El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás kreplak, volvió a poner en agenda la reforma del sistema de salud que desde hace tiempo persigue el kirchnerismo.
El sucesor de Daniel Gollan viene trabajando en el tema que expresamente pidió accionar Cristina Kirchner a fines de 2020 en un acto en el Estadio Único de La Plata. “Nuestro país debe ser en toda Latinoamérica el que más recursos humanos, tecnológicos e inversiones tenga en materia de salud. Lo que pasa es que lo tenemos dividido en tres sistemas, el público, el privado y el de las obras sociales. Vamos a tener que repensar un sistema de salud integrado”, manifestó la vicepresidenta en aquella ocasión.
La postulación de Gollan como segundo candidato a diputado nacional por el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires apunta a impulsar la reforma del sistema sanitario desde el Congreso de la Nación. Lo dejó entrever el propio kreplak cuando asumió al frente del Ministerio de Salud y explicó la tarea que tendría Gollan en el ámbito legislativo cuando se de su llegada a la Cámara de Diputados: “Espero que una las cosas que aprendamos en esta pandemia sea cuidarnos entre todos y ser más solidarios y en ese sentido el sistema de salud tiene que crecer. Entiendo que Daniel no solamente en la campaña -porque nosotros no pensamos solamente en la campaña- va a expresar esa necesidad, sino que luego va a tener un rol de reconstruir desde el Congreso una pata muy importante del sistema de salud“.
En la misma línea, kreplak había manifestado que su gestión al frente de la cartera sanitaria perseguirá “la transformación del sistema de Salud que necesitamos”. Este domingo volvió a reflotar la idea.
En declaraciones radiales por AM 750, el ministro provincial señaló que el sistema sanitario argentino “es uno de los más fragmentados del mundo”. “Hay como miles de subsistemas distintos; no tiene el mismo derecho de salud una persona que vive en una provincia que en otra, que tiene una obra social o que no tiene, o que tiene una prepaga o que tiene un plan distinto”, criticó y agregó que “eso no puede suceder”.
“En ningún país del mundo uno puede hacer que el acceso a la salud sea por dónde vive o por su capacidad adquisitiva, sino que tiene que ser siempre por su necesidad sanitaria”. “Eso no se da por falta de inversión sino por falta de articulación”, opinó.
Kreplak ejemplificó con la gestión de la provincia de Buenos Aires en materia sanitaria durante el primer año de pandemia: “Sabíamos que iba a ser una demanda exagerada, que no iba a poder dar cuenta el sistema de salud si no hacíamos algo nuevo y lo que hicimos fue integrar y articular para evitar el colapso”.
En este marco, el funcionario de Axel Kicillof lo definió como “un mandato generacional”: “Tenemos que hacer una reforma del sistema de salud porque la gente lo necesita”. “Se está construyendo día a día con el trabajo que hacemos, que integra cada vez más”, declaró y agregó que de todas formas “va a suceder igual”. “Lo vamos a hacer con tiempo para que funcione bien, esto no nos puede salir mal. Necesitamos que la reforma de la salud sea todo lo adecuada, buena y posible y que le llegue al pueblo. No es una discusión de cajas entre cinco o seis actores, compete a 45 millones de personas”, concluyó.
El planteo del kirchnerismo hace tiempo atrás se había topado con el rechazo del sector privado. El titular de la Unión Argentina de Salud (UAS), Claudio Belocopitt, había sido uno de los referentes que alzó la voz y más allá de que consideró que “está bien que exista un sistema público re contra fuerte porque el acceso a la salud tiene que ser para todos”, remarcó que el Gobierno no puede hacerlo a costa de “deteriorar el sistema privado a límites que uno no esté en condiciones de dar respuesta para luego decir ‘venimos nosotros a solucionar el problema’, cuando en realidad el problema lo generaste vos”.
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