Aunque de estrechísima relación con Mauricio Macri y fundamental para el día a día del entonces presidente, Darío Nieto cultivó un perfil bajo durante los cuatro años del gobierno de Cambiemos. Su nombre empezó a ocupar la primera plana de los medios cuando tomó impulso la denuncia por espionaje ilegal durante el macrismo, que lo llevó a recibir acusaciones de estar detrás de una operatoria montada para recabar información de dirigentes políticos del oficialismo, oposición y líderes sindicales, entre otros.
Aunque el tribunal federal de Lomas de Zamora le dictó falta de mérito, los querellantes en la causa buscan que se anule ese fallo porque están convencidos del involucramiento de Nieto en el expediente, siempre bajo las órdenes de Mauricio Macri. A la espera de que la Justicia defina su situación procesal, el secretario privado del ex mandatario se lanzó a la política como candidato a legislador porteño en la lista de María Eugenia Vidal.
— La Cámara Federal debe definir si revoca su falta de mérito. ¿Cómo cree que se va a resolver eso?
— Siento que van a seguir la línea de Lomas de Zamora. En Lomas de Zamora tanto los fiscales como el juez dictaron falta de mérito. Falta de mérito significa que no hay ningún tipo de prueba que me vincule al tema. Realmente es una causa armada, es una operación. Fui a indagatoria, dije lo que tenía que decir, no hay ninguna prueba, allanaron mi casa, la de mis viejos que no hacen política, no vivo ahí hace 15 años, se llevaron celulares y computadoras. Todo el aparato mediático del oficialismo, C5N, Página, Ámbito, más funcionarios obviamente del gobierno nacional, Aníbal Fernández, Leopoldo Moreau, Eduardo Valdés, salieron a decir cualquier tipo de pavadas. Después la Justicia me dio la razón. Pero evidentemente no es suficiente para ellos y siguen diciendo mentiras.
— ¿Usted estuvo involucrado personalmente en alguna tarea de espionaje?
— No, jamás en la vida. Jamás en la vida. No sé cómo funciona eso realmente. No sé de dónde sacaron eso. Pero yo entiendo por qué lo hacen ¿no? No pueden entender que uno haya pasado por la función pública y sea honesto. Yo no tengo un bolso con dólares. No tengo un departamento en Miami. No tengo un auto último modelo. O sea, no pueden entender que alguien solamente quiera estar en política para cambiar algo. No lo entienden y quieren que la gente también piense que somos todos iguales, entonces ahí fue cuando yo dije basta hermano, basta. Acá vamos a poner blanco sobre negro. Yo con errores y aciertos siempre me manejé dentro de la ley y con la mejor fe posible.
— Más allá de lo que usted haya hecho, ¿en el gobierno de Mauricio Macri hubo espionaje?
— Yo pongo las manos en el fuego por Mauricio. Estuve con él los cuatro años. Lo acompañé mucho tiempo. Y jamás vi que pida ningún tipo de informe de inteligencia ni nada por el estilo.
— ¿Ve injerencia del kirchnerismo en las decisiones judiciales?
— Veo presión del kirchnerismo sobre los jueces 100%. Un ejemplo es la reforma judicial, que no pasó por suerte. Otro ejemplo es el intento de reforma del Ministerio Público Fiscal, en el cual quisieron cambiar la cantidad de votos con los que se elige al procurador de manera rara por lo menos. Entonces realmente veo que el kirchnerismo está presionando a los jueces. Veo que lo hace todo el tiempo. Y que si en las elecciones de septiembre y noviembre le va bien van a ir por la Justicia.
— ¿Cómo fue la relación del gobierno de Cambiemos con la Justicia? ¿Puede decir que hubo independencia ahí?
— Una relación institucional como se maneja entre los poderes. El Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial tienen independencia de poderes y fue una relación transparente e institucional.
— ¿Por qué secuestraron su teléfono? ¿Puede salir algo de ahí?
