Pasan cosas raras en la política. Ramón Lanús es un reconocido referente del PRO en San Isidro, fue elogiado por Mauricio Macri por su “trabajo maravilloso” e iba a encabezar la lista de concejales de la boleta que lidera Diego Santilli, pero terminó aliado al radical Facundo Manes. ¿Cómo se explica? Porque se trata de un dirigente tan opositor al intendente Gustavo Posse que cuando éste desistió de competir en las PASO con boleta propia y terminó respaldando al ex vicejefe porteño, también dio un viraje con tal de ubicarse en la vereda de enfrente de su adversario.
Lanús, que fue presidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) durante el gobierno de Cambiemos, tiene una estrecha relación con Horacio Rodríguez Larreta, pero no compartió la decisión del jefe de Gobierno de llegar a un acuerdo con Posse: “Estamos trabajando para generar una renovación al gobierno de San Isidro”, dijo a Infobae este hombre del PRO que jugará para la UCR en las PASO.
Destacó que “la lista de Facundo Manes no representa a un sector de Juntos sino que representa a distintos sectores” y afirmó que le gustaría que interpretaran su giro electoral “como lo que es: movimientos dentro de la misma alianza política”. “Las internas nos fortalecen”, aseguró.
Además, el precandidato a concejal consideró que Posse es “un dirigente valioso” de la provincia de Buenos Aires, pero señaló que “hace 40 años que la misma gente lleva gobernando San Isidro y es momento de un cambio”. Por eso se declaró un enemigo de la reelección indefinida de los intendentes: “La alternancia política es un valor en sí mismo independientemente de la buena, regular o mala gestión de los distintos gobiernos. La reelección indefinida es tan mala para Insfrán en Formosa como para Gustavo Posee en San Isidro”, dijo Lanús.
-¿Cómo se entiende que un hombre del PRO termine en la boleta de la UCR para las PASO?
-Se entiende por el trabajo que venimos haciendo en San Isidro desde hace muchos años dentro de Juntos por el Cambio y yo, particularmente con mi pertenencia al PRO, para generar una alternativa local. San Isidro da para mucho más y estamos trabajando para generar una renovación de la intendencia. Durante todo este tiempo sostuvimos las banderas de Juntos y del PRO y aceptamos la invitación de Facundo Manes de integrar la lista, convencidos de que primero estamos todos dentro de Juntos. Esa es la primera gran noticia del cierre de listas: Juntos por el Cambio no ha perdido dirigentes políticos en el cierre. La segunda gran noticia es que se sumó gente nueva. La incorporación de Manes a la política activa es un valor y, de hecho, es algo que desde el PRO muchas veces celebramos porque si hay algo que caracterizó al partido es incorporar figuras a la política que quizá no tenían una trayectoria política muy fuerte. Y en tercer lugar creemos que la lista de Manes no representa a un sector de Juntos sino a distintos sectores: al radicalismo, por supuesto; a sectores del peronismo, a sectores del PRO como en mi caso y otros dirigentes. Es una muy buena propuesta electoral y Facundo tiene las condiciones para ser el mejor candidato que le pueda ganar al kirchnerismo en noviembre.
-¿Usted cambió a Santilli por Manes porque Posse arregló con Rodríguez Larreta?
-Mi decisión no es contra Posee sino es a favor de lo que San Isidro es capaz. Estamos convencidos de que puede estar mucho mejor. Lo que se paga de tasas en San Isidro y la devolución que hay de esas tasas en los servicios que presta el municipio no que están mal, pero sí podrían estar mucho mejor. Y hoy es muy fácil compararlo con municipios vecinos, como lo que está haciendo Jorge Macri en Vicente López, Jaime Méndez en San Miguel o un intendente de un signo político distinto del nuestro en San Fernando. Hoy el vecino de San Isidro tiene mucho más claro lo que significa un buen intendente y lo que se le puede pedir. Esa comparación con esos municipios vecinos a San Isidro le daba muy bien; hoy, no tanto.
