Horacio Rodríguez Larreta tomó distancia de la decisión del PRO y de la UCR de promover un juicio político contra Alberto Fernández por la fiesta en la Quinta de Olivos y generó de manera imprevista un nuevo frente de conflicto en Juntos por el Cambio, que había iniciado Elisa Carrió, jefa política de la Coalición Cívica, al negarse a avalar la presentación de sus socios de la coalición ante el Congreso.
El presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, sostuvo a Infobae que “buena parte de la población está indignada con esa foto del Presidente y la oposición tiene que tener alguna respuesta al respecto: si es correcto o no el juicio político es indistinto, pero tenemos que tener un mensaje claro, sin ambigüedades, acerca del tema”.
El jefe de Gobierno habló esta mañana por radio sobre el pedido de juicio político impulsado por el jefe del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, y su par de la UCR, Mario Negri, y firmado por trece legisladores más: “Ése es un tema del Congreso, yo no lo promoví, no me parecería”. Y agregó: “No me suena, pero es un tema para que los juristas lo estudien más a fondo”.
Si bien criticó al Presidente por la celebración del cumpleaños de Fabiola Yáñez en medio de la cuarentena más estricta, Rodríguez Larreta se despegó de la iniciativa de sus pares de Juntos por el Cambio y se acercó a la postura de Carrió, lo que causó malestar entre los promotores del juicio político, entre los cuales está la presidenta del PRO, Patricia Bullrich.
Ritondo es uno de los dirigentes de mayor confianza del alcalde porteño e integra los comandos de campaña de los principales precandidatos del larretismo para Capital y Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal y Diego Santilli. ¿Rodríguez Larreta no estaba al tanto de la iniciativa del jefe de diputados del PRO? ¿La avaló y luego se arrepintió? ¿O directamente no fue consultado?
Cerca de Ritondo relativizaron las declaraciones del jefe de Gobierno: “No tomó distancia, quizá no se jugó, pero Cristian es el presidente del bloque del PRO y no le pide permiso para tomar sus decisiones. Horacio tiene derecho a opinar”, dijo uno de sus estrechos allegados. Incluso aclaró que “se hizo la presentación luego de consultar a juristas”.
La iniciativa del pedido de juicio político corrió por cuenta de Ritondo y de Negri, pero había sido consensuada el viernes pasado por Cornejo y Bullrich, luego de que Alberto Fernández hizo el primer descargo sobre la foto en Olivos, admitió que la fiesta se había realizado y le echó la culpa a su pareja: “Mi querida Fabiola convocó a un brindis que no debió haberse hecho”.
Es cierto que la reacción opositora fue desorganizada: Cornejo y Bullrich acordaron primero con el titular de la Coalición Cívica (CC), Maximiliano Ferraro, un comunicado en el que expresaron su “absoluto repudio” al incumplimiento del aislamiento obligatorio por parte de Alberto Fernández y exigieron “en forma urgente” que se brinden a la sociedad “las explicaciones que justifiquen esta conducta”. Pero luego sólo un grupo de diputados del PRO y de la UCR, integrado por Fernando Iglesias, Jorge Enríquez, Waldo Wolff y Luis Petri, entre otros, presentó el jueves pasado un proyecto de resolución para pedir el juicio político contra el Presidente “por mal desempeño y por la eventual comisión del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Al día siguiente se presentó otro proyecto de declaración en el Congreso sobre el tema que fue firmado por Ritondo y Negri, como jefes de las bancadas del PRO y de la UCR, y acompañado por trece diputados más de ambas bancadas parlamentarias: Gustavo Menna, Omar De Marchi, Karina Banfi, Soher El Sukaria, Miguel Bazze, Luciano Laspina, Albor Cantard, Federico Angelini, José Cano, José Nuñez, Facundo Suárez Lastra, Gisela Scaglia y Ricardo Buryaille.
Ese mismo día, Carrió advirtió que no estaba de acuerdo con la propuesta de sus socios al sostener “en campaña no se hace juicio político”: la ex diputada teme que Cristina Kirchner y La Cámpora aprovechen la ofensiva para desplazar al Presidente y quedarse al frente del Poder Ejecutivo.
Lo reconoció este lunes en una entrevista con TN: “No tenemos que ser funcionales al enojo de Cristina para que después de la derrota electoral lo culpe, lo haga renunciar y ella asuma la Presidencia porque ahí sí vamos a estar en Rusia y en Venezuela; yo prefiero que no gobierne Cristina Kirchner”.
Es casi imposible que prospere el pedido opositor en el Congreso porque no le dan los números para imponerlo: en la Cámara de Diputados se requiere una mayoría especial de dos tercios, para lo cual Juntos por el Cambio debería conseguir 54 votos. Sin embargo, una vez más, la estrategia de JxC contra el oficialismo se debilitará porque Carrió no quiere hacer nada que complique a Alberto Fernández y le otorgue más poder a Cristina Kirchner. Ahora se sumó Rodríguez Larreta.
Algo similar ocurrió el año pasado cuando Carrió propuso respaldar a Daniel Rafecas, el candidato del Presidente para la Procuración General de la Nación, porque lo consideraba “un mal menor” ante la posibilidad de que se designara a alguien afín al kirchnerismo o que se cambien las mayorías y plazos para su nombramiento. Desde el PRO, la misma posición tuvieron Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. En su visión, el “ala dura” de Juntos por el Cambio, que consideraba que no debían meterse en una interna del oficialismo, terminó siendo “funcional” a la Vicepresidenta.
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