— Creo que de hecho ya lo publicaron entero mi teléfono. Obviamente es ilegal lo que han hecho. A mí me lo secuestran un 25 de junio, como te dije me secuestraron el teléfono a mí, a mi novia. Mis computadoras, de mi novia, yo no tenía computadora. Y de mis viejos, mi vieja es psicóloga, nada que ver con política, mi papá es canillita, tampoco nada que ver con política, y mi hermano es contador, nada que ver con política. Celulares y computadoras que todavía no han devuelto. Pasa algo muy raro con mi teléfono, hacen dos aperturas ilegales sin avisarle a mi abogado. De hecho yo no tenía abogado ni siquiera, tuve que buscar en ese momento porque nunca tuve un problema con la ley. Dos aperturas ilegales. Dos días después de que me secuestran el teléfono aparece una interacción con Silvia Majdalani. A mí me llevan el teléfono el 25 de junio y en la pericia dice que el 27 de junio hay una interacción con Majdalani. ¿Cómo pude haber hecho yo cualquier tipo de mensaje con Majdalani dos días después? Después de eso suben el informe del teléfono a la causa, no aparece nada relacionado a espionaje. Eso es público. Y sale esta interacción y todos dicen que es sospechoso, pero no sé por qué no se investiga. Posteriormente empiezan a aparecer mensajes en mi teléfono que no están en la causa. Realmente no sé cómo medios afines al oficialismo tienen esos mensajes, o la copia entera de mi teléfono que ni siquiera la tengo yo. Entonces, ya un poco me tiene sin cuidado el tema. Siento que es todo tan burdo, tan operación que no me preocupa. Primero dijeron que yo era un espía. Se demostró que era falso, falta de mérito. Después dijeron que yo había dado un préstamo a Vicentín, falso. Hasta llegaron a decir que yo el 1 de enero de 2018 estaba en Comodoro Py con los cuadernos. Ese día estaba en La Angostura. Es delirante realmente lo que está pasando, es casi absurdo. Entonces ya creo que el kirchnerismo no sabe con qué atacar entonces… De esa manera estoy tranquilo hoy en día aunque en ese momento la pasé verdaderamente mal.
— ¿Cómo llegó a ser candidato a legislador?
— Siempre toda mi vida me comprometí con empujar el cambio. Empujar a que los argentinos estén un poco mejor y desafiar el statu quo. En ese sentido decidí tomar un rol más público porque siento que es momento de hacer todo lo posible en Argentina para cambiar. Siento que la Argentina la está pasando muy mal, los argentinos están mal, los porteños también. Hay mucha tristeza, mucha angustia por el último año y medio. Quiero estar cerca de ellos, entenderlos, escucharlos, ver qué les pasa y tratar de darles soluciones. Creo que nuestro deber es devolverles un poquito de esperanza y de fe a los porteños de que podemos estar mejor y los argentinos también por supuesto. En ese rol me embarqué. Eso es lo que tengo ganas de hacer. Siento que la elección de ahora no es una elección de políticos, sino que los argentinos definimos nuestro futuro. Lo que va a pasar en septiembre y noviembre es muy importante para nuestro futuro. Entonces desde ese lado decidí tomar un rol mucho más público y como saben ustedes yo antes trabajaba cerca de Mauricio pero no tenía un rol muy público, pero a partir de todo eso dije: “Para viejo, me parece que es momento de que todos los que compartamos ciertos valores como la república, la independencia de poderes, el trabajo, nos pongamos los pantalones y salgamos a defender lo que queremos”. Y es cuando yo decido tener un rol más público. Y un camino natural que hoy siento es el de ser candidato a legislador porteño.
— ¿Pero cómo se gestó ese camino?
— No, a ver, obviamente el apoyo de Mauricio fue importante. Él siempre me apoyó en las decisiones que yo tomé. Él me apoya en este tema de ser candidato, de tomar un rol público. Por supuesto también lo hablé con Horacio, con María Eugenia. María Eugenia encabeza el distrito y Horacio es el jefe de Gobierno. También lo vieron con buenos ojos. Y acá estoy, realmente con muchas ganas de empezar esta campaña que ya estamos laburando y de trabajar por los vecinos, es lo único que me mueve en ese sentido.
— Mucha gente dice que es el protegido de Macri, que lo puso en la lista para protegerlo. ¿Eso es verdad?
