La ministra de Salud, Carla Vizzotti, reconoció que si la Argentina hubiera conseguido antes las vacunas contra el coronavirus, la cantidad de personas que murieron por el coronavirus en el país habría sido menor que el actual saldo de 108 mil personas. La funcionaria coincidió, aunque con otros argumentos, con la mirada que tuvo su colega de la ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, quien había alertado sobre la relación entre la demora en el arribo de dosis con el balance de víctimas fatales.
“Si se hubiera vacunado antes, habría menos muertos”, fue la frase que pronunció el titular de la cartera sanitaria porteña. Y sobre esa opinión es que esta mañana, en una entrevista en radio Continental, Vizzotti fue consultada por la periodista Dominque Metzger:
- Lo que dice (Fernán) Quirós es que si se hubiese vacunado antes la cantidad de muertos -estamos arriba de los 107 mil- hubiese sido menor…
- Sin lugar a dudas. La cantidad de muertos del mundo (habría sido más baja) si se hubiese vacunado antes y si se hubiese accedido de forma equitativa a las vacunas y se hubiesen podido producir las vacunas que estaban planificadas producir. Nosotros desde antes de la pandemia sabíamos que las vacunas salvan vidas, por eso hicimos tanto para recibir la mayor cantidad de vacunas lo antes posible. Lo que pasa es que no había vacunas en el mundo y al principio se las llevaron los que las pudieron comprar antes, comprando más de las que necesitaban. En eso no hay ninguna duda. Argentina hizo todo lo posible para tener vacunas lo antes posible. Estuvo entre los 20 países que más vacunaron todo el tiempo y se salvaron muchísimas vidas, más allá del dolor que nos generen”.
Argentina firmó acuerdos para adquirir vacunas con diversos proveedores desde el año pasado, pero la mayor cantidad de dosis provino de Rusia, con la Sputnik V, y China, con la Sinopharm. Aunque firmó con AstraZeneca, no pudo mantener un flujo constante por problemas en la producción y logística, y durante varios meses la Casa Rosada se negó a firmar acuerdos con laboratorios de Estados Unidos por diferencias con la normativa vigente. Tras meses de parálisis en las negociaciones, el gobierno de Alberto Fernández aceptó firmar un decreto que despejó esas trabas legales y permitió que la Casa Blanca envíe más de 3,5 millones de dosis de Moderna.
Hasta el 10 de agosto, cerca del 20 por ciento de los argentinos tiene su vacunación completa -con dos dosis- lejos de los países que lideran los planes de inmunización de sus poblaciones en América Latina, y debió avanzar con el suministro de las segundas inyecciones de origen diverso, ante la falta del componente dos de Sputnik V.
La tercera dosis
Por otra parte, uno de los temas más recurrentes sobre los que es consultada la ministra de Vizzotti, es la posibilidad de aplicar una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus, algo que en varios países del mundo ya se da como inevitable. Al respecto, la funcionaria siempre explicó que el Gobierno lo contempla desde el primer momento, pero aclara que no es algo que sucederá en el corto plazo.
Este martes, en diálogo con radio Continental, la titular de la cartera sanitaria dio un paso más y afirmó: “Los refuerzos son algo que estuvieron presentes siempre. Lo estamos analizando para grupos específicos, como personal de salud y personas comprometidas, pero no va a hacer antes de fin de año. Tenemos que completar los esquemas”.
Con esto, Vizzotti dejó en claro que la prioridad del Ejecutivo es que la mayor cantidad de gente tenga la segunda dosis y avanzar con la vacunación adolescente: “Estamos apuntando a retrasar la Delta, a avanzar con las segundas dosis y si aumentan los casos que no aumenten las muertes ni las internaciones”.
Asimismo, explicó que “las muertes vienen bajando por novena semana consecutiva” y que el aumento en los partes diarios (el lunes se notificaron más de 500) se debe a la actualización de datos: “Diferenciamos dos formas de contabilizar: la fecha de notificación y la fecha de cuando ocurre. La mitad de las muertes de ayer fueron en junio y algunas en los meses previos. A veces las provincias hacen revisiones de las causas de muertes y ahí se actualiza”.
Sobre la combinación de dosis, Vizzotti sostuvo que “la gente no puede elegir cuál darse” sino que lo que hace el Estado es “ofrecer completar el esquema antes con una vacuna distinta, pero si (la persona) decide que no, espera completarlo con la vacuna homóloga y si elige combinar, es la vacuna que toca”. Y recordó que las posibilidades son Sputnik con AstraZeneca o Moderna y AstraZeneca con Moderna. “El embarque más grande que vamos a recibir de AstraZeneca es en la tercera semana de agosto”, anunció.
También se refirió a la demora en la llegada de las vacunas de Pfizer luego del acuerdo anunciado por el Gobierno: “Necesitan el último tramo del contrato final de logística. Anunciamos el acuerdo vinculante pero estamos trabajando los temas logísticos. Pfizer trabaja de una manera muy específica. Lo que nos contaron es que el promedio con todos los países fue de 30 días hábiles desde que se firmó el contrato”.
Al respecto del laboratorio norteamericano, Vizzotti expresó que existe la posibilidad de transferir la tecnología para ser parte de la cadena de producción, pero que depende de la empresa: “Queremos ofrecer eso con la mirada estratégica de favorecer el acceso de Argentina a las vacunas. Si estamos cerca excede la decisión del Gobierno porque es un privado que define con otro privado. Somos parte de la cadena de producción de Sputnik y AstraZeneca, estuvo el contacto para hacerlo con Sinopharm y desde el primer día se le ofreció a Pfizer. La decisión final la tiene el laboratorio”.
Sobre el final de la entrevista, la funcionaria fue consultada nuevamente acerca de los espectáculos masivos y el retorno del público en los estadios: “Es un plan gradual y cuidado de aperturas. Ahora estamos en la etapa de protección en progreso, que es cuando se recibe la vacuna e incluye dos semanas después para que haga efecto. Las aperturas se van a definir en función de eso. El público en estadios, el turismo y la apertura de fronteras. No será por pedido específico de clubes. Será una estrategia global. A principios de septiembre vamos a volver a analizar la situación epidemiológica”.
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