-¿Cómo cree que la gente interpreta ese tipo de volteretas de los políticos?
-Me gustaría que lo interpreten como lo que es: movimientos dentro de la misma alianza política. Acá nadie sacó los pies del plato, ni Manes está compitiendo contra Juntos ni Santilli contra Juntos o contra el radicalismo. Hay una oferta electoral que se ofrece dentro de Juntos y es una muy buena noticia para el espacio. Las internas ordenan, nos fortalecen y ponen en perspectiva lo que la gente valora de cada dirigente.
-Si Manes gana las PASO se complicaría el proyecto presidencial de Rodríguez Larreta, uno de sus tradicionales aliados.
-Nosotros estamos trabajando para que en las elecciones de noviembre de este año el kirchnerismo pierda la elección. Y las decisiones que tomamos están basadas en eso, en quién es el mejor candidato para que gane la elección. No estamos buscando perder por poco, sino ganar. Y para ganar hay que consolidar el voto propio de Juntos, pero también hay que tratar de seducir y atraer a un votante que quizás no vota Juntos pero que podría votar a Manes. No podemos hablar del 2023 sin un triunfo en el 2021. Y nuestra estrategia es colaborar para que el kirchnerismo salga derrotado.
-Usted apoyaba a Santilli y ahora a Manes. ¿Qué diferencia nota entre ellos?
-Tengo mucha más relación personal con Santilli que con Manes, pero lo que estamos discutiendo es quién es el mejor candidato para ganarle al kirchnerismo. Los dos van a estar en la lista, estamos discutiendo el perfil que tendrá y quién la va a encabezar. Yo trabajo para que Facundo Manes encabece la lista de diputados.
-¿Le anticipó esta decisión a Macri, que lo respaldó públicamente, y a Rodríguez Larreta?
-Sí, están perfectamente al tanto de todos los movimientos que estoy haciendo. La mayoría de los principales referentes del PRO saben de mi vocación política en San Isidro. Y han colaborado con esa construcción política que venimos haciendo para liderar la renovación en 2023.
-¿No lo consideran un “traidor”?
-Hay que preguntárselo a ellos. Yo no me considero un traidor sino alguien que está convencido de lo que cree y que trabaja incansablemente para lograrlo. Y esa es la motivación que guía el trabajo que estamos haciendo con todo mi equipo en San Isidro.
-¿Qué representa Posee para usted?
-Es n dirigente muy valioso de la provincia de Buenos Aires y de San Isidro en particular. Un intendente cuyo padre fue un intendente muy querido por los vecinos de San Isidro. Pero es una etapa y ya son 40 años más o menos de la misma gente gobernando San Isidro. Es momento de una renovación y de algo nuevo. Nosotros estamos trabajando para liderar esa renovación en San Isidro dentro de Juntos.
-¿Qué haría desde su banca de concejal para cambiar a San Isidro?
-Primero, ayudar a darle nuevo impulso a la gestión municipal. En las recorridas que hacemos permanentemente, los vecinos dicen que San Isidro está estancado. Hacen faltas nuevas energías, nueva sangre, para generar un cambio y el dinamismo que le falta a San Isidro. El segundo punto tiene que ver con conservar muchas de las cosas que hoy están bien en San Isidro, pero que podrían estar mejor, como la seguridad. Creemos en los intendentes que se hacen cargo de los problemas y el vecino pretende tener un intendente que se haga cargo del problema de la seguridad. Que no argumente que la responsabilidad es de Berni, de Kicillof o de la ministra de Seguridad. Al municipio le falta un liderazgo en materia de seguridad. Y en tercer lugar, todo lo que son las obras menores que uno quizá uno subestima, pero en la vida de la gente son valiosas: las veredas, las calles, los espacios públicos, la costa de San Isidro está muy desperdiciada comparada con lo que es la de San Fernando, la de Vicente López. Y eso tiene que ver con hacer rendir lo que los vecinos pagan de tasas municipales, que triplica lo que reciben otros municipios parecidos.