— Los últimos días leí a algunos operadores del kirchnerismo, algunos periodistas funcionales al Gobierno diciendo que yo quería ser legislador para tener fueros. Dos razones por las cuales el que dice eso es ignorante o mala leche. Primero porque yo tengo la falta de mérito. La Justicia dictó mi falta de mérito, es decir, como dije, no hay ninguna prueba que me vincule al caso. Y el segundo tema es que un legislador no tiene fueros federales, no tiene fueros para la Justicia Federal. Un legislador tiene inmunidad de arresto frente a la Justicia ordinaria y de la ciudad de Buenos Aires. Mi causa está en un juzgado federal, yo ante la Justicia Federal no tengo ningún tipo de inmunidad, ni de fueros ni de nada por el estilo aunque fuera electo legislador. Entonces, el que dice esto o es ignorante porque no lo sabe o es mala leche porque lo sabe e igual decide mentir.
— ¿Para qué quiere ser legislador porteño?
— Soy un apasionado del tema revolución tecnológica. Creo que el mundo está yendo hacia un lugar que no conocemos y que no sabemos manejar. Quiero trabajar en ese sentido. Todo el tema de economía del conocimiento me parece que es vital. Economía del conocimiento entendida como aquellas actividades que tienen conocimiento humano de gran valor relacionadas a tecnología. Creo que la cantidad de empleo que se puede generar a partir de eso, más que nada para jóvenes obviamente, es importantísima. Obviamente acompañado de una educación que esté apuntada hacia eso. ¿Por qué está pasando que muchas instituciones no se adaptan a esto? Porque no entendemos realmente lo que está pasando en ese sentido. Mi único o gran motivo para ser candidato a legislador es esto, ayudar a que más jóvenes encuentren empleo de calidad, con mejores salarios como son los de la economía del conocimiento. Quizás capacitándose no tanto pero sí intensivamente en áreas como programática, robótica, computación, etcétera. Creo que el futuro va por ahí, que es un futuro mucho más inclusivo, más amplio. Me parece que tenemos que dedicarle mucho, mucho tiempo a eso.
— ¿Cómo ve la elección de la Ciudad de Buenos Aires?
— Juntos por el Cambio tiene una gran opción en las listas, una gran variedad de dirigentes, y realmente estoy esperanzado. Estoy esperanzado de que los porteños apoyemos el cambio que representa María Eugenia, que representa Tetaz, que representa Olivetto, que representa Fernando Iglesias. Y también que la Ciudad de Buenos Aires ratifique el camino que elige el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Hay mucha gente que tiene ganas de cambiar. Que tiene ganas de apoyar otro camino, que siente que la Argentina y la Ciudad de Buenos Aires en términos nacionales no está bien. Que siente realmente que este último año y medio fue durísimo. Más allá de toda la tristeza y la angustia que se ha generado por la crisis sanitaria, de la crisis económica, de la crisis educativa. Me parece que la gente tiene ganas de cambiar y realmente tengo mucha esperanza y mucha fe en los porteños.
— ¿No cree que le puede salir caro que María Eugenia Vidal sea candidata en la Ciudad de Buenos Aires después de ser gobernadora bonaerense?
— Creo que María Eugenia más allá de Ciudad o Provincia es una dirigente muy valiosa, con convicciones enormes, con mucha polenta, mucha fuerza, y creo que es alguien muy, muy importante para defender los intereses de los argentinos en el Congreso. Entonces creo que los porteños tenemos una oportunidad única de elegir a alguien como María Eugenia para que nos represente y nos defienda. No creo que haya ningún tipo de pase de factura ni nada por el estilo. Se explicó claramente por quién quiere trabajar hoy y espero que los porteños la elijan porque realmente es una persona de oro.
— ¿Patricia Bullrich hubiese sido mejor candidata?
— Creo que es contrafáctico pensar eso hoy realmente. La candidata es María Eugenia, Patricia eligió seguir construyendo su perfil nacional recorriendo el interior y está muy bien que así sea.
— ¿Cómo lo ve a Mauricio Macri hoy?
