Luego de realizar una auditoría oficial que declaró “ilegítimos” la concesión de la Autopista Panamericana y el Acceso Oeste, el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, confirmó que avanzará en la anulación de los contratos de ambos corredores viales.
El funcionario consideró que los contratos promovidos por la gestión de Mauricio Macri “tenían la decisión de usar al Estado para beneficio de intereses privados” y que hubo una “administración fraudulenta” en la renegociación de las concesiones.
“En el caso de los peajes, hemos terminado la auditoría. Hoy estamos haciendo las presentaciones judiciales y solicitando la anulación de esa concesión por 30 años y la investigación de la comisión de delitos. No hay dudas de que había allí una decisión muy clara que era usar al Estado para beneficios e intereses privados”, explicó Katopodis en diálogo con el programa “Habrá Consecuencias” por El Destape Radio.
La revisión del funcionamiento de los peajes entró en marcha el año pasado, cuando comenzó una auditoría integral sobre los acuerdos que había firmado el gobierno de Mauricio Macri, bajo el nombre de “Acuerdos Integrales de Renegociación Contractual”. Allí intervinieron los funcionarios el ex ministro de Transporte, Guillermo Dietrich y el titular de Vialidad, Javier Iguacel, quienes también terminaron denunciados ante la Justicia por supuestas irregularidades.
El principal cuestionamiento de la investigación es que las autoridades anteriores reconocieron una deuda de USD 499 millones y USD 247 millones, por la Panamericana y el Acceso Oeste, respectivamente, “asegurándole a la concesionaria su pago con más una remuneración del 8% capitalizable anual sobre dichos montos, que surgirían de los ingresos tarifarios de cada concesión. Para eso, se acordó la extensión del plazo de concesión por más de 10 años y se fijaron diferentes mecanismos destinados a asegurar” el pago.
Según el Gobierno, estos puntos son de “imposible cumplimiento” es que se dispone “la dolarización del contrato que estaba pesificado”, utilizando un tipo de cambio implícito, como el conocido por contado con liquidación”.
Gabriel Katopodis precisó que la próxima etapa para la anulación de los contratos de los peajes, controlados por la española Abertis -ex socia de la empresa de la familia Macri-, se necesita “una instancia judicial que muestre la lesividad de la prórroga de las concesiones peajes”. A partir de ahí, el presidente Alberto Fernández “puede anularlos por decreto”.
“Vamos a hacer las cosas como entendemos que hay que hacerlas de modo que las empresas no inicien acciones legales contra el Estado”, consideró el titular de Obras Públicas.
Si bien las vías de negociación no estaban cerradas en los últimos día, tanto el Grupo Concesionario del Oeste (GCO) como Autopistas del Sol (Ausol) - las prestadoras que integran el consorcio internacional Abertis- dejaron entreabierta la posibilidad de que se inicie una batalla legal.
“La sociedad se encuentra analizando en forma detallada los antecedentes sobre los que se le otorgó copia y los cursos de acción a seguir al respecto, en defensas de sus derechos. En esta instancia cabe adelantar que, a juicio de la sociedad, las objeciones formuladas son improcedentes”, aseguraron las dos empresas, a través de cartas enviadas por Carlos Javier Parimbelli, responsable de Relaciones con el Mercado.
Pese a la litigiosidad latente, el Poder Ejecutivo está decidido en avanzar con el tema. Según su balance en el área, el gobierno de Mauricio Macri buscó “negocios millonarios con el Estado a costa de los argentinos” en este tipo de negociaciones, al igual que el sistema de PPP (Participación Público Privada). “El kilometro que está licitando ahora Vialidad Nacional sale a la mitad de precio que los contratos de las PPP que disolvimos. Era un negocio para cuatro vivos”, resumió Gabriel Katopodis.
“Creemos que hubo un modelo de negocio del macrismo en el Estado durante los cuatro años anteriores”, denunció.
Obras en marcha
Katopodis, por otro lado, se refirió a la inauguración simultánea de 100 obras concretadas ayer desde Quilmes por el presidente Alberto Fernández. Desde su mirada, destacó “qué tipo de obra” se está realizando y en este sentido diferenció su gestión de la del gobierno de Cambiemos, al afirmar que “no hablamos del Paseo del Bajo, ni de cambiar luces en un barrio del centro”.
”Estamos hablando de un corredor vial en Quilmes, de una obra histórica para abastecer agua en Santiago del Estero o de la ruta 56, que permitirá que los turistas bonaerenses lleguen en el verano a la costa por autovía”, ejemplificó.
“El mensaje del Gobierno es que las obras son el símbolo de que de esta situación se sale. Siempre que gobernó el peronismo la gente vivió mejor. El peronismo nos sacó de la crisis de 2003 con Néstor (Kirchner) y con Cristina (Fernández de Kirchner). Es un espacio político que garantiza la felicidad popular y eso es lo que tenemos que recuperar”, concluyó.
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