“Durante la pandemia la desigualdad social se acrecentó. Hubo gente que acumuló plata y otros, muchos, que se empobrecieron. Los sueldos bajaron. Con Cristina (Fernández de Kirchner) teníamos el salario más alto de Latinoamérica y hoy somos de los más bajos. La gente en el territorio está muy mal. Abajo tenemos un problema. La Argentina está destruida y queremos reconstruirla. Nosotros vamos a ser parte de esa reconstrucción”. La descripción sobre la realidad que cruza a los sectores más vulnerables de la población la realizó Emilio Pérsico, el líder del Movimiento Evita, uno de los integrantes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), secretario de Economía Social, y dirigente de consulta del presidente Alberto Fernández. En una entrevista concedida a Infobae, en su despacho del piso diez de la calle 25 de Mayo al 600, anticipó un nuevo 17 de octubre, pero esta vez protagonizado por los millones de trabajadores de la economía popular.
“Si no hay ayuda no colaboramos”
-¿El nuevo ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, va a respetar los espacios que tiene la UTEP dentro del Ministerio?
-Sobre eso no hay discusión. Es el equilibrio que hace Alberto. El ministro anterior (por Daniel Arroyo) se fue aplaudido, hasta el Polo Obrero habló bien de él. Se tiene que ir orgulloso. Espero que Zabaleta también se vaya aplaudido. Veremos, recién asume.
-El Polo Obrero ya se manifestó en contra del nombramiento de Zabaleta. Eduardo Belliboni dijo que es un intendente que representa a los “barones del conurbano” y que viene a recuperar el espacio perdido del PJ. ¿Ustedes, lo van a apoyar?
-Zabaleta viene de nuestro espacio político. Yo lo conocí a Alberto y a Zabaleta en el espacio de Randazzo. Así que tengo más coincidencias que diferencias. El nuevo ministro recién asumió. Queremos que le vaya bien. Nosotros necesitamos ayuda. Si hay ayuda, nosotros colaboramos, si no hay ayuda no colaboramos. Es sencillo nuestro planteo. En la política debemos ser los más claros en nuestros planteos. También somos los más eufóricos y muy, muy difíciles.
-¿Y ahora cómo están ustedes con Randazzo, que se presenta por fuera del Frente de Todos en la próxima elección?
- Mal, mal. El flaco se equivoca. Armamos el frente más amplio de la historia del peronismo y quiere dar pelea afuera. Lo van a pasar por arriba. Se fue muy a la derecha. Se está equivocando.
-¿Axel Kicillof está haciendo una buena o mala gobernación?
-Axel no maneja la provincia porque tiene una limitación, tiene que romper con el “intendentismo”. Desde hace décadas, los mismos gobernadores peronistas, y también (María Eugenia) Vidal, fueron descentralizando servicios, salud, educación, seguridad. Y eso lo tiene que manejar el gobernador. Axel quiere romper ese esquema. Él la paró. Y eso es bueno. Axel tiene que recuperar el manejo de la Provincia en temas centrales. Después está la relación con nosotros, con la UTEP, con el Movimiento Evita. Pero eso es circunstancial.
-Quizás la mala relación con Kicillof es porque ustedes le quieren disputar espacio político a La Cámpora de Máximo Kirchner.
-No, no, con La Cámpora yo no veo ningún conflicto. Ellos son el sector más cercano a nosotros. Si yo no sería del Evita sería de La Cámpora. Nuestro aliado más cercano es Máximo. Si dividimos ahí, estamos jodidos. El aliado más cercano a Alberto es Cristina. No busquemos romper ahí. Hoy Kicillof es el gobernador de la provincia de Buenos Aires. Su tarea es recuperar el manejo de la provincia que hoy no lo tiene. Tiene un proyecto para recuperarlo. Yo lo apoyo. A Kicillof le sacaron toda la plata. Le vaciaron la provincia.
-La coparticipación también viene desde hace décadas y romper el esquema de esa distribución no le va a ser sencillo.