— Mauricio tuvo un rol muy sano. Él se corrió un poco de la pelea en el momento que había mucha tensión, de todo lo que se hablaba de Juntos por el Cambio y demás. Él dijo: “Miren, mi rol hoy en día es garantizar unidad, mi rol es construir la mejor oposición posible al kirchnerismo y el desastre que están haciendo y para ello yo desisto de mis ambiciones personales en el corto plazo, no me meto en la pelea de listas y armen la mejor opción competitiva posible”. Eso hizo Mauricio. Me parece que fue muy sano lo que hizo corriéndose para sacar un poquito las tensiones y a la larga me parece que el tiempo siempre le va a dar la razón.
— ¿Considera que sigue siendo el líder de la oposición o que Larreta ocupó ahora ese lugar?
— Mauricio es uno de los líderes ineludibles de la oposición, sin dudas. Es quien representa a ese 41% que sacó en octubre de 2019. Lo sigue representado. Él tiene muy claro el rumbo de país que quiere para la Argentina. Tiene muy claro qué valores tiene. Y la gente se lo sigue reconociendo. A Mauricio lo va a jubilar la gente, no los dirigentes. A los dirigentes los jubila la gente el día que no los vota. Y hoy en día me parece que Mauricio sigue muy vigente en todas las personas.
— ¿Usted es de los que cree que tiene que buscar un segundo mandato en el 2023?
— Yo creo que para el 2023 falta mucho. Estoy convencido de que nos jugamos mucho en esta elección, primero discutamos el 2021, veamos cómo va la elección, y para el 2023 ya veremos qué pasa.
— ¿Cuáles son las cosas que van a definir esta elección?
— Creo que el gobierno ha hecho muy mal las cosas. Siento que la gestión sanitaria fue un desastre. Veamos dos cosas, hubo una cuarentena VIP y un vacunatorio VIP. Vacunatorio VIP lo que sucedió fue lo siguiente, tardaron en conseguir vacunas, les costó conseguir vacunas y cuando las consiguieron se las dieron entre ellos. No veo nada más inmoral que eso. Cuarentena VIP, vemos cómo mientras el presidente nos decía a todos “quédense en sus casas, no salgan”, yo no podía ver a mis viejos por ejemplo, el de la Pyme se fundía porque no podía vender, familias no podían enterrar a sus muertos, no había laburo, los chicos no estaban yendo a la escuela y el señor andaba de fiesta. No me importa lo que haga de su vida privada, que haga lo que quiera, pero no que en el medio nos diga a nosotros “no salgan de sus casas”. Eso es lo que jode, eso es lo que duele realmente.
Términos educativos: un año y medio sin clases. Ningún país del mundo estuvo un año y medio sin clases. Es inaudito que las clases tengan que volver porque un grupo de padres se organiza y lucha o que el jefe de Gobierno porteño tiene que poner a pelearse con el Ministro de Educación para que haya clases. Dónde se vio. El Ministro de Educación no quería que vuelvan las clases. El Gobierno no quería que vuelvan las clases.
Vamos a economía. Hay una frase que a mí me gusta decir: “Qué bien estábamos cuando estábamos mal con Macri”. Es un desastre lo que está pasando, vas al supermercado todo sale una luca. Después, suben las obras sociales, suben las empresas de celular, sube la nafta. Realmente está todo un día más caro. Nunca en la vida vi tanta gente durmiendo en la calle como ahora, o pidiendo. Realmente es lamentable el estado en el que está la economía argentina. Desempleados por doquier. Los jóvenes no consiguen laburo. Me parece preocupante todo lo que está pasando. Y entiendo en ese sentido que las personas y los argentinos tenemos la opción de vivir mejor. Tenemos que generar algo distinto. Tenemos la oportunidad histórica de cambiar el rumbo y de decirle al gobierno que está haciendo mal las cosas en esta elección.
— Todo esto que usted enumera, ¿piensa que es 100% debido a ineficacia de la gestión o el hecho de haber atravesado una pandemia fue algo que también pegó fuerte y haberla pasado de otra manera no hubiese sido tan fácil?
