Más allá de que las visitas estén acreditadas no alcanza para decir que se violó la garantía del juez imparcial. Es necesario demostrar que en este caso en concreto esos jueces actuaron con un interés subjetivo, una animadversión, perjuicio para la parte del proceso. Lo cual a mi juicio de momento no está demostrado”, afirmó el fiscal ante el Tribunal Oral Federal 8, que tendrá que definir sobre la cuestión.
Así, si bien dio por probadas las visitas al expresidente Mauricio Macri por parte de los dos camaristas que reabrieron la causa a fines de 2016, el fiscal sostuvo que ello “no alcanza para afirmar que en el caso se ha violado la garantía de juez imparcial”. Mostró “filminas”, según sus términos, para estudiar aquellas reuniones y repasó distintos expedientes de “este posible lawfare” que se encuentran “en un estado incipiente”.
Además aseguró que tampoco el Consejo de la Magistratura ha avanzado en la investigación sobre esos magistrados. “Estas numerosas visitas son un hecho que no pretendemos subestimar en absoluto y entendemos que la gravedad de este comportamiento será motivo de solución o decisión en las instancias de controles y sanción pertinente que tienen los señores magistrados”, dijo la fiscalía.
“No podemos descartar pero tampoco demostrar (la relación con la reapertura de la denuncia de Nisman al analizar) las visitas en este caso en concreto”, planteó el fiscal. Es más: aseguró que el hoy ministro de Justicia Martín Soria, al hacer la denuncia sobre estas visitas cuando era diputado, conectó esas visitas con una multiplicidad de causas contra el kirchnerismo por lo tanto no hay certezas de que puedan estar ligadas directamente con la causa del encubrimiento a los sospechosos de volar la mutual judía. “Lo que pretendo mostrar es lo imposible que resuelta asignar un propósito a la visita en relación al proceso. Y además esa vinculación debería ser de una demostración lo suficiente solida para acarrear la nulidad que se pretende”.
La decisión fiscal representó un golpe para las defensas. Es que, frente a la críticas de las querellas, Colombo había abierto la posibilidad a que esta audiencia, previa al juicio oral, se llevara adelante e incluso había pedido informes de causas como la mesa judicial o los teléfonos de Darío Nieto, secretario de Mauricio Macri. También había avalado la declaración del ex director de Interpol Ronald Noble, como testigo, en el proceso. Por eso los acusados esperaban con ansias la posición del Ministerio Público para saber si también tenían su visto bueno en este planteo.
Apenas terminó de fijar su posición, en una exposición que duró más de tres horas, las defensas se “agolparon” literalmente en los micrófonos del zoom para pedir a la jueza María Gabriela López Iñiguez la palabra para responder la postura fiscal. Además de los abogados, estaban presentes en la audiencia del Procurador del Tesoro Carlos Zannini, el viceministro de Justicia Juan Martín Mena y el embajador Eduardo Zuaín. Por la extensión de la audiencia y la ausencia de una secretaria, esas respuestas tendrán lugar el próximo miércoles.
La causa investiga “un plan criminal con entidad suficiente para que los ciudadanos iraníes identificados como responsables de la voladura de la AMIA pudieran sustraerse de la acción de la justicia -mediante el otorgamiento a Interpol de herramientas suficientes para que las notificaciones de índice rojo que pesaban respecto de los ciudadanos iraníes perdieran virtualidad- y para liberarlos de toda responsabilidad penal por dichos hechos -mediante la creación de una Comisión de la Verdad- y a través de esta, introducir una hipótesis alternativa”
La denuncia había sido impulsada por el fiscal Nisman en enero de 2015 y desestimada inicialmente por inexistencia de delito. Pero en diciembre de 2016, los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos fueron claves para reabrir esa investigación que terminó en manos del juez Claudio Bonadio y derivó en procesamientos y prisiones preventivas en 2017 para Cristina Kirchner y muchos de sus funcionarios. Cuando se conocieron las visitas que esos jueces habían hecho al entonces presidente Macri, las defensas reclamaron la nulidad de la causa del Memorandum. En medio de las quejas de las querellas, el TOF habilitó esta audiencia para escuchar esos planteos de cara a definir si se avanza hacia el juicio oral o se disponen la nulidad de todo el proceso.
Fue Cristina Kirchner quien el 16 de julio, en un alegato sin juicio la que inauguró los planteos. Dijo que la acusación en su contra es “un disparate judicial, institucional y político” y apuntó especialmente contra dos magistrados -Gustavo Hornos y Mariano Borinsky- que la imputaron y mantuvieron reuniones en la Quinta de Olivos con el ex presidente Mauricio Macri. La siguieron Mena, Andrés Larroque, Zannini, Oscar Parrilli, Zuaín, D’Elía y el resto de los abogados de las partes a lo largo de tres audiencias. La expectativa estaba puesta en lo que dijera el fiscal que, si bien habilitó la audiencia para garantizar la transparencia del proceso frente a la gravedad institucional que implica esta causa, no había adelantado opinión sobre el fondo de la cuestión.
En su exposición, Colombo sostuvo que no se acreditó que Hornos y Borinsky hayan visitado juntos al entonces presidente directamente ligada a la decisión que tomaron en diciembre de 2016, cuando se resolvió la reapertura de la denuncia de Alberto Nisman. Hizo un repaso de las causas de la llamada mesa judicial y sobre el análisis del teléfono de Nieto, secretario de Macri, otra de las pruebas que solicitó en el proceso, para señalar que el mensaje que se encontró en su agenda diciendo “hablar con Borinsky. Tema denuncia, administrativo y penal”. Subrayó que ese mensaje fue en 2018, dos años después de la reapertura de la denuncia de Nisman.
No obstante, el propio fiscal promovió una denuncia para investigar si, como señaló el portal El Cohete a la Luna y planteado como prueba por las defensas, hubo un supuesto asesoramiento del juez Borinsky a la DAIA. La denuncia ingresó por sorteo ante el juez Sebastián Casanello.
Y tras cuestionar que se haya buscado desacreditar a la jueza Ana María Figueroa por pertenecer a Justicia Legítima (”como si esto pudiera tener algún desmérito”, recalcó), Colombo también aludió a los planteos en torno a las palabras de Macri en una entrevista radial celebrando el fallo de Casación sobre la reapertura de la causa. Dijo que en realidad esa entrevista demuestra primero que el entonces jefe de Estado no estaba al tanto del fallo y pero también -agregó a título personal- exhibe “la baja calidad institucional de la dirigencia política que festeja el inicio de causas de su rival político”.
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