-La coparticipación es una mentira. Es un escándalo. La Matanza tiene un presupuesto de 14.000 millones de pesos igual que Tigre. Y La Matanza tiene dos millones y medio de habitantes. Y comparado con la Ciudad de Buenos Aires tiene el tres o cuatro por ciento de presupuesto. Cómo no va a vivir bien la gente de Capital. Todo el mundo se escandaliza porque le sacamos tres puntos de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires, pero ¿nadie la compara con La Matanza? A La Matanza hay que darle lo mismo que a CABA. ¡Las dos son Argentina! Los que viven en La Matanza son tan argentinos como los que viven en la capital. ¡Es una locura esto! La Ciudad de Buenos Aires tiene un tres mil por ciento más de coparticipación que La Matanza. Eso vuelve estructural la pobreza. La gente de La Matanza siempre va a tener servicios de pobres y la gente de la capital siempre va a tener servicios de ricos. Eso está mal. Nuestros compañeros de la Matanza siempre van a tener salud de pobres, escuelas de pobres, seguridad de pobres. Yo a la Ciudad le hubiese sacado mucha más coparticipación.
“Pedíamos vacunación para los compañeros”
-¿Qué debió hacer distinto el Gobierno durante la pandemia para no llegar a la situación económica que describe?
-Con el diario del lunes es fácil hablar. Hubo mucho individualismo en la clase política. Vi mucha pelea de gallinero.
-¿Habla del gobierno nacional?
-De la política en general. Sé lo que hicimos nosotros, los movimientos sociales. Más de siete mil ollas populares en el conurbano, cinco mil postas sanitarias. Yo milito centralmente por la vida. No por las cosas. Otros no lo ven así. Lo concreto es que estábamos perdiendo vidas.
-¿Cuántas muertes por coronavirus lloró?
-Muchas. Durante el principio de la segunda ola hubo un fin de semana en el que murieron más de veinte compañeros y compañeras. Pedíamos vacunación para los compañeros que estaban en los comedores. Salimos con una campaña mostrando las fotos de los fallecidos. Sabíamos que la salida era la vacunación.
-Pero no los vacunaron. No les dieron las vacunas, a pesar de que Alberto Fernández se las prometió.
-Cuando Alberto dijo que sí y lo intentamos llevar a la práctica, la mayoría de las provincias no adhirieron. Después salieron los gremios a reclamar por sus trabajadores. Y tienen razón. El chofer de colectivo se la bancó. La cajera del supermercado, también. Los compañeros nos pedían vacunas…
-No había vacunas para ustedes, pero sí vacunatorio VIP.
-No lo vimos así. La gente en los barrios, en el territorio, no lo vieron mal. No era tema para ellos.
-Me quiere decir que no molestó que Horacio Verbitsky, Jorge Taiana y Eduardo Valdés, por ejemplo, se vacunaran fuera de calendario.
-Ese no era el problema. Estaban preocupados por que nos vacunemos nosotros. Barrio donde iba me preguntaban si ya me había vacunado. Porque si estaba vacunado, corría menos riesgos para trabajar. Igual que el Presidente y los funcionarios de primera línea. Es al revés que la mentalidad de los sectores medios. No nos creamos una cosa que no existe. Los sectores populares quieren que se vacunen primero los tipos que toman decisiones y los que tienen que resolverles los problemas. Abajo tenemos un problema. La Argentina está destruida y queremos reconstruirla. Y los sectores populares vamos a ser parte de esa reconstrucción. Por eso quieren cuidar a los que van a ayudar a reconstruirla. En una guerra, a los presidentes se los resguarda en un bunker. La gente humilde lo entiende así y no lo ve mal. Yo tampoco.
-Si estaba bien lo del vacunatorio VIP, por qué no lo blanquearon.
-El (ex) ministro (de Salud Ginés González García) cometió un error. Yo lo quiero a Ginés. Es un sanitarista de nivel como pocos en el país. Está a nivel del ministro de Salud de Perón, Ramón Carrillo, y Florial Ferrara. Ginés cometió un error, pero tuvo tantos aciertos. Entiendo que en momentos delicados no hay que cometer errores. La reacción del Presidente estuvo bien y actuó como Comandante en Jefe.
“Una situación parecida al 17 de octubre”
-¿Cuál es su relación con Cristina Fernández? Ella se enojó mucho con el Movimiento Evita cuando, en las elecciones de 2017, apoyaron la candidatura de Florencio Randazzo.
-El enojo fue evidente. Nosotros tuvimos y tenemos independencia. Tengo mucho para agradecerle a Cristina. Ella hizo un proceso distributivo muy grande para los de abajo.
-¿Y así y todo apoyaron a Randazzo como candidato a senador y no a la ex Presidente?