— Es que yo creo que había distintas formas de gestionar la pandemia. Hay muchos países que gestionaron la pandemia de maneras mucho más eficientes y hoy en día se están recuperando índices económicos, recuperando empleo, etcétera. Pero acá se hizo lo peor de todo, esa cuarentena eterna que nos dejó a todos sin laburo, se robaron las vacunas, no cumplieron con el ejemplo. Entonces, perfecto, una pandemia, pero además la pandemia fue gestionada enormemente mal. Entonces lo que quedó claro es que son ineptos, que no saben gobernar, no saben gestionar. Y también son cínicos, son mentirosos. Es un doble problema que tenemos en la Argentina.
— ¿Qué impacto tendrá el escándalo de Olivos?
— El gobierno está en un cumple, las fotos del festejo son una descripción de cómo gobiernan: están en la suya, divirtiéndose sin importarles lo que pasa afuera. El Presidente nos retaba, amenazaba y ordenaba quedarnos en nuestras casas mientras puertas adentro brindaban y festejaban, se nos ríen en la cara. Ellos estaban de joda, pero vos no podías abrir tu negocio, ver a tu familia, ir a la escuela o enterrar a tus muertos. Como si eso fuera poco, siguen mintiendo. En vez de hacerse cargo, hace unos días Alberto negó totalmente en una entrevista la existencia de esas reuniones y, como es sistemático en el kirchnerismo, después le echó la culpa a otro, a la Primera Dama: “ah pero Macri”, “ah pero Fabiola”. Vergonzoso realmente. Se les cayó la careta.
— Usted tiene contacto con Macri. ¿Hablaron de la pandemia? ¿Cómo hubiera hecho Macri si era presidente?
— Con Mauricio lo que hubiera pasado son dos grandes diferencias. Primero hubiéramos conseguido las vacunas antes por las relaciones que Mauricio tenía con el mundo. La Pfizer, la Moderna, la Johnson & Johnson hubieran llegado antes por sus relaciones con el mundo. Y segundo, hubiera sido un gobierno más transparente. No hubiera habido vacunatorios VIP ni nada parecido. Tomemos el ejemplo de cómo se gestionó la pandemia en la Ciudad de Buenos Aires. Bueno, así hubiera gestionado Macri. Una pandemia con mucho testeo, hoy en día es mucho más fácil testearse en la Ciudad que en la provincia de Buenos Aires y desde hace tiempo ya. Con mucha mejor gestión de vacunación, no hubo vacunatorio VIP. Con las aperturas mucho más rápido que en la Nación, que el resto de las provincias, de Pymes, de las escuelas, etcétera. Me parece que hubiera seguido más el camino de la libertad y de la responsabilidad individual de cuidarse.
— ¿Se contactó con Alberto Fernández para darle ayuda?
— Él se contactó antes de que arranque la cuarentena para decirle que sea cuidadoso con las libertades individuales. Ese fue el último contacto.
— ¿Lo sigue ayudando a Mauricio Macri en su tarea diaria?
— Sí, charlo con Mauricio a diario. Todavía no lo vi ahora que volvió por la cuestión que está aislado por la cuarentena cuando volvés de viaje. Pero sí, sigo hablando con él a diario, le doy una mano en sus temas de agenda y demás, absolutamente.
— ¿Cree que la pandemia reflotó las posibilidades de que Juntos por el Cambio tenga una buena performance electoral este año con vistas a 2023?
— No fue la pandemia, fue la mala gestión. La pandemia es algo que sucedió y que el Gobierno gestionó muy mal. Fue la ineptitud de Alberto Fernández y del gobierno nacional de cómo ha gestionado. Y la comparación hoy en día de que tan mal las cosas no estábamos haciendo nosotros cuando éramos gobierno. A ver, qué tenemos, Juntos por el Cambio tiene un rumbo claro de país. Quiere un país integrado al mundo. Un país con instituciones fuertes. Con reglas claras. Un país que fomente el empleo privado. Que baje los impuestos y baje el déficit. Hoy en día tenés un gobierno que no sabe bien qué quiere, un día sube retenciones, otro día las baja. Un día interviene Vicentín, al otro día dice que no. Mienten todo el tiempo. Entonces me parece que la gran diferencia entre Juntos por el Cambio y el gobierno nacional es la claridad en el rumbo de lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer. Por un lado no hay rumbo, actualmente lo estamos viendo, y Juntos por el Cambio con sus matices por supuesto. Diferencias en cómo hacerlo y demás, pero el rumbo y el marco institucional está claro a dónde queremos ir.