-¿Su proyecto es ser intendente de San Isidro?
-Mi proyecto es hoy ser candidato a concejal, trabajar desde el Concejo Deliberante, meterme a fondo en los distintos temas que tienen que ver con las mejoras de las que estamos hablando. Pero también estamos trabajando para liderar el proceso de renovación obligada que se va a generar en San Isidro a partir del año 2023, donde se acaba la reelección indefinida de los intendentes.
-¿Es importante que no existe la reelección indefinida? Algunos creen que es bueno que la gente reelija a funcionarios con experiencia.
-La alternancia política es un valor en sí mismo, independientemente de la buena, regular o mala gestión de los distintos gobiernos. La reelección indefinida es tan mala con (Gildo) Insfrán en Formosa como con (Gustavo) Posse en San Isidro. Por eso en todos los países desarrollados existe la restricción a que los gobernantes puedan estar, en general, más de 8 años en sus cargos.
-¿Cómo califica la gestión del gobernador Axel Kicillof?
-No la puedo calificar porque no existe. El papel de Kicillof es muy malo: está mucho más concentrado en dar notas con titulares rimbombantes y muy agresivos que en atender los problemas de la gente. Lo que hicieron en materia educativa es una tragedia y aún no terminamos de ser conscientes de los daños que va a generar en las futuras generaciones. Es inconmensurable el daño por un pésimo manejo de la pandemia.
-¿Todo el ruido que hubo en Juntos por el Cambio por las listas se hubiera evitado si María Eugenia Vidal hubiera sido candidata en la provincia de Buenos Aires?
-María Eugenia hubiera sido una muy buena candidata para la Provincia de Buenos Aires. El hecho de que ella decida no ser candidata generó esto, pero así como tiene cosas malas, en el sentido que ella era muy buena candidata bonaerense, también tiene cosas buenas como la interna. Genera cierto ruido, pero también es el ruido del crecimiento. Y hoy el espacio político de Juntos está fuerte, está disputando poder y está creciendo.
-¿Teme que en San Isidro haya una campaña sucia que lo afecte?
-Cuando decidimos involucrarnos, sabíamos que implicaba asumir riesgos, como que haya algunas personas interesadas en difundir ideas falsas y en ensuciar el prestigio. No puede pasar a todos. Pero me gustaría que fuéramos capaces, como espacio político, de hacer una campaña basada en las propuestas y en las ideas y en por qué creemos que la lista de Manes es la que mejor puede representar a nuestro electorado para ganarle al kirchnerismo o por qué Santilli puede plantear que su lista es la que mejor puede representar a nuestros votantes. Nuestro foco va a estar puesto en apuntalar una lista de candidatos que esté preparada y tenga vocación de ganar la elección de noviembre.
-¿Qué opina de las peleas que se generaron entre Manes, Elisa Carrió y Gerardo Morales?
-Me hubiera gustado que no hubiesen existido. Los dirigentes políticos tenemos que ser muy conscientes del momento que están viviendo la Argentina y los argentinos. Los vecinos me plantean cómo vamos a hacer para ganarle al kirchnerismo, así que estoy tratando de concentrar todos los esfuerzos en eso, en cómo podemos hacer para fiscalizar la elección, para conseguir más votantes, para que la gente sepa que tiene que ir a votar y que no haya ausencia de votantes nuestros el día de la elección. Ojalá todo el espacio político entendiera que nuestro adversario está afuera.
-El famoso aparato del gobierno porteño sobre el que alertó Manes iba a estar de su lado y ahora lo tendrá en contra. ¿Lo preocupa?
-No hablaría del aparato del gobierno porteño, pero claramente Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta tienen una gimnasia en materia de campañas políticas que es muy valiosa y se convierte en un gran aporte para el espacio. Así que el foco es cómo tiene que ser la lista para que sea más competitiva y pueda disputar la elección apuntando a ganar, pero con la mira puesta en vencer al kirchnerismo en noviembre.
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