-Los procesos son procesos y después está la política. Los alineamientos no son eternos. Hay que construir algo nuevo. Los movimientos populares estamos intentando construir algo que exprese un proceso desde abajo que trasforme a la sociedad. Ese es el proceso que viene. Así como el 17 de octubre fue la irrupción de la masa trabajadora en Plaza de Mayo, y ni Perón lo vio, y nació el peronismo, creo que estamos en una situación parecida en la Argentina. Hay mucha organización popular que va a llevar adelante ese cambio en la Argentina. Esa organización popular debe tener una expresión política y un proyecto. Hoy las organizaciones estamos discutiendo eso.
-¿Y que están discutiendo?
Las organizaciones sociales ya no discutimos planes sociales y comida. Discutimos un modelo de país diferente. A partir de la idea de la economía popular; a partir de las cosas que plantea la iglesia y el papa Francisco; a partir de la experiencia de los gobiernos de Néstor y Cristina, las organizaciones populares estamos planteando una idea política. Y a partir de un balance de la historia. Desde 1983, en treinta y ocho años de democracia la resultante es hacia abajo, no hacia arriba. Yo milito para que la gente de mi barrio esté mejor. Y para que en el barrio de al lado estén mejor. Y yo no veo esa situación. Hay una deuda de la política hacia la sociedad y nosotros somos la expresión de esa deuda, por eso no nos quieren ver. Somos la expresión de que hay algo que está mal en la sociedad.
-¿Usted cree que los movimientos sociales van a llegar al poder?
-No me cabe la menor duda de que vamos a ser parte de un proceso de cambio social. No hay cambio social sin nosotros. (Juan Domingo) Perón lo entendió. No había cambio social sin los trabajadores.
-¿Y quién va a ser el líder en ese camino?
-No sé, ¿vos crees que los que estaban organizando el 17 de octubre pensaban que era Perón? Ellos no veían en Perón al líder carismático que los iba a sacar de esa situación. ¡Y fue! La circunstancia de la historia te mete. Lo importante es que hoy hay millones de personas de los movimientos sociales que militan en la buena política. No quieren ser concejales, ni diputados, ni nada. Quieren estar al lado de los que más necesitan.
-Repito ¿quién va a conducir esa expresión popular que va a revolucionar al país?
-Necesitamos un gaucho que venga a mandar, como decía Martín Fierro.
-¿Y quién es ese gaucho?
-No sé. Todavía no apareció. Este es un proceso de transición.
-¿Y usted no puede ser ese líder?
-No, yo ya soy un huevo sin galladura. Ya tengo una historia muy larga. Tiene que ser la frescura de lo nuevo. Hay muchas pibas que nacieron en la dirigencia ahora. No podría mandarlas. Como tampoco mando en casa (NdA: se refiere a la diputada provincial Patricia Cubría, con quien tienen un hijo de 8 años a quien llamaron Néstor en homenaje al ex presidente).
-¿Y Juan Grabois?
-Falta mucho para eso. Juan tiene una capacidad expresiva mucho más amplia que yo. Yo manejo quinientas palabras. Por eso doy pocos reportajes. No tengo facilidad para expresarme. Juan es un intelectual de la economía popular muy importante. Él sabe mucho.
“Nos sentimos disconformes con las listas”
-En el reparto de las listas para las próximas elecciones los dejaron muy relegados. Daniel Menéndez, funcionario en Desarrollo Social como usted, e integrante de Barrios de Pie, coló recién en el puesto dieciséis.
-Si nos ven como un problema, no nos ven como una solución. También tienen vergüenza, porque no tienen solución para muchas cosas que planteamos.
-¿Se refiere al gobierno de Fernández?
-A la política en general. No este gobierno, los otros fueron peores. Macri directamente nos ignoraba. Alberto construyó un gobierno de coalición muy amplio. En todo caso, es todo el Frente de Todos el que no nos ve, no el gobierno de Alberto. No nos ven como un actor político. Ahora por lo menos nos escuchan, y eso es un gran avance.
-¿Y por qué no los ven?
-Es muy difícil vernos, por eso tenemos que hacer las grandes movilizaciones, como la de San Cayetano, los 7 de agosto. Fue una marcha en la que movilizamos a un millón de compañeros en todo el país. Esa es nuestra forma para que nos vean, para gritar. El sábado pasado dijimos: “¡Acá estamos, somos muchos y estas son nuestras propuestas!”.
-Sigo sin entender por qué no les dieron más puestos en las listas.