— ¿Qué autocrítica hace del gobierno de Macri?
— Él asume con un Estado quebrado, con un déficit enorme, cepo, reservas cero, inflación congelada, contenida, no congelada. No contar tanto la herencia para atraer inversiones, quizás pueda ser una autocrítica eso. También creo que generamos una sobre expectativa que no estuvimos a la altura de cumplir después. No pensamos que el desastre que íbamos a heredar era tan grande. Y generamos una expectativa muy, muy alta que después por ahí no pudimos llenar. Quizás no le explicamos bien a la gente lo que estaba pasando. Pero creo que se han logrado enormes, enormes cosas. Como te dije antes, recuperamos el tema macroeconómico que había déficit 0. El tema fiscal lo mejoramos muchísimo. Bajamos impuestos. Redujimos el gasto. Nos integramos al mundo. La Justicia fue independiente. Todo el tema de seguridad ha mejorado muchísimo. Como te dije antes, todos estamos un poquito peor que antes, no hay una persona en la Argentina que te diga que hace tres años estaba peor que ahora, ahora están todos mucho peor lamentablemente.
— ¿El tema de la deuda no le parece que es algo para rever si vuelven al poder?
— La deuda fue para pagar deuda. Vos asumiste con un gobierno que tenía minoría en Diputados, minoría en senadores, muy poca cantidad de gobernadores propios y los sindicatos en contra. Frente a eso quizás hubiéramos querido hacer reformas más rápido pero no pudimos porque vos tenías minoría en muchos lugares institucionales. La deuda se toma para pagar deuda principalmente y para solventar gasto. La única forma de no tomar deuda era o ajustar más rápido, que era algo que no queríamos y no teníamos el mandato para eso, y mucho de lo que se usó de la deuda fue para pagar deuda que nos venía vieja. No había mucha más escapatoria que esa. Lamentablemente ¿no? Tampoco nos ayudaron las condiciones internacionales y demás, pero bueno, ese es otro capítulo.
— ¿Qué tiene que hacer Juntos por el Cambio para volver a la Casa Rosada en el 2023?
— Tener una agenda de futuro. Creo que nuestro principal adversario no es el kirchnerismo, es la resignación. Es el miedo. Resignación porque la gente siente que está mal, porque siente que no hay futuro, porque siente que la Argentina no cambia más. Me parece que ese es el gran desafío, generar de vuelta esperanza en la gente. Generar que la gente vuelva a creer en algo. Creo que ahí está el quid de la cuestión. Una agenda de futuro. A mí por ejemplo me encanta el tema de economía del conocimiento. Siento que estamos viviendo una revolución tecnológica enorme, enorme, enorme en todo el mundo y que hoy en día tenemos que aggiornarnos a eso de alguna manera. Temas como primer empleo, empleo joven, son temas que tenemos que laburar 100%. Ejemplos como Ualá con Pierpaolo Barbieri, Mercado Libre. Mateo Salvatto con Háblalo. No sé, los chicos de Mural. O sea, me parece que tenemos que apuntar ahí también. A ver cómo logramos que los jóvenes y las nuevas generaciones se capaciten en temas relacionados a lo digital y que de esta manera podamos generar mucho más empleo y mucha más salida al mundo de la que tenemos hoy en día.
— ¿Cuál le parece que es el futuro de la Argentina si pierden las próximas elecciones?
