Con el desembarco de Juan Horacio Zabaleta -54 años, seis hijos y una nieta- en el Ministerio de Desarrollo Social, en lugar de Daniel Arroyo, el presidente Alberto Fernández se garantizó la presencia de un hombre de su confianza política en una de las áreas más complicadas, tanto por los temas que debe afrontar como por el “reparto” interno que se había hecho del organismo entre organizaciones sociales y políticas para administrar un presupuesto multimillonario en asistencia, subsidios y planes.
El perfil de “Juanchi” se inicia con su militancia desde los 15 años en el Partido Justicialista, donde ocupó diversos cargos partidarios a nivel nacional, provincial y municipal. Según el informe difundido por sus colaboradores, ejerció cargos en ANSES como director de Relaciones Gremiales en 2004 y como gerente coordinador de Gestión a partir de 2007, para luego ocupar la Secretaría General del organismo.
Entre diciembre de 2009 y diciembre de 2011 fue subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Economía de la Nación, durante la gestión de Amado Boudou, y luego estuvo a cargo de la Secretaría Administrativa del Senado de la Nación hasta el año 2013, en el que fue elegido concejal de Hurlingham. En el año 2015 asumió la intendencia del partido por el Frente para la Victoria y fue reelecto en 2019 por el Frente de Todos. Un dato de color: además de su intensa actividad política, también fue copiloto del Turismo Carretera junto a Luis “Patita” Minervino, con el cual obtuvieron los subcampeonatos de 1995 y 1996.
Aunque es uno de los políticos del conurbano bonaerense con más llegada al círculo íntimo de Alberto Fernández, Zabaleta cultiva un perfil propio, con el cual se espera que aborde la futura gestión al frente del Ministerio de Desarrollo Social, donde en principio no tendría previsto hacer cambios significativos ni en su estructura ni en la distribución de espacios entre las organizaciones que están incorporadas al oficialismo.
Zabaleta ocupará así el lugar que deja vacante Arroyo, quien integrará la lista de precandidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. A él le dieron un lugar relegado, el doceavo puesto, aunque se proyecta que el oficialismo obtenga como máximo 17 bancas. Su plan de quedarse en el ministerio durante la postpandemia para impulsar reformas de los planes sociales para orientarlas al trabajo, como planteaba desde que asumió al mando, quedó frustrado. Sin embargo, su reemplazante tendrá como uno de los objetivos fundamentales ir transformando los planes sociales en trabajo y producción.
Antes de la confirmación que hizo hoy el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, la nominación de Zabaleta para ocupar el ministerio había entrado en un cono de sombra, debido a que el intendente del noroeste bonaerense fue uno de los pocos que enfrentaron, en el conflictivo diseño de las nóminas de candidatos, al líder de la organización kirchnerista, Máximo Kirchner. Pero mediante frenéticas negociaciones entre los popes del PJ y “la orga”, hace dos días hubo una tregua. Zabaleta bajó su candidatura, y quien sería su principal contrincante, Martín Rodríguez, número dos del PAMI, hizo lo propio, en pos de una lista de unidad. Así, la figura de Zabaleta quedó “liberada” y se retomó el plan de que fuera al Gabinete.
Más allá de que “Juanchi” Zabaleta no tiene previsto “sacudir” de entrada las estructuras del Ministerio, no se descartan conflictos con los movimientos sociales afines al Gobierno, que se sintieron relegados del armado de listas -lograron colar pocos candidatos en las nóminas nacionales y bonaerenses- y ejercen presión desde hace meses para que la Casa Rosada amplíe las erogaciones sociales a un mayor porcentaje del PBI y oriente las políticas públicas a retribuciones laborales. Algunos sectores bregan por la implementación de un plan de “salario universal”, un tema sobre el que circulan distintos borradores, sobre el cual no hubo ninguna definición concreta de parte del Gobierno.
De hecho, este fin de semana, por Día de San Cayetano, patrón del Trabajo, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep) encabezó una masiva marcha donde uno de los principales reclamos fue justamente que se aplique un programa similar al de la renta básica universal.
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