-No nos ven como el actor político de la magnitud que somos.
-Si son tantos, como lo demostraron en la movilización, por qué no darles puestos en la lista para juntar votos.
-Sí. Pero también hay que dar una batalla política en la sociedad. No es solamente en la política. En Bolivia buscan a los dirigentes sociales, tanto de derecha como de izquierda, para ponerlos en las listas porque les dan votos. Todos los partidos políticos se pelean para tener una “chola” en la lista porque lograron una trasformación cultural. Los movimientos sociales en Bolivia son parte de la solución a los problemas.
-¿En la Argentina los dirigentes sociales son pianta votos?
-No sé si pianta votos. Sino desprecio. La sociedad aún tiene desprecio por muchos compañeros. En Argentina aún no hemos logrado lo que se consiguió en Bolivia.
-Juan Grabois se mostró disconforme con el espacio que le dieron a los movimientos populares en las listas.
-Todos nos sentimos disconformes con el reparto en las listas. Yo también. Es un problema que tenemos que resolver. En la sociedad tenemos problemas. Los días más felices de los trabajadores fueron cuando tenían el cincuenta por ciento de la Cámara de Diputados. En los años setenta tuvieron el treinta y tres por ciento, y fueron días más o menos. Empezó a haber un poquito de pobreza. Ahora tienen menos del diez por ciento del espacio político, por eso tenemos problemas. Un parlamento lleno de trabajadores se expresa mucho mejor. Los trabajadores organizados son apenas el cincuenta por ciento. Nosotros estamos organizando a la otra mitad. Ahora nos vamos a unir con la CGT. Eso va a ser un avance tremendo.
“Va a haber mucha movilización”
-¿Qué opina de la frase del ministro Andrés Larroque? Dijo que no está de acuerdo con un “sindicato de pobres”.
-Yo no creo en ningún sindicato de pobres. Los sindicatos están formados precisamente para que la gente no sea pobre. En el mundo se están sindicalizando los compañeros de la economía popular. Eso ya viene. Vamos a ser parte de la CGT más temprano que tarde. Eso ya está. Necesitamos la unidad de la CGT. Y nosotros vamos a estar en esa CGT unificada. Los sindicatos estaban para pelearle la plusvalía al patrón. Para dar pelea en las paritarias. Y después para pelear políticas en el Estado. Hoy hay otro conflicto, que también está relacionado al trabajo. Es el conflicto de la gente que trabaja y no tiene salario. O que trabaja y no tiene un salario digno, no tiene vacaciones. Nosotros queremos representar ese espacio. Si nosotros no representamos a ese sector de la sociedad que está en la calle de manera responsable, la Argentina va a ser muy inestable.
-Las movilizaciones que realizan las organizaciones de izquierda, como el Polo Obrero, no los condicionan a ustedes hacia adentro, que hace casi dos años no salen a protestar, más allá de la marcha de Los Cayetanos.
-A medida que se vaya retirando la pandemia va a haber mucha movilización, y no hay que tenerles miedo a las movilizaciones.
-¿A qué se refiere cuando habla de “muchas movilizaciones”?
-Hay muchas organizaciones abajo, con muchas necesidades, y esa es la manera de expresarse. No con piquetes. Los reclamos son movilizando. Haciéndonos ver.
-¿Ustedes también se van a movilizar reclamándole al gobierno?
-Nosotros nos vamos a movilizar para apoyar al gobierno. A ver si se entiende. La lectura que no quiso hacer la prensa sobre la marcha de “Los Cayetanos” fue decir: “Mirá todo lo que tiene atrás Alberto”. La marcha del sábado pasado fue de fortaleza a Alberto. Pero los poderosos no lo quieren ver así. Hacen una lectura al revés. Nosotros somos la herramienta extraordinaria que tiene el Presidente para llegar a todos los barrios.
-El reclamo que hicieron por el salario universal fue al gobierno de Alberto Fernández.
-No. Fue a favor del gobierno. Hay cinco proyectos de ley en el Congreso. Si la propuesta sale de los diputados, se interpreta como “un aporte”. Si lo proponemos nosotros, es un “reclamo al gobierno”. La prensa intenta separarnos. Y eso ya lo dijo Juan (Grabois) también. Nosotros, del Frente de Todos no nos vamos aunque vengan degollando, porque sabemos que lo otro es peor. Los movimientos sociales vamos a dar la pelea por nuestras ideas desde adentro.
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