— Me da mucha lástima ver cómo muchos jóvenes se quieren ir de la Argentina. Más allá de los que logran irse o no, hay una sensación de que la Argentina no va a cambiar más, la Argentina va a ser siempre igual. ¿Vos sabés lo difícil que es para una persona irse de un país? Dejás a tu familia, tus amigos, tus costumbres, tus lugares. ¿Sabés lo mal que tiene que estar una persona para decidir irse? Tiene que estar horrible, tiene que ver que no hay futuro, que no hay posibilidades de laburo, que no hay posibilidades de desarrollo profesional, que no hay reglas claras, que hay imprevisibilidad. Creo que tenemos una oportunidad enorme ahora de cambiar eso. Tenemos que confiar en los argentinos. No me planteo que le vaya mal a Juntos por el Cambio. Sostengo que somos la mejor opción de futuro, la mejor opción de esperanza. Por ahí aprendimos un poco de nuestros errores también, ¿por qué no? Hicimos una autocrítica, Mauricio fue el primero en hacerla. Y creemos que estamos listos para dar esa batalla del futuro y para gobernar la Argentina de vuelta en el 2023 ahora ganando la elección en el 2021.
— Ese es su deseo. ¿Pero si pierden qué piensa que va a pasar?
— No vamos a perder.
— ¿Está seguro?
— Estoy seguro, no vamos a perder.
— ¿Qué es de la vida de Marcos Peña y de Jaime Durán Barba?
— Marcos está dedicado a la consultoría privada.
— ¿No está involucrado en esta campaña?
— No, para nada. Marcos está dedicado a la consultoría privada. Tiene clientes internacionales. Y está laburando en el mundo privado. Y Jaime tampoco está involucrado en la campaña. Entiendo que tiene sus clientes por el mundo, pero en la campaña no está metido.
— Es raro, porque los dos eran gente importante, clave.
— También es una decisión personal. Quizás después de tanto tiempo dedicado a lo público necesitas un poco de espacio, de aire y dedicarte a otra cosa. Me parece que está bueno también eso.
— ¿Por quién pone las manos en el fuego Mauricio Macri?
— Hay que preguntárselo a él eso.
— Pero quién piensa, usted que lo conoce.
— No, no sé. Hay que preguntarle a él. Eso ya es muy personal. Lo que sí estoy seguro es que Mauricio apoya la opción de Juntos por el Cambio y María Eugenia en la Ciudad. Apoya la opción de Diego Santilli en la provincia. Y va a trabajar en ese sentido.
— ¿De qué vive hoy, cuáles son sus ingresos?
— Trabajo con Mauricio, me paga un sueldo por mes.
— ¿Hay algo que aprendió de la pandemia?
— A reconectar con mi familia. Estos cuatro años que pasaron siendo gobierno fueron tremendos en el sentido de laburo, estaba de 7 de la mañana a, no sé, 9 de la noche en Olivos, viajes internacionales, viajes nacionales, y perdés un poquito la conexión con los tuyos. Con mis viejos, con mi novia. Bueno, nació Enzo también ahora en pandemia. Es como que te das cuenta dónde está lo importante y reconectas con todo eso. Además de lo duro que fue la pandemia para todos creo que a mí en lo personal me sirvió para reconectar con mi familia, para recuperar por ahí un poco de tiempo perdido con tanto laburo, y para verlo crecer a mi nene. Verlo crecer a Enzo es algo que me iluminó este año y medio que por ahí no fue tan gratificante para nadie.
— ¿Qué extraña de esa época?
— Poder tomar decisiones que ayudaban a los argentinos. El poder dar una mano en que una Pyme tenga, no sé, tenga luz, o en dar una mano en que algún chico pueda ir a la escuela. Cosas por el estilo que por ahí son… O resolver un trámite. Todo el tema de simplificación, a mí me gusta mucho laburar los temas de simplificación. Por eso me jodió tanto cuando nos sacaron este tema de las SAS, de las Sociedad de Acciones Simplificadas, que te permitía hacer una empresa en un día, bueno, me gustaba mucho laburar esos temas. Ver cómo ayudar a cada vecino para que pueda hacer algo un poquito más rápido, un poquito mejor, aliviarle un poquito la carga impositiva. Creo que todo eso es lo que me gustaba a mí y hoy en día no puedo hacerlo obviamente porque no somos gobierno.
— ¿Tiene miedo de ir preso?
