Pese a los cruces discursivos propios del tiempo electoral que corre, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio mantienen negociaciones que empiezan a materializarse en la provincia de Buenos Aires con designaciones de jueces y futuras conversaciones por nombramientos en otros organismos del Estado donde hay representación oficialista y opositora.
Esta semana, el Senado bonaerense finalmente aprobó 31 pliegos que corresponden a magistrados para los departamentos judiciales de San Martín, San Isidro, Mar del Plata, Lomas de Zamora, Morón, La Plata, La Matanza, Azul, Mercedes, Quilmes, Moreno-General Rodríguez, San Nicolás y Bahía Blanca. Son los primeros nombramientos desde que Axel Kicillof es gobernador. Ello fue en acuerdo con la oposición en un Senado donde Juntos por el Cambio tiene mayoría.
Claro que en el medio hubo cortocircuitos, pero el resultado final fueron los nombramientos un tanto atravesados por presiones de la Suprema Corte ante las vacancias en tribunales, aunque aprobados por la voluntad política.
Hacia afuera, la postura de Juntos por el Cambio es distante al plan de Kicillof y el Ejecutivo. Pero la intención del Gobierno, a la par de la campaña, es ir allanando y avanzando -sin apuro- sobre algunos casilleros: la vacancia en materia judicial es uno de los ítem.
“Celebramos que hoy se hayan aprobado estos pliegos. Esperamos que el gobernador firme los decretos de los cargos que aún quedan a la espera. Es de suma importancia dotar a la justicia de los recursos humanos que necesita para dar respuesta a las demandas de los ciudadanos”, explicaron desde la oposición luego de la sesión en la que se aprobaron los nombramientos.
Los decretos de los cargos que aún quedan a la espera, como sostiene la oposición, tienen que ver con una serie de pliegos que Juntos por el Cambio aprobó el año pasado y habían sido elevados al Senado por María Eugenia Vidal en los últimos meses de su gestión. El mandatario pidió el retiro de los expedientes para analizar los nombres. Entonces, con mayoría numérica, la oposición aprobó en soledad esos 43 cargos. Semanas atrás, Kicillof le puso la firma a 31 de esos expedientes para dar por concluido el trámite. Restan aún 12 nombramientos. Sin embargo, cada vez que tiene la ocasión, tanto Kicillof como sus funcionarios que tienen injerencia en la política judicial recuerdan aquel episodio. Como también machacan sobre la permanencia del Procurador Julio Conte Grand en su cargo y su perfil político ligado al PRO.
Todavía quedan nueve pliegos a votarse en el Senado. En el oficialismo están conformes con el acuerdo alcanzado en desventaja numérica. Claro que quisieran tener mayor celeridad.
La sesión del miércoles último también fue la foto de un diálogo que se espera continuar por los lugares vacantes en el directorio del Banco Provincia.
Los movimientos del gabinete nacional que incluyeron la salida Agustín Rossi del ministerio de Defensa, la designación en su lugar del senador Jorge Taiana y el lugar que queda vacío en el Senado -y que por orden de reemplazos debería ocupar Juliana Di Tullio que fue la primera candidata suplente de Unidad Ciudadana en 2017- encendieron las luces en La Plata. Di Tullio es directora del Banco Provincia. El directorio del Banco Provincia está funcionando al filo del quórum y si Di Tullio se va (situación que aún no está resuelta), el gobierno bonaerense debería proponer un reemplazo. Los directores del Banco Provincia se votan por acuerdo del Senado. Entonces, todo vuelve al mismo lugar: la negociación y el acuerdo que Kicillof puede alcanzar, o no, con Juntos por el Cambio.
Como adelantó Infobae, el gobernador insistiría con el pliego de Alejandro Formento para el directorio del Banco Provincia; un abogado que se desempeñaba hasta hace poco como presidente de Provincia Microcréditos y ya había trabajado con el mandatario bonaerense durante su paso por el ministerio de Economía. Su designación como director del Bapro había sido propuesta por Kicillof en 2019, pero nunca pasó el filtro opositor. Entonces fue nombrado con un cargo de gestión en el equipo de la banca que preside Juan Cuattromo. En caso de intentar nuevamente su nombramiento, el mandatario deberá reflotar su pliego ya que fue presentado en 2019 y perdió estado parlamentario.
La oposición aguarda un llamado. Hasta el momento, desde el gobierno no hubo señales hacia el bloque de Juntos por el Cambio. Cuando eso suceda, empezará el condicionamiento para ampliar la negociación, ya que el directorio del Bapro tiene cuatro lugares vacíos que por “tradición”, suelen darse al sector opositor al gobierno de turno.
Ante la consulta de Infobae, el senador bonaerense y presidente de la Coalición Cívica bonaerense, Andrés De Leo, explicó que “los cargos de los organismos públicos tienen que ser ocupados tanto por el oficialismo como por la oposición como históricamente ha sido. Así ocurrió cuando fuimos gobierno, cuando fuimos oposición y creemos que es lo más sano: que los cargos no son del Ejecutivo, sino que tienen que tener una representación que tiene que ser la representación proporcional de los votos”.
Cuando la negociación se encauce, irá por esos lugares. Hay otro tema que por el momento no avanzará y estará atado al resultado electoral. Se trata de la conducción en la Procuración bonaerense. Julio Conte Grand, ex secretario Legal y Técnica durante la gobernación de María Eugenia Vidal es la piedra en el zapato que la gestión de Kicillof aún no pudo sacarse. Para una salida forzada debería intervenir el Senado. Es una batalla arriesgada y que por ahora no la dará; básicamente porque es a perder. Pero a partir de diciembre, si el recambio de senadores da vuelta la ecuación y deja una composición a favor del Frente de Todos ese tema podría avanzar en la agenda del gobierno bonaerense.
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