— No, estoy tranquilo en ese sentido. Jamás en mi vida cometí algo fuera de la ley. Estoy muy, muy tranquilo. Es verdad que en el momento cuando pasó todo eso un poco te shockea. Porque, como te dije antes, jamás tuve abogado, nunca tuve un problema con la Justicia, entonces no tendría que estar pasando. Ahora con el diario del lunes que te das cuenta que es todo un show, una farsa, es todo un circo, te tranquilizas. Pero en el momento quedás golpeado. Pero no, cero miedo de ir preso. Quiero aprovechar para agradecerle a Mauricio, a Horacio, a María Eugenia, a “Lilita” Carrió, a Alfredo Cornejo y a todos los dirigentes que me bancaron en ese momento y se portaron muy bien conmigo.
Ping-pong
— Alberto Fernández o Cristina Kirchner.
— (Risas) Arrancamos mal con el ping pong. Yo creo que, a ver, dame dos minutos. Alberto Fernández es un cínico, es un mentiroso. Es un tipo que ha devaluado la palabra presidencial al infinito y su palabra no vale nada. Y Cristina Kirchner es mucho más inteligente pero por culpa de sus problemas judiciales está poniendo en vilo a la Argentina. No me quedo con ninguno pero intelectualmente ella es bastante más que Alberto... y lo maneja un poquito a Alberto.
— Horacio Rodríguez Larreta o Marcos Peña.
— Con Marcos hice toda mi carrera de chico. Con Marcos tengo una relación afectiva muy grande. Me parece una persona brillante estratégicamente, tiene una visión a largo plazo enorme. Y afectivamente estoy mucho más cerca de él. Horacio es un gran hacedor. Un gran jefe de Gobierno. Y tiene muchas chances de ser presidente en el 2023 y está laburando para eso.
— Facundo Manes o Diego Santilli.
— Diego Santilli sin dudas. El “Colo” es un tipo que labura muchísimo, que se rompe el lomo, y estoy seguro que va a hacer una gran elección en la provincia de Buenos Aires.
— Sergio Massa o Máximo Kirchner.
— Máximo representa los ideales del conservadurismo. Él viene de una clase, que es la clase política, su familia siempre hizo política, siempre tuvo los privilegios de esa clase, y no quiere cambiar nada. Dice que quiere cambiar algo pero es un progresista que odia el progreso. Sergio Massa es un camaleón. No me puedo quedar con ninguno. Uno por un lado defiende intereses corporativos y no quiere cambiar nada y el otro directamente va cambiando su discurso de tanto en tanto.
— Gustavo Sylvestre o Víctor Hugo Morales.
— Gustavo Sylvestre habla siempre peor de mí (risas). Mucho peor de mí habla siempre Gustavo Sylvestre sin ningún tipo de asidero ni verdad. Y Victor Hugo por lo menos relata bien. Así que Victor Hugo porque relata bien.
— Jorge Lanata o Luis Majul.
— Estilos distintos ¿no? Majul lo veo más entrevistador y Lanata es un periodismo más de investigación si se puede decir. Creo que cada uno tiene su estilo.
— ¿El mejor presidente que tuviste?
— Mauricio Macri sin dudas.
— ¿Qué persona viva admiras hoy?
— Soy muy futbolero, como ídolo hoy en día Leo Messi me parece. Pero lo admiro jugando al fútbol. Y también un poco como persona, creo que algo que marca mucho Leo que deberíamos tener un poco más los que nos dedicamos a la cosa pública, el tema de la humildad y el tener los pies en la tierra ¿no? Creo que a los políticos les falta mucho el tema de mantener los pies siempre en la tierra, estar conectados con la gente, ver qué les pasa y no creérsela. Me parece que si todos los políticos laburaran más en esa línea nos iría mucho mejor.
— ¿Con cuánto dinero en efectivo salís por día?
— Dos lucas.
— ¿Cuánto pagas de expensas?
— Uh, 15.000 pesos. Ah bueno, esa es una de las cosas que me subió el último mes también. Pagaba 12.000 pesos, ahora pago 15 lucas ¿a vos te parece? ¿A quién no le subieron las expensas igual? Y eso encima que pago, este es un departamento que estoy pagando un crédito, tengo la cuota del crédito por mes más… Demencial la verdad todo.
— ¿Cuánto sale un boleto de colectivo?
— 30 pesos.
— La Argentina es
— Una gran tierra